Un grupo de vecinos entregó en 2013 un documento al Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda (CIV), entonces dirigido por Alejandro Sinibaldi, en el que advertían del deterioro y nulo mantenimiento a las bóvedas ubicadas debajo del kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico, jurisdicción de Villa Nueva.
Casi diez años después y el hundimiento registrado en ese lugar, un vocero de los vecinos expresa decepción y frustración por algo que consideran pudo evitarse si los hubieran escuchado.
En entrevista para La Hora, Deiter Estrada, representante del grupo de vecinos, explicó que cuando firmaron el informe lo hicieron esperando recibir una respuesta y en el mismo plasmaron su preocupación si se dejaba sin atender.
LO QUE DECÍA EL DOCUMENTO QUE ENTREGARON AL CIV EN OCTUBRE DE 2013
«Los ingenieros han indicado que se debe encauzar el río apropiadamente por medio de la reconstrucción adecuada del desfogue del río, debajo de la CA-9 en el ingreso y egreso de las bóvedas existentes, asimismo, el mantenimiento apropiado de las mismas para evitar que las bóvedas colapsen y ocasionen un desastre en la CA-9«, menciona la carta que entregaron al CIV el 11 de octubre de 2013.
En el texto remarcaron que el objetivo era dar a conocer la «posible catástrofe que causaría que se interrumpiera toda la circulación vial que ingresa a la capital, por medio de la carretera CA-9«.
Lo expuesto por los vecinos, lo publicó La Hora en la nota titulada: «Caos por nuevo hundimiento en Villa Nueva (17.5): vecinos alertaron desde el 2013″.
HICIERON CASO OMISO
En comunicación con La Hora, Estrada relató que en esa oportunidad como vecinos se reunieron y analizaron la situación, después observaron la estructura de los túneles, «vimos que las láminas del túnel ya estaban dobladas, algunas oxidadas y había tierra que se estaba desmoronando en la parte de arriba y las salidas ya estaban bien arruinadas».
En 2013, Estrada recordó que los túneles de metal ya estaban corroídos y el agua pasaba arriba y abajo de la lámina del tubo, es decir «ya estaban socavando la tierra» lo cual hizo que la tierra empezara a ceder, «quedando una caverna en determinado momento y con el movimiento de los vehículos sucumbió y aplastó toda esa estructura metálica».
Cuando hicieron la advertencia al Ministerio de Comunicaciones en su momento a cargo de Sinibaldi, afirma que hicieron caso omiso, «nunca llegaron a preguntarnos sobre la queja, advertencia, nuestra alerta, nunca nos consultaron, estuvimos pendientes».
Quienes firmaron la carta indicó que son personas que viven cerca de la ruta afectada y lo hicieron para que les pusieran atención, pero no tuvo efecto.
Vecinos: negligencia de autoridades costará millones
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— Diario La Hora (@lahoragt) August 9, 2023
Cuando se dirigieron al alcalde de Villa Nueva, en ese entonces Edwin Escobar recordó que les mencionó que el tema no era competencia de la comuna, porque no tenían jurisdicción de la carretera y los remitió con autoridades del CIV.
Sobre ese tema, Escobar mencionó en la nota publicada por La Hora que el problema en 2013 era en el zanjón donde está la tubería que colapsó.
También detalló que, “es evidente que se debía de dar mantenimiento y se debía realizar una inspección a todo, aunque es una ruta nacional y que corresponde a Covial darle mantenimiento, si está en territorio de la municipalidad, allí la municipalidad debía gestionar con otras entidades”.
TODO LO QUE DIJIMOS ASÍ SUCEDIÓ
Estrada remarcó que todo lo que plasmaron en el documento se volvió realidad, «clarísimo está que, así como lo dijimos así sucedió, toda la carretera fue afectada, todos los guatemaltecos somos afectados, el costo de las empresas, de la comunidad es altísimo versus el costo que en ese entonces hubiera representado darles mantenimiento a esos túneles«, anotó.
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El entrevistado remarcó que estos túneles fueron instalados hace unos 40 años, pero nunca los fueron a reparar y si lo hubieran hecho cuando se advirtió el costo hubiera sido menor y no los millones que ahora se tendrán que pagar, más todas las horas perdidas en el tráfico.
Según Estrada había un dique a metros de las bóvedas, que hacía que toda la tierra del río mantuviera una cierta altura y esto hacía que el agua no carcomiera el metal, sin embargo, esa sección en algún momento se destruyó parcialmente.
