La migración irregular continúa siendo en Guatemala una alternativa altamente recurrida por miles de personas, quienes, pese a los riesgos que ello pueda implicar, emprenden el trayecto hacia otro territorio. Este 27 de noviembre medios estadounidenses documentaron la llegada a Miami de un polizón escondido en el tren de un avión proveniente de Guatemala.
Además de representar un riesgo para la vida de quien realiza la hazaña, este tipo de situaciones evidencian las falencias del sistema de seguridad aeroportuaria del país. Fuentes extraoficiales confirmaron a La Hora que el hecho está siendo investigado por las autoridades aeronáuticas para determinar si el polizón ingresó al tren del avión en Guatemala o en un aeródromo u otro aeropuerto ajeno.
El individuo fue captado por el medio local “Only in Dade”. Ahora procederá la asistencia médica al polizón y la evaluación de su caso por parte de las autoridades estadounidenses.
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— Diario La Hora (@lahoragt) November 27, 2021
¿CÓMO PODRÍA ALGUIEN INFILTRARSE EN EL TREN DEL AVIÓN?
“Hay varias formas” en las cuales una persona podría burlar la seguridad de un aeropuerto, aseguró Luis Chinchilla, consultor en seguridad estratégica. El profesional describió que la seguridad de los aeropuertos y bases son ahora contraladas con el apoyo de la tecnología de monitoreo.
“En el caso de Guatemala o Latinoamérica, recuérdese que nuestros medios no son lo suficientemente eficaces. No quiero decir que no tenemos tecnología, el asunto es quién administra o gestiona esa tecnología de seguridad”, cuestionó Chinchilla.
Aun así, el profesional declaró que las infiltraciones de este tipo son complicadas y difíciles de efectuar, a menos que se conozcan los planos del avión y el funcionamiento del aeropuerto. “Me imagino que, por todo esto y cuestiones de seguridad mismas, los aviones tienen limitado este acceso porque no es lógico, ni predecible que una persona se vaya en el tren de aterrizaje de un avión. Es casi imposible acceder a esas áreas, solo que se conozca bien el plano del avión”, remarcó.
UNA DE DOS: LOS CASOS SON POCO COMUNES O SOLO NO SON EXPUESTOS
Las autoridades oficiales aún no han confirmado si el individuo ingresó al tren del avión en la pista guatemalteca, pero, de ser así evidenciaría una grave falta de seguridad en los aeropuertos de Guatemala y en particular, el principal de este país.
“Hay muchas formas de burlar los controles y eso es lo que nos indica que estamos en un estado de vulnerabilidad aún o que todavía no tenemos la logística, el entrenamiento necesario para controlar este tipo de movimientos”, añadió Chinchilla.
Por otro lado, una infracción de este tipo puede ser penalizada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), lo cual degradaría la calificación de seguridad del aeropuerto donde haya sido cometido el acto.
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“Es la primera vez que escucho un caso así; me imagino que si hubo debieron ser muy pocos o las autoridades no lo han hecho público porque de alguna manera eso también vulnera la calidad de seguridad aeronáutica. Acuérdese que todos los controles de calidad están certificados por los Estados Unidos, entonces me imagino que hay información que no se publica”, formuló el consultor.
LOS RIESGOS A LOS QUE FUE SOMETIDO EL MIGRANTE
Chinchilla enfatizó que estos casos son poco comunes no solo por su complejidad, sino por el peligro que conlleva para el tripulante irregular.
“Es usual que estos movimientos se hagan por tierra, por ejemplo, en las fronteras con México, pero es muy inusual que las personas traten de hacerlo por avión, precisamente porque es un riesgo muy alto. Toda el área donde se guardan las llantas es un área bien fría. Realmente es bastante peligroso; yo calculo que son temperaturas que van entre los +3 y -3 grados centígrados”, detalló.
Aunque los aviones tienen distintas características, lógicamente la presión no es la misma en el área de pasajeros que en las otras partes de la nave. Los videos de medios estadounidenses también reflejan el asombro de los presentes, quienes cuestionaban cómo el hombre sobrevivió al vuelo.
“Me imagino que toda esa parte donde va el tren de aterrizaje, no lleva la misma presurización que el área donde van los pasajeros. En los aviones, por ejemplo, el área de equipaje lleva condiciones determinadas; sin embargo, también han de tener una parte de los compartimientos donde llevan mascotas, allí es un aire más tolerable”, sugirió Chinchilla.
Este fenómeno no es exclusivo de vuelos provenientes de Guatemala. Luego de crisis humanitarias se han documentado casos de personas que, con la urgencia de escapar de su país, emprenden la peligrosa travesía. La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos publicó un análisis de estos fenómenos desde Cuba y Bogotá (2009).
Ambos vuelos fueron registrados al menos a 35 mil pies de altura con temperaturas estratosféricas en el rango de (-) 65F. “A pesar de la falta de presurización, o equipo personal de O2, la presencia de líneas hidráulicas calientes en el hueco de la rueda y los neumáticos inicialmente calientes proporcionaron un calor significativo”, consignó la entidad.
Según este análisis, el ascenso estable de la aeronave permitió que la hipoxia -cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro- condujera a una inconsciencia gradual. “A medida que el ambiente del vacío de la rueda se enfría lentamente, la hipotermia acompaña a la hipoxia profunda, preservando la viabilidad del sistema nervioso”, amplía el texto.
El descenso y el calentamiento, junto con el aumento de la presión de oxígeno atmosférico, puede lograr que la hipoxia y la hipotermia se alivien lentamente; no obstante, en los pocos casos extraordinarios de supervivencia, las personas pueden aterrizar en un estado semiconsciente, afirma.