Mineduc con cero inversión en 2020 y 2021 en tecnología educativa

Jeanelly Vásquez

Desde el 2020, con el ingreso del COVID-19 a Guatemala, una de las principales preocupaciones de la población ha sido la capacidad del Ministerio de Educación (Mineduc) para garantizar la calidad de la educación, y en particular la atención a alrededor de tres millones de estudiantes del sector oficial dadas las condiciones de pobreza que afecta a la mayoría de los guatemaltecos, cerrando el acceso a la educación a distancia.

Distintos profesionales han cuestionado la gestión de la ministra Claudia Ruiz por la falta de reacción desde el inicio de la pandemia en la previsión para dotar de recursos tecnológicos a los estudiantes, y las constantes alertas se perdía el tiempo, lo que agudizaría más el abandono escolar.

A dos años de haber cerrado las aulas, documentos compartidos a La Hora por el Mineduc confirman el temor de los expertos: En 2020 y 2021 no se ejecutó ningún plan de tecnificación para el sistema educativo, con cero inversiones.

 

NO HUBO ESTRATEGIA EN 2020 Y 2021

Los primeros dos años de pandemia condicionaron un cambio radical en el sistema educativo nacional, pues los centros tuvieron que operar a distancia, evidenciando las desigualdades de la población para acceder a medios tecnológicos, así como conectividad a internet y electricidad.

Ante la falta de información por otras vías, se solicitó a través de la Ley de Acceso a la Información Pública copias de las estrategias de 2020 y 2021 para garantizar el acceso a las plataformas digitales y de tecnología a los estudiantes de Guatemala.

El presidente, Alejandro Giammattei durante la inauguración del ciclo escolar en Escuintla. Foto La Hora/Presidencia.

Como respuesta, la Dirección General de Gestión de Calidad Educativa (Digecade), dijo:

“En los años 2020 y 2021 no hubo ejecución del proyecto de Tecnología en el aula”.

Lo anterior implicó que en ambos años ningún alumno en Guatemala recibió una computadora, celular o tableta para continuar con la educación a distancia como soporte del Estado para cumplir con el mandato constitucional de garantizar el acceso a la educación.

PLAN FUE EJECUTADO DOS AÑOS DESPUÉS

La Digecade reconoció que el Proyecto de Tecnología en el Aula se desarrolló en 2021; sin embargo, su ejecución estaba prevista para el ciclo escolar 2022. También se solicitó el presupuesto de este proyecto, pero no fue incluido en la respuesta.

El objetivo principal de la iniciativa es impulsar el uso de la tecnología como una herramienta complementaria y de aplicación del aprendizaje. Entre otros objetivos se planteó:

1. Implementar procesos educativos de enseñanza y aprendizaje a través de tecnología en el aula.
2. Capacitar a los docentes en el uso de equipo tecnológico para que desarrollen sus habilidades digitales y las transfieran a sus estudiantes.
3. Desarrollar un proceso de acompañamiento para verificar el uso adecuado de los recursos tecnológicos.
4. Retener a los estudiantes debido a la motivación generada por el proyecto. 

 

PROYECTO TIENE BAJA COBERTURA

“Tecnología en el Aula” pretende beneficiar a 303,517 estudiantes y 12,775 docentes en 1,896 escuelas de educación primaria del sector público; sin embargo, hasta el 24 de febrero de este año, el Mineduc reportó la entrega de 69,750 tabletas, es decir, 23% de la cobertura estimada.

 

 

La descripción del proyecto contempla como beneficiarios a 303,517 estudiantes de primaria en el sector público, pero esta cantidad ni siquiera cubre la mitad de los alumnos promovidos en 2021, como tampoco a los 2.045,146 alumnos inscritos el año pasado entre primero y sexto primaria.

Según los datos compartidos por el Mineduc, a través de una solicitud de información pública, en 2021 fueron promovidos 1.804,817 estudiantes de primaria en el sector oficial. Quiere decir que el proyecto solo cubriría al 17% de los estudiantes previstos para el ciclo escolar de 2022.

Los cierres prolongados perturban los servicios esenciales de las escuelas. Foto ilustrativa. La Hora/Archivo.

Asimismo, el proyecto excluye a los alumnos de preprimaria, primaria para adultos, básico y diversificado, quienes en 2021 componían el 32% de la matrícula estudiantil del sector público nacional.

¿IMAGEN PUBLICITARIA O BENEFICIOS CONCRETOS?

En criterio del exviceministro de Educación, Francisco Cabrera, este proyecto se suma a la lista de iniciativas que en vez de solucionar los problemas estructurales de la educación en Guatemala, solo sirven para mejorar la imagen de la administración de turno.

“Ciertamente es más publicidad. Luego de la foto, no pasa mucho”, resumió el también consultor en temas educativos.

Con base en su experiencia en el Mineduc, Cabrera comentó que los esfuerzos de tecnificar las aulas no han trascendido por la carencia de una planificación integral.

Por ejemplo, antes de la pandemia solían implementarse laboratorios de computación en los establecimientos, pero estos únicamente beneficiaban a un grupo específico de estudiantes y más allá de la instalación del equipo, la institución debía invertir en mantenimiento y capacitación.

Según las autoridades, sí han trabajado en garantizar la educación durante la pandemia. Foto La Hora.

“Por más que el Ministerio haga, siempre va a tratarse de procesos sumamente focalizados; ese realmente es el problema. Antes de la pandemia se hacían laboratorios en escuelas, pero era solo para un pequeño grupo porque era más que todo un programa simbólico y no una solución al sistema educativo”, puntualizó.

Asimismo, consideró que las iniciativas de tecnificación no son aprovechadas por los educandos, puesto que, en primer lugar, el Mineduc no imparte las capacitaciones necesarias.

“No tenemos docentes capacitados para utilizar la tecnología, porque en general son renuentes a su uso porque no la dominan mejor que sus estudiantes; y ellos -profesores- hacen lo que pueden”, agregó.

Además, observó que el Ministerio de Educación no ha invertido lo suficiente para brindar el beneficio a todo el país, tampoco existen registros nacionales que expliquen el panorama actual de Guatemala y en qué plazo se lograría una cobertura nacional.

El presidente Alejandro Giammattei y su ministra de educación, Claudia Ruiz, han asegurado que sí han proporcionado equipos para la educación. Foto La Hora/Presidencia.

“A día de hoy no hay un estudio que nos diga cuán lejos está la conectividad del sistema educativo, y el Mineduc no puede estimar si lo logrará en cinco, 15 o 20 años. Tampoco hay una idea del costo que eso podría representar”, lamentó Cabrera.

TECNIFICACIÓN VA MÁS ALLÁ DEL EQUIPAMIENTO

En Guatemala, la tecnificación del sistema educativo tuvo un impacto abrupto como consecuencia de la pandemia y la educación a distancia, pero dos años y tres semanas después no se ha evidenciado una reforma estructural en la educación pública.

Este contexto deriva de distintos factores: en primer lugar, la provisión de equipo tecnológico no garantiza por sí sola una mejora en el aprendizaje.

Además de una tableta, computadora o celular, el estudiante requiere conectividad a internet y, en consecuencia, servicio de electricidad en su hogar.

Los datos disponibles reflejan que tanto internet como la electricidad son dos servicios a los cuales no todos los hogares de Guatemala pueden acceder. De acuerdo con el dato más reciente del Banco Mundial de 2019, un 44% de la población contaba con acceso a la red.

No obstante, un informe de Kantar de marzo de 2021 reportó que durante la pandemia, el crecimiento de banda ancha en Guatemala fue únicamente del 8%, mientras El Salvador aumentó un 11%; Panamá, 14%, y Costa Rica, 17%.

“Es un problema que el país no ha resuelto, que tiene hasta que ver con la legislación”, refirió Cabrera.

En ese sentido, el 4 de marzo del 2021, los diputados Román Castellanos y Samuel Pérez Álvarez presentaron a la Dirección Legislativa del Congreso la iniciativa de Ley 5889 “Ley de acceso gratuito a internet para la educación e información pública”.

La propuesta contempla 14 artículos y plantea como beneficiarios a los centros educativos de los tres niveles, universidades y entidades públicas del país. De aprobarse, por el pleno, la Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT) sería la encargada de velar por el cumplimiento de la ley, pero esta permanece estancada en el Congreso desde hace más de un año.

Por otro lado, en agosto de 2021 el Ministerio de Energía y Minas (MEM) presentó los resultados de un censo de electrificación rural en 46 municipios de ocho departamentos, mediante los cuales se determinó que 76,411 hogares no contaban con energía eléctrica.

También según el Censo poblacional de 2018 consigna a alrededor de 385 mil familias sin acceso a electricidad, pero el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, estimó que la cantidad continúa en aumento.

“Según nuestras proyecciones, se va a convertir en alrededor de 420 mil o 430 mil”, comentó el funcionario a finales del 2021.

De cualquier modo, Cabrera concluye que mientras no exista la voluntad política ni una base estadística clara de donde partir, la tecnificación de la educación será una aspiración cada vez más lejana para la juventud guatemalteca.

“En el país ni siquiera tenemos un registro que nos diga cuántos estudiantes tienen una computadora. Alguna información puede encontrarse en el censo, pero es muy básica. Para tomar una decisión, necesitamos la información, pero ni siquiera la tenemos”, lamentó.

Con los años el magisterio dirigido por Joviel Acevedo se ha convertido en un elemento a favor de los gobiernos frente a ciertas coyunturas, no así para conseguir mejorar para la educación Foto La Hora

SIN POSTURA DEL MINEDUC

En contexto de esta problemática, La Hora solicitó al Ministerio de Educación una postura respecto al retraso en la tecnificación de las aulas durante la pandemia; sin embargo, al igual que en ocasiones anteriores, la cartera no respondió lo solicitado.