Bryan Wright (Der) y su esposa Farrah Jacquez posan para una foto en su casa de Cincinnati Wright, cuya esposa es de ascendencia mexicana, está a favor de la inmigración y dice que a menudo se generan tensiones al hablar de política en las reuniones familiares, ya que varios parientes apoyan a Donald Trump, que postula políticas de mano dura hacia los inmigrantes. FOTO LA HORA: JOHN MINCHILLO/AP.

Por DAN SEWELL
CINCINNATI
Agencia (AP)

Por las dudas, evite hablar de política en el Día de Acción de Gracias.

La posibilidad de un juicio político a Donald Trump puede agriar las reuniones de uno de los feriados más importantes de EE. UU. en medio de un ambiente extremadamente polarizado, que encuentra a muchas familias divididas.

«No le quepa la menor duda de que hablaremos del impeachment», afirma Bryan Wright, de Cincinnati. En su familia hay gente de todas las tendencias, incluidos partidarios del presidente, y él y su madre han estado intercambiando mensajes de texto sobre la posibilidad de que las cosas se pongan tensas en la mesa.

Wright apoya la llegada de inmigrantes, que son una fuerza pujante en la economía de Cincinnati, pero algunos de sus parientes están a favor del muro que Trump quiere construir en la frontera con México y dicen que a él «los liberales le hicieron un lavado de cabeza», según comentó.

La esposa de Wright, la profesora de psicología de la Universidad de Cincinnati Farrah Jacquez, es de ascendencia mexicana. Las familias de ambos se reunirán en la casa de los padres de Wright.

En el encuentro familiar del 2016, justo después de que Trump ganase las elecciones, no se sabía si a la reunión asistirían parientes de Tennessee que apoyan al magnate. Al final fueron y algunos «hicieron comentarios horribles sobre los inmigrantes y la inmigración», recordó Wright.

Alex Triantafilou, abogado y presidente del Partido Republicano del condado de Hamilton, Ohio, también espera que se hable del juicio político en la reunión de la familia en la casa de su hermano mayor. Triantafilou se opone al impeachment, lo mismo que la mayor parte de su familia. Pero que últimamente están escuchando otros puntos de parte de nuevos parientes políticos y amigos.

«Si viene alguien que no se subió al tren de Trump, por así decirlo, le van a llenar los oídos», expresó, agregando que generalmente las discusiones tienen «un tono divertido».

A veces, sin embargo, las cosas se ponen tensas.

Wright recuerda una ocasión en la que alguien hizo comentarios ofensivos que generaron malestar. Mindy Nagel, terapeuta física liberal, retiró de su lista de «amigos» de Facebook a un hermano conservador por las cosas que publicaba y dijo que estará «rodeada» de gente que no está de acuerdo con ella en la reunión en casa de sus suegros.

Nagel indicó que su anfitrión probablemente no sintonice Fox News, un canal noticioso de derecha, mientras ella está allí, pero que seguramente alguien «tratará de agitar el avispero» planteándole el tema de Trump y del juicio político.

Elaine Swann, coach de modales de Los Ángeles, recomienda a los anfitriones que estén preparados para limar asperezas si se habla de política.

«Considero saludable decir lo que uno piensa y hablar de estas cosas», manifestó Swann, en cuya casa se hará la reunión familiar del día de Acción de Gracias. «Mi consejo es tomar un camino que permite a la gente opinar, pero sin salirse de ciertos carriles».

Una táctica: Disponer de una sala aparte para los que quieren hablar de política. Otra posibilidad es designar a alguien apacible para que modere las discusiones.

Triantafilou, un ex juez, dice que a menudo a él le encomiendan ese papel.

«Esta vez preferiría que no se hablase de política en el Día de Acción de Gracias», indicó. «Preferiría ver un partido de fútbol americano».

Swann, quien recibirá a unas 30 personas, dijo que, si los invitados empiezan a darse palos, «mejor que tenga a mano actividades para distraer a la gente».

Los juegos son una buena distracción, según Swann. O pedirle a la gente que lleve fotos de la familia para compartirlas.

Si el ambiente se caldea, Wright propone intervenciones tipo «¿qué tal esos Bengals?», el equipo de fútbol americano de Cincinnati, que no ha ganado un solo partido esta temporada.

Swann dice que lo importante es que las familias se reúnan y la pasen bien.

«Tal vez no estemos de acuerdo en todo, pero somos una familia», expresó. «Siempre digo que hay que querer a tu familia, porque no hay nada seguro. Nadie sabe quién se va a despertar mañana y quién no».

Wright echará de menos a su tío Tom Burnside, quien falleció en el 2018. Apoyaba a Trump y le encantaba hablar de política y «decir tonterías». Pero tanto él como su tío escuchaban al otro.

Aunque «nadie cambiaba de parecer por esas charlas», dijo Wright.

Al tío le encantaba tener la última palabra y sin que nadie se diese cuenta dejaba tazas con imágenes de Trump en la alacena, para que sirviesen café en ellas.

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