Fotografía de archivo de Bernardo Caal, Defensor de Derechos Humanos y del Medio Ambiente. Foto: Twitter.

En el marco del Día del Padre que se celebra hoy 17 de junio, Nik’te y Chahim, hijas del defensor de Derechos Humanos y el ambiente Bernardo Caal Xol, realizaron un video donde expresaron cómo la condena de su padre ha afectado su vida familiar, y como no podrán celebrar este día con él.

“Nuestro padre es un preso de conciencia en Guatemala”, comienza el relato del audiovisual, “éramos muy pequeñas cuando lo capturaron: 11 años y 9 años, respectivamente. Y no fue fácil comprender que en Guatemala existen tantas injusticias hacia la niñez y hacia quienes defienden derechos colectivos”.

Detallaron que fue el 30 de enero de 2018 exactamente cuando sus vidas cambiaron para siempre; ese día la Policía Nacional Civil (PNC), capturó a Bernardo Caal Xol, acusado por supuesto robo agraviado contra empleados de la empresa hidroeléctrica Oxec S.A. Más de ocho meses después, el 9 de noviembre del 2019, el defensor fue condenado a siete años y cuatro meses de prisión tras un juicio “injusto, marcado por una serie de irregularidades y negligencias en el proceso penal y con la ausencia de elementos objetivos para sustentar la acusación”, según señalan.

B. CAAL: “MIS HIJAS, […] ESTOY EN LA CÁRCEL”

En la publicación también incluyeron un video donde Bernardo Caal Xol se dirigió a sus hijas para contarles su historia de aprehensión: “mis hijas, yo sé que se han enterado de una noticia que tal vez les preocupa: es de que estoy detenido, estoy en la cárcel”.

Las palabras de Caal continúan con una descripción del contexto del río Cahabón, que atraviesa Alta Verapaz, y el daño que han hecho al manto de agua. “El asunto es que en Cahabón están matando un río; son unas empresas que están desviando el río, están haciendo un desastre. Pues estas personas que están haciendo estos daños han buscado cómo ir al Ministerio Público para acusarme de cosas que yo no he hecho”, explicó.

Las hijas de Caal mencionaron la historia de su padre, y en su mensaje recalcan que su arresto fue una represalia por su activismo. “El único motivo de su encarcelamiento es haber defendido los derechos del pueblo qeq’chi ante un proyecto hidroeléctrico, como señaló Amnistía Internacional al nombrarle preso de conciencia el año pasado y lanzar una campaña pidiendo su liberación inmediata”, dijeron.

Captura de pantalla de un video de Bernardo Caal grabado en 2008 en el que expone su situación. Foto: Twitter.

UN PROCESO DESGASTANTE

Describieron que este proceso ha sido desgastante y significó un cambio en las dinámicas familiares, recargando de una doble responsabilidad a Isabel Matzir, madre de las menores. “Ha afectado nuestra salud física y mental, no solo para nosotras, sino, sobre todo para nuestra mamá, en ella ha recaído la sostenibilidad de toda la familia y ha tenido que asumir la responsabilidad de velar por las necesidades inmediatas de papá como la compra de medicina, insumos de higiene y limpieza, más los gastos que genera cada visita a la prisión”, indicaron.

“Desde el día en que nuestro papá fue detenