José Orozco, fotoperiodista, inició su trayecto en La Hora hace más de una década como piloto hasta dominar la fotografía. Actualmente sus colegas periodistas lo definen como una persona amigable, respetuosa y comprometida, valores que fueron resaltados por la Orden Edgar Valle 2021.
La Municipalidad de Guatemala (MuniGuate) entregó el galardón de este año a cuatro periodistas. La selección fue realizada a partir de los votos de colegas periodistas.
¡FELICIDADES JOSÉ OROZCO!
José Orozco, fotoperiodista del Diario La Hora recibe la Orden Édgar Valle 2021. Destaca por los años que ha dedicado a esta profesión, labor que para él debe ser ejercida con ética. pic.twitter.com/L24Mj5IFaL
— Diario La Hora (@lahoragt) December 10, 2021
LA EVOLUCIÓN DE LA PROFESIÓN
Antes de ser parte de La Hora José Orozco trabajaba como cajero, pero a partir del 20 de noviembre de 2001 fue contratado como piloto en La Hora. “Llevaba a las secretarias a hacer sus mandados, manejaba una Mazda grandota, me recuerdo. Con el pasar del tiempo me pasaron a repartir el periódico en las tardes, en la mañana llevaba al fotógrafo y en la tarde repartía”, narró.
En el trayecto conoció a Johan Ordóñez, exfotógrafo en La Hora, quien le enseñó los fundamentos de la fotografía. “Con Johan creamos una amistad de confianza y un día le dije: ‘mire a mí me gustaría aprender’; íbamos a Escuintla ese día y yo era piloto”, contó.
Antes de retirarse, Ordóñez refirió a José Orozco como su sucesor en el puesto. Atendiendo esta sugerencia, Orozco fue el nuevo fotógrafo. Con una cámara Canon T100 inició cubriendo la nota roja, lo cual, según describió, le ayudó a practicar.
Orozco recalca que parte de su aprendizaje empírico fue gracias a sus amistades en otros medios, quienes siempre prestaron su asesoría. Parte de esta evolución ha incluido la habilidad de hacer entrevistas como herramienta periodística y redactar las posibles preguntas.
“Hay veces que las personas no quieren fotografías y está bien, pero hay fotoperiodistas que toman la fotografía de todos modos y yo creo que ahí ya no hay respeto”
José Orozco, La Hora
“LA ÉTICA ES LO MÁS IMPORTANTE”
Además de las aptitudes que requiere ser un fotoperiodista, Orozco menciona que esta profesión requiere un valor importante: la ética. “La ética es no hacer a otros lo que no quisiéramos que nos hicieran a nosotros”, menciona el galardonado.
Esto es practicado en la vida de José Orozco, pues comentó que en coberturas diarias es indispensable contar con el consentimiento de las personas. “Hay veces que las personas no quieren fotografías y está bien, pero hay fotoperiodistas que toman la fotografía de todos modos y yo creo que ahí ya no hay respeto”, declaró.
TRANSICIÓN A LA VIDEOGRAFÍA
Las tendencias de las redes sociales conllevaron a que José Orozco una vez más se adaptara, pero ahora para convertirse en videógrafo. Por ello el equipo de trabajo de Orozco incluye una mochila donde carga sus herramientas: un estabilizador, iPhone 11, un par de audífonos, una tableta, un micrófono inalámbrico y una batería de tres cargas.
“Ahora que ha pasado el tiempo, la nueva modalidad nos ha impulsado a hacer videos. Es algo nuevo porque requiere edición y aprender a hacer tomas, videos, en que momento usar el modo 4k o normal. Todo eso he tenido que leerlo y ver tutoriales para ir mejorando”, describió.
El premiado enfatizó que un video habla mucho de quien lo hizo.
— ¿Y qué crees que tus videos dicen de ti?, se le preguntó.
— Que les pongo mucho cariño porque a mí me gusta mucho hacer bien las cosas. Sé que cómo humanos fallamos, pero mientras podamos hacer bien las cosas, hay que hacerlo, respondió.
— ¿Te ves haciendo fotografía por el resto de tu vida?
— En el foro periodismo podría decir que ya topé porque es lo que me gusta y no me veo haciendo otra cosa a menos que sea necesario, porque el ser humano se debe adaptar. Me veo haciendo fotoperiodismo hasta donde Dios me permita porque es un gran complemento en mi vida. Aún si me fuera de La Hora algún día seguiría haciendo videos.
Luego de recibir el reconocimiento, Orozco disfrutó el almuerzo junto con otros colegas, para luego retirarse en su motocicleta a terminar una jornada más de oficio.