Por Margarita Girón
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Un clima de incertidumbre rodea a los migrantes que actualmente continúan llegando a Estados Unidos en busca de un futuro mejor, para muchos, solicitar asilo en el país norteamericano ha sido una de las opciones, debido a que sufren algún tipo de persecución en sus países de origen; sin embargo, no todos califican para obtener este beneficio migratorio, según lo explica Bárbara Pérez, abogada experta en migración de Caridades Católicas, en Orlando, Florida.
Pérez explicó que las leyes estadounidenses han incrementado los controles y han reducido el otorgamiento de beneficios migratorios para los migrantes que llegan de forma irregular a Estados Unidos en busca de asilo, por lo que es importante que quienes arriben a ese país sepan si pueden optar o no a este beneficio y así evitar caer en los “engaños” que muchas veces utilizan los coyotes que los trasladan de forma irregular.
“Nosotros vemos muchas personas con la creencia que al llegar aquí van a poder aplicar para un permiso de trabajo y la mayoría lo que quiere es venir a trabajar acá para mejorar sus condiciones de vida y lo que los coyotes les dicen que al llegar, es que pueden aplicar a un permiso y ya, pero eso no es cierto, porque se debe calificar primero para un beneficio migratorio como un asilo o una visa humanitaria y así aplicar después para un permiso de trabajo”, explicó Pérez.
LOS TIPOS DE ASILO
La experta detalló que para que una persona pueda solicitar asilo debe poseer ciertas características en cuanto al tipo de petición que realizará a las autoridades migratorias y en caso de no pedirlo cuando ingresa a los Estados Unidos, debe hacerlo antes de que pase un año de permanencia en ese país.
Según dijo Pérez, cualquier persona que tema por su vida o que haya sufrido persecución en el pasado o tema sufrir persecución en el futuro en su país de origen y que esta sea fundamentada puede pedir asilo; sin embargo, también existen ciertas características protegidas bajo la ley de asilo que son: raza, nacionalidad, religión, opinión política o por ser integrante de un grupo social especifico que deben tomarse en cuenta al momento de realizar la solicitud.
Pérez, también agregó que existen dos clases de asilo, el afirmativo, que se denomina así cuando el Servicio de Inmigración y Ciudadanía es quien decide si se otorga o no, y el defensivo que ocurre cuando tiene lugar en una Corte judicial cuando la persona se encuentra en proceso de deportación.
“Para aplicar a un asilo, la persona debe estar en un puerto de entrada, estar en Estados Unidos o bien siguiendo las nuevas regulaciones; ser devuelto a un país designado según su nacionalidad y debe demostrar que efectivamente fue víctima de persecución en su país de origen, pero hablamos de daños extremos, hablemos de daños individuales, a la propiedad o a cualquier persona allegada al solicitante”, detalló la experta.
También, indicó que cuando se habla de daños extremos, se refiere a daños que no esté sufriendo el resto de la población porque las leyes estadounidenses toman en cuenta estas solicitudes de forma individual y no colectiva.
Además, agregó que dentro de estos daños que se argumenten deben haber sido causados por el Gobierno, por personas afines al Gobierno, o personas que el Gobierno no quiere o no puede controlar.
Pérez indicó que no puede justificarse la petición basada en algún tipo de situación económica porque no está incluida dentro de las características protegidas. Además, explicó que aunque antes, el tema de la persecución por parte de pandillas o “maras”, podía ser parte de los grupos que el Gobierno no puede controlar, ahora esta característica no cuenta con tanto peso como antes al momento de otorgar el beneficio migratorio.
“Han habidos casos en los cuales los solicitantes argumentan membresía en algún grupo particular social y en ciertos ocasiones las personas han ganado su caso, argumentando que son parte de un grupo particular en Guatemala en donde según la naturaleza del grupo podría dar cierta ventaja para el solicitante, pero debe justificarlo y comprobarlo, pero esos son casos difíciles de aprobar y también tiene que ver en qué estado se haga la petición”, detalló la abogada.
De acuerdo con Pérez, si el asilo es aprobado el beneficiario puede vivir y trabajar en Estados Unidos, obtener un Número del Seguro Social, adquirir la licencia de conducir, además, puede tener ciertos beneficios sociales de salud. No obstante, si la solicitud es denegada, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía, lo enviará ante una Corte de inmigración donde se abrirá un proceso de deportación y se analizará nuevamente si la persona tiene el derecho de obtener el asilo.
LOS NÚMEROS NO SON ALENTADORES PARA LOS MIGRANTES QUE SOLICITAN ASILO
De acuerdo a lo observado por Pérez durante su experiencia, en el caso de los solicitantes de asilo de centroamericanos, por cada 10 solicitudes se otorgan una o dos, porque la mayoría de personas que aplican no cumplen con los requisitos establecidos por las leyes estadounidenses.
“Muchas de las personas que aplican para asilo justifican la solicitud por algún tipo de violencia doméstica o algún tipo de persecución por maras o violencia en general y no tienen oportunidades de trabajo en su país de origen y lamentablemente esos casos no están siendo aprobados por las autoridades”, puntualizó Pérez.
La abogada describió que aunque hay agencias que brindan asesoría legal gratuita o de bajo costo, el proceso legal también implica un costo para los solicitantes de asilo que puede variar según el servicio que contraten los solicitantes para su acompañamiento en las cortes.
ASÍ HA ACTUADO EL GOBIERNO ESTADOUNIDENSE
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) anunció el 14 de noviembre una regla propuesta para evitar que los migrantes entren ilegalmente a Estados Unidos y para “prevenir que presenten solicitudes de asilo que sean frívolas, fraudulentas o no meritorias con el propósito de obtener una autorización de empleo”.
Según detallan, la propuesta surge del Memorándum Presidencial sobre Medidas Adicionales para Mejorar la Seguridad en la Frontera publicado el 29 de abril de 2019, en el que enfatiza que es la política de Estados Unidos gestionar programas de inmigración humanitaria de manera segura y denegar los beneficios a quienes no califican.
Esta medida afectaría a decenas de miles de inmigrantes, tanto a los que piden asilo tras cruzar la frontera irregularmente, como a aquellos que han presentado casos de asilo afirmativo y aguardan por el Documento de Autorización de Empleo (EAD, por sus siglas en inglés), el cual facilita a los migrantes laborar legalmente y obtener un número de Seguro Social.
En el caso de Guatemala, se encuentra en proceso de implementación del Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA), mismo que según detallaron autoridades diplomáticas en el país, se encuentra en un período de prueba y así se evidenció con la llegada del primer ciudadano hondureño, solicitante de asilo al país, quien luego de su llegada al país, fue retornado a su país de origen al día siguiente de su llegada a Guatemala.
Finalmente, la experta señaló que es importante orientar a las personas que en algún momento han considerado migrar a los Estados Unidos y solicitar este tipo de beneficio migratorio, pues muchas veces no conocen los requisitos para poder calificar y ser beneficiado.