En ese espacio habría viajado un hombre de Guatemala a Miami. Foto captura de pantalla

Aunque para Guatemala los casos de polizones en el tren de aterrizaje de aviones son poco comunes, este es un fenómeno reportado desde hace décadas en distintos países, en el que buscan un cambio escapando hasta más de 10 mil metros de altura.

Obligados a migrar por las circunstancias en sus naciones, muchas personas han optado por esta travesía de alto riesgo, pocos logran su cometido, aunque, según el registro de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), la mayoría de intentos culminan con la muerte de los viajeros.

EL IMPRESIONANTE CASO GUATEMALA

El 27 de noviembre fue difundido el video de un hombre quien, luego de aterrizar en Miami, Florida, fue asistido por trabajadores del aeropuerto. Se trata de un supuesto polizón quien, escondido en el tren de aterrizaje del avión sobrevivió supuestamente desde Guatemala a la ciudad estadounidense.

Los trabajadores se preguntaban sorprendidos: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? La anterior es una interrogante que aún no ha sido respondida con exactitud; sin embargo, a partir de los pocos datos publicados se puede plantear un posible escenario al cual estuvo sometido el sujeto.

Una fuente conocedora de aviación y de los sistemas de controles explicó que las condiciones técnicas varían según el modelo de la aeronave y su configuración. El vuelo, hasta donde se sabe, fue identificado como AA1182 (American Airlines); un Boeing 737-800, según resaltaron medios internacionales. Además, el avión habría partido del Aeropuerto Internacional La Aurora hacia Miami a las 6:18 horas del sábado.

Normalmente un vuelo de estos se eleva a 30 mil o 35 mil pies de altura (hasta unos 10,668 metros), describió la fuente. “Si hablamos de 35 mil pies de altura, hablamos de los -55°C y una persona entra en grado de congelación a los 0°C. Para mí es increíble que esta persona, si es de verdad, haya sobrevivido”, comentó.

Más allá de las condiciones de altura, el experto consideró que el espacio en donde el individuo pudo resguardarse no presenta ninguna condición apta para su resguardo. En su criterio no hay cabida para un cuerpo humano en el área. “Es casi imposible, solo que fuera un buen contorsionista”, dijo.

 

Otro factor fue la baja cantidad de oxígeno a la cual se expuso la persona. La presión en la tierra es casi del 80% de oxígeno y al momento de tomar un avión este es presurizado, es decir, que la misma presión del suelo se acopla a la de la nave; pero por el contrario, el área del tren de aterrizaje no es presurizada.

“Obviamente, afuera la presión es menor, el oxígeno es menor, casi que un 1% a 5% de oxígeno si mucho. La presión en la tierra es de casi el 80%”, distinguió. Además, otro elemento de alto riesgo lo constituye que los aviones aterrizan en las pistas a una velocidad cercana de 240 kilómetros por hora.

¿CÓMO SOBREVIVEN ESTAS PERSONAS?

La periodista Romina Ruiz-Goiriena refirió en su cuenta de twitter que más de un centenar de individuos ha intentado viajar en trenes de aterrizaje de avión desde los años 40, la mayoría han muerto en el intento, de acuerdo con registros de la FAA.

“Según la FAA en EEUU, hasta febrero de 2021, 129 personas han intentado refugiarse en los trenes de aterrizaje u otras áreas de aviones comerciales alrededor del mundo desde 1947. De estas, 100 personas (el 78%) murieron a causa de lesiones o exposición durante el vuelo”, compartió Ruiz-Goiriena.

 

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La entidad gubernamental estadounidense estudió dos casos de sobrevivencia: un individuo que viajó desde La Habana, Cuba hacia Madrid, España; y otro que partió de Bogotá, Colombia a Miami, Florida. Las altitudes de ambos vuelos fueron de al menos 35 mil pies, con temperaturas estratosféricas en el rango de (-) 65F.

Aunque es poco común que un individuo sobreviva a estos escenarios, la FAA describió algunas condiciones que probablemente concedieron el milagro a los sobrevivientes. La primera fue la presencia de líneas hidráulicas calientes en el hueco de la rueda y los neumáticos inicialmente calientes, los cuales pudieron proporcionaron un calor significativo a los sujetos.

Los individuos expuestos a altas alturas pueden padecer una hipoxia, o falta de oxigenación en el cerebro. A pesar de la falta de presurización, o equipo personal de oxígeno, el ascenso estable de la aeronave pudo permitir que la hipoxia condujera a una inconsciencia gradual, determinó la FAA.

Por otro lado, a medida que el ambiente del hueco de la rueda se enfría lentamente, la hipotermia acompaña a la hipoxia profunda, preservando la viabilidad del sistema nervioso. “Con el descenso y el calentamiento, junto con el aumento de la presión de oxígeno atmosférico, la hipoxia y la hipotermia se resolvieron lentamente”, reflejó el análisis.

 

Sin embargo, otra fuente experta consultada por La Hora describió que estos aviones no tienen ningún área que provea calor, de hecho, explicó que es un sitio demasiado frío. “No hay ninguna -área de calor en el tren-. Esa parte no es presurizada y ahí está recibiendo el aire del avión en pleno vuelo, entonces es aire frío, no caliente”, dijo.

