La lluvia provoca la mayor parte de los movimientos en masa, es decir, derrumbes y deslaves.
La lluvia provoca la mayor parte de los movimientos en masa, es decir, derrumbes y deslaves. Diseño: Roberto Altán

Por: Pilar Rodríguez
mrodriguez@lahora.gt

La lluvia de las últimas 24 horas provocó varios incidentes en distintas partes del país, según informó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala (Conred). Estos eventos se deben a la saturación del suelo.

Se han registrado deslizamientos en las aldeas Jolomquem y Vuelta Grande, Barillas, Huehuetenango, al igual que flujo de lodo y rocas en cerro Los Chorros, Alta Verapaz, y un incremento en el caudal del río Pueblo Viejo en el mismo departamento, hecho que causó la inhabilitación del paso.

Varios derrumbes se han originado en diferentes carreteras del país.
Varios derrumbes se han originado en diferentes carreteras del país. Foto: Conred
CAUSA

El término saturación de los suelos se refiere a que la tierra evita la filtración del agua, albergándola en su interior.

Esto genera desbordamiento en cuerpos de agua, al igual que derrumbes o movimientos en masa de la tierra. La lluvia provoca la mayor parte de los movimientos en masa, es decir, derrumbes y deslaves.

 

Según Iris de León, del área de Movimientos en Masa del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), las principales zonas en riesgo de sufrir este tipo de sucesos son la Franja Transversal del Norte (Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz e Izabal), la región sur y occidente del país.

Esto debido a que se trata de regiones altamente montañosas y con pendientes más pronunciadas.

ENCIMA DEL NIVEL DE ALARMA

Actualmente, según Pablo Barrios, del área de Hidrología del Insivumeh, áreas como Petén, bocacosta, el Caribe, Franja Transversal del Norte y oriente cuentan con una saturación de la capa inferior del suelo que va del 70 a 80 por ciento.

Se debe tomar en cuenta que los niveles de alarma se encuentran entre el 50 y 60 por ciento.

El Insivumeh indicó que 10 de sus 13 estaciones en la región del Golfo de México reportan ríos crecidos, al igual que un crecimiento en el lago de Petén Itzá.

Esto puede causar, además de más movimientos en masa e inundaciones, graves encharcamientos locales. De persistir la lluvia y no contar con un clima lo suficientemente caluroso para la evaporación del agua albergada en los suelos, los deslizamientos podrían continuar.

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