Foto ilustrativa. El personal médico también ha sido afectado durante la pandemia. FOTO LA HORA/JOSÉ OROZCO

POR MARGARITA GIRÓN
jgiron@lahora.com.gt

Desde que inició la emergencia, son más de 50 mil guatemaltecos los que han sido afectados por el COVID-19; sin embargo, el personal sanitario que ha estado en primera línea también ha tenido que despedir a compañeros y muchos aún se encuentran afectados por la enfermedad.

Según el último registro del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), 1 mil 252 personas que laboran en el sector público de salud han dado positivo al virus, mientras que en los hospitales temporales registra 61 contagios. Además, se reportan 17 personas fallecidas, entre médicos, enfermeros, técnicos y personal administrativo de la red hospitalaria del país.

De acuerdo con los datos proporcionados por la cartera de Salud, 261 médicos de la red hospitalaria han sido contagiados, mientras que 5 corresponden a hospitales temporales. Los enfermeros y enfermeras son quienes han resultado más afectados, pues según el detalle, se reportan 545 contagios en la red hospitalaria nacional y 43 en hospitales temporales.

Los médicos se encuentran luchando contra la pandemia desde distintas entidades y hospitales. Varios han sido afectados y han fallecido. Foto La Hora

Además, también se reportan 98 contagios en el personal técnico y 145 en el personal administrativo de los hospitales nacionales y hospitales temporales. Asimismo, existen en el registro 216 personas contagiadas que no especifica a qué departamento pertenecen.

Aunque también se han reportado contagios en personal que trabaja para centros hospitalarios privados y el Seguro Social, el dato no está registrado en el Ministerio de Salud. Además, se consultó al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social si cuentan con un registro de cuánto personal sanitario de esa institución ha sido afectado por el COVID-19; sin embargo, indicaron que es información que no puede ser proporcionada.

MERCY S.: YO SABÍA QUE UN DÍA ESTO NOS IBA A ALCANZAR

*Mercy S. labora como enfermera del Seguro Social desde hace más de 10 años, desde que inició la pandemia, su mayor temor era contagiarse y contagiar a su familia. En el mes de junio fue sometida a la prueba de antígeno, pero dio negativo, no así el 20 de julio, cuando la prueba dio positivo. “Yo sabía que, esto un día nos iba a alcanzar, solo queda pedirle a Dios que no haya complicaciones”, dijo Mercy.

Tras dos semanas de padecer fiebres, confirmó que además de ella, sus dos hijas y su esposo también fueron contagiados; sin embargo, solo su hija menor y ella han mostrado síntomas y complicaciones leves que no han ameritado hospitalización, “hasta mis labios se reventaron de tanta fiebre, pero mientras no haya dificultad respiratoria no es necesario que nos hospitalicen”, agregó.

*Mercy S. labora como enfermera del Seguro Social desde hace más de 10 años, desde que inició la pandemia, su mayor temor era contagiarse y contagiar a su familia. Imagen: La Hora

A decir de Mercy, al ser enfermera y haber tenido contacto con pacientes COVID-19, es más fácil saber en qué momento puede complicarse la enfermedad por lo que durante el tiempo que ha estado guardando cuarentena en casa ha estado pendiente de su familia.

“Me siento tan culpable por mi familia. Además, los primeros días fueron difíciles porque tenía mucho dolor de cuerpo y pulmones, es como si doliera respirar. Es muy doloroso”, agregó.

Mercy detalló que, aunque al recuperarse quisiera pedir vacaciones para pasar más tiempo con su familia, su labor como enfermera le llama a volver al servicio, para continuar apoyando a las personas que, como ella y su familia, son afectadas por el virus.

“Pobres mis pacientes, en ellos pienso con todo esto, cada uno ha padecido la enfermedad de manera diferente. Yo solo le pido a Dios me dé fuerzas para salir de esto y seguir ayudando a los demás”, enfatizó.

Actualmente, Mercy continúa recuperándose en casa y espera volver a sus labores en la Emergencia de uno de los hospitales del Seguro Social, en donde presta sus servicios, como muchos de sus colegas, que, pese a los riesgos, continúan en primera línea salvando vidas.

*Por seguridad y a solicitud de la entrevistada, se utilizó un nombre ficticio en esta nota.

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