Bajo este escenario, el profesional también mencionó el desarrollo de una hipoxia, en cuyo caso la persona no puede moverse, apenas puede razonar, más no pronunciar palabras. En la mayoría de los casos es una causa de muerte. “El ser humano aguanta en promedio 10 minutos de hipoxia, si no es menos; me parece un caso increíble que haya sobrevivido”, reiteró.

“MILAGRO Y RÉCORD GUINNESS”

La popular aviadora, Mar Dosil, ofreció a sus seguidores en Instagram una interpretación del caso, catalogándolo como un milagro y récord Guinness.

“¿Por qué?”, preguntó la piloto; “porque una persona estandard ‘no fumadora’ puede soportar hasta 14 mil pies (unos 4,267 metros) de altitud respirando de manera natural, un deportista alpinista del Monte Everest puede soportar los 29 mil pies bajo una estricta superación de cada paso de su escalada con trajes especiales para el frío y la hipoxia como riesgo latente”, profundizó.

También remarcó que el sobreviviente voló a más de 30 mil pies de altura. “Este señor lo hizo de cero pies a 33 mil pies durante casi 3 horas de un solo empujón Y ESTÁ VIVO!!! De verdad sin palabras, que me expliquen esta hazaña, aunque me gustaría tener la opinión de un médico neurólogo si es posible para que atienda 2 locos de una sola vez, a mí y a él”, indicó la profesional.

OTROS CASOS IMPRESIONANTES

En 2019 un hombre del barrio de Clapham en Londres, fue sorprendido por el impacto desde el cielo de un objeto grande e inusual. Al revisar detenidamente, notó que se trataba de un humano. Los medios internacionales consignaron que, según la policía local, el individuo era un supuesto polizón que habría viajado en el compartimento del tren de aterrizaje de un avión proveniente de Nairobi con destino a Londres.

“Estaba en la cocina y escuché un fuerte sonido. Pensé que mi casa se estaba derrumbando. Subí y vi a través de mi ventana y vi el cuerpo”, dijo un vecino al medio The Sun del Reino Unido. El impacto del hombre al caer fue tanto que dejó un cráter en el suelo, según documentó el medio local.

Agencias internacionales también reportaron el caso de un menor que, al igual que otros individuos, falleció en el intento. En ese hecho se trató de un niño en el tren de aterrizaje de un avión en París, procedente de Abiyán, Costa de Marfil.

 

Los medios señalaron que el menor tenía 10 años de edad. Según el Diario de España, varios adolescentes y niños han fallecido congelados o aplastados en los trenes de aterrizaje al intentar viajar de esta manera. “Air France confirma que el cuerpo sin vida de un polizón fue descubierto en el eje del tren de aterrizaje del avión que realiza el vuelo AF703 entre Abiyán (ABJ) y París-Charles de Gaulle el 7 de enero de 2020”, comunicó la aerolínea en Twitter.

Ese mismo año, en febrero, el diario El Comercio informó sobre el fallecimiento de dos personas en un avión de Latam Airlines en la ruta Guayaquil – Nueva York, al caer de la aeronave cuando despegaba del aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo, en Ecuador.

“Dos personas se metieron en el tren de aterrizaje y al decolar (despegar) el avión seguramente el sistema los expulsó o ellos se desanimaron (…) y se lanzaron”, declaró el general de policía ecuatoriana, Marcelo Tobar, a medios locales.

Estos sucesos pueden estar motivados por distintas razones, entre estas las crisis humanitarias. En agosto de 2021 la Fuerza Aérea de los Estados Unidos confirmó el hallazgo de restos humanos en el tren de aterrizaje de un avión que partió del aeropuerto de Kabul. En el marco de la crisis por el ascenso de los talibanes, varios videos fueron difundidos donde se figuraban afganos intentando partir, a toda costa, en uno de los vuelos militares para escapar.

El joven viajaba en el compartimiento de un avión, al llegar a suelo estadounidense fue ayudado. Foto: La Hora/captura de pantalla

Aunque son pocos los casos de supervivencia, uno de los sucesos estudiados por la FAA, es el de un joven cubano, quien aferrado a su sueño, logró llegar a Madrid en el tren de aterrizaje de un avión. Según describió El Comercio, el hombre era soldador y medía 1.60 m. de estatura.

“Se había subido a un avión comercial que volaría nueve horas de continente a continente, muchas de esas horas volando cerca a los 10 mil metros de altura. Su cuerpo llegó a soportar, según los cables de la época (UPI), un frío similar al que afrontaban los montañistas de los Himalayas”, detalló el medio.

En Madrid, las autoridades encontraron a un hombre cubierto por una capa de hielo, casi congelado, “blanco como el papel”, y con las facciones faciales azules. Inmediatamente fue ingresado a un hospital de Madrid, donde logró sobrevivir, relató el medio.

Según el doctor Graciano Martin, Jefe del Departamento Cardiovascular del Hospital General de Madrid, consultado por el medio, muy probablemente sufrió un paro cardiaco, con base en la información de los electrocardiogramas.

EL galeno agregó que, al hacer trasplantes de corazón, por ejemplo, los pacientes son sometidos a bajas temperaturas y cuando se llega a 28 grados bajo cero, el corazón cesa de latir “y permanece el paciente en un estado de animación suspendida”.

Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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