Cada 1 de noviembre el municipio de Santiago Sacatepéquez celebra el Día de Todos los Santos con arte y tradición. La elaboración de barriletes gigantes ha trascendido de generación en generación como una manera de conectar a la juventud local con sus tradiciones ancestrales; este año la pandemia no impidió este festejo de forma virtual y los habitantes de distintas edades lograron exponer sus obras desde el estadio regional.
122 AÑOS DE TRADICIÓN
Este 1 de noviembre se cumplen 122 años del festival de barriletes gigantes en Santiago Sacatepéquez. Este día los vecinos y vecinas acostumbran visitar a sus seres queridos difuntos y decorar sus tumbas, para luego orar y depositar sus ofrendas florares y finalmente elevar barriletes en el cielo.
“No es una simple distracción, es un acto que guarda un sentimiento de identidad”, describió el diputado departamental Mario Azurdia. Esta tradición tiene sus bases en la cultura y religión de Santiago Sacatepéquez, pues, según narra la creencia, el barrilete funciona como un canal de conexión entre las almas difuntas y el plano terrenal.
A su vez, el diputado recordó que los barriletes coloridos funcionan como un mensaje de la paz mediante un telegrama al realizar un agujero en un pedazo de papel o cartón y colocarlo en la cuerda del barrilete. Al halar el lazo el telegrama se eleva hasta llegar al propio barrilete, dirigiendo un mensaje de bienestar y súplicas de paz hasta el cielo.
Por su significado ancestral y social, esta tradición fue declarada patrimonio cultural el 30 de octubre de 1998.
UNA OPORTUNIDAD DE RESALTAR EL ARTE JOVEN
Por otro lado, el festival de barriletes gigantes es una ocasión donde jóvenes, niños y niñas se reúnen para exponer sus obras de arte y convivir. La elaboración de las piezas, según comentó el alcalde de Santiago Sacatepéquez dura varios meses, lo cual refleja el esfuerzo y dedicación de cada participante.
Tres o cuatro meses antes del primero del 1 de noviembre, los jóvenes y adultos se reúnen en grupos de cinco a diez personas para dedicarse por las noches a la elaboración de los barriletes.
El grupo, con su barrilete elaborado, puede inscribirse a la Asociación para el Desarrollo Cultural (ASOSDEC) para poder participar el primero y dos de noviembre en el festival centenario en cualquiera de las categorías: exhibición y voladores.
“Los abuelos, nuestros padres, ellos nos han tratado de traer esa cultura y hasta hoy en día estamos celebrando este festival de barriletes”, describió el jefe de la comuna. Es de esta forma en la cual la festividad es renovada cada año por las juventudes, quienes otorgan un toque especial a cada barrilete gigante.
Estas piezas son elaboradas con distintos tipos de papel de varios colores. Algunos optan por adornar el barrilete con flequillos, fotografías impresas, dibujos, entre otras figuras; este año algunos barriletes contenían la bandera del municipio y la de los cuatro pueblos de Guatemala. Generalmente estas obras miden entre 5 y 16 metros.
CELEBRACIÓN CONTINÚA EN PANDEMIA
Normalmente se habría convocado la celebración en el cementerio de Santiago Sacatepéquez; no obstante, por órdenes del Ministerio de Salud, estos estarán cerrados por el resto del Día de Todos los Santos. Por esta razón el festival de barriletes fue realizado en el estadio municipal.
Mientras ocho grupos exhibían su arte otros jóvenes volaban barriletes en el lugar, algunos de un solo color y otros más decorados. Pese a las restricciones de pandemia las autoridades locales congratulan la continuidad de esta celebración, pues es una de las costumbres más reconocidas del municipio tanto a nivel nacional como internacional.
En esta edición del festival estuvieron presentes algunos diputados, autoridades del Ministerio de Cultura y Deportes (MCD), el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) y representantes de mujeres indígenas locales.