Ante esto mencionó que entre los vecinos del lugar llevaron piedras de gran tamaño y pidieron al alcalde que los ayudará con una máquina para colocarlas correctamente, pero «nunca nos llevaron la máquina».
Al no tener el dique, el entrevistado dijo que se formaron cataratas, por lo que el agua brincaba y el surco del río se hizo más profundo, mientras el remanso que permite que el nivel de piso de tierra este al nivel de la parte baja de la bóveda y al no existir este se va toda la tierra, el agua provocó daños.
Cuando advirtieron indicó que vieron cómo las bóvedas se observaban flotando y con una cavidad en el exterior de toda la bóveda, «provocando obviamente que se formaran bóvedas vacías de espacios de aire ahí, ya no tenían la suficiente cantidad de tierra para soportar el peso de tráileres y todos los vehículos que pasan sobre esa carretera».
NO OPERAN HASTA QUE EL DAÑO ES MÁS GRANDE
Pero con lo ocurrido, Estrada consideró que el «Ministerio no opera hasta que el daño se convierta mucho más grande, da a entender como que el Gobierno quisiera que los daños fueran más severos, más costosos por alguna intención que tengan«, para que los costos en el presupuesto de reparación de algo sean mucho más altos «generando algún interés particular de algunas personas«, agregó.
Por ello, recalcó que de hacerse en su momento el mantenimiento, la inversión habría sido mínima.
«Nosotros en el 2013 hicimos la advertencia, mandamos algunas cartas extras al alcalde, vimos que no nos pusieron atención, nunca nos pusieron atención. Dijimos, no nos ponen atención ya para qué vamos a seguir insistiendo y dejamos de mandar cartas«, reiteró.
En ese año afirmó que la carretera se veía sólida porque la caverna que se estaba formando abajo no era tan grande, sin embargo, como el río lleva gran cantidad de agua, aunado a las lluvias de los últimos inviernos la situación se agravó.
VEN NEGLIGENCIA Y VECINOS SUFREN CONSECUENCIAS
Sobre la formación del agujero de dos metros de diámetro el 2 de agosto y que el Gobierno tomó la decisión de cerrar el paso por riesgo, menciona que ese día llovió intensamente por la noche, se escuchó un estruendo al cual los vecinos pusieron atención y después se derrumbó la carretera «menos mal ya había actuado en ese entonces la gente del Gobierno«.
«Nosotros vemos mucha negligencia, descuido, realmente falta de interés del gobierno de ponerle atención a la queja de una comunidad que está firmando un documento con muchas firmas, con DPIS con huellas digitales, con nombres de proyectos para que no digan que cualquier persona que se está inventando cualquier posible desastre«, refirió.
Ahora los vecinos indicaron que están sufriendo las consecuencias, porque para llegar a sus casas o salir a trabajar se complica. Como ejemplo, mencionó que empresas que necesitan de trasladar su material no pueden hacerlo y quienes asisten a clases en los alrededores no están llegando porque el tráfico es caótico.
Covial indicó que existen distintos factores que afectan y determinan las complicaciones en el suelo carretero de Villa Nueva. Infórmate aquí ⬇️ #LaHoraDeActualizarnos https://t.co/HbUHyeT61u
— Diario La Hora (@lahoragt) August 8, 2023
Agregó que hay personas que salen de sus casas desde la madrugada porque el tráfico es muy pesado por el lugar, «se mantienen muy desvelados«.
PUENTE ES CONSECUENCIA DE NO ATENDER ADVERTENCIA
Construir un puente, como lo informaron autoridades de la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (COVIAL), a decir del entrevistado, es resultado de no hacer caso a la advertencia que emitieron en 2013, «lo único que tenían que hacer era ponerles cemento a las orillas de esas bóvedas y reforzarlas y repararlas«.
Según el vecino, ahora no tendría sentido edificar bóvedas, porque la destrucción que hizo el río se acrecentó, «ahora forzosamente se tiene que poner puente, carísimo».
Todos los daños a transportistas que deben pasar por otras rutas no debieron ocurrir subrayó, «impresionante la cantidad de dinero que se va a perder por un descuido, por negligencia».
Ahora años después, y al ver que la advertencia no se atendió, mencionó que hay un sentimiento de frustración porque a los gobiernos se les avisa, «es decepcionante que el gobierno no se preocupe en el momento«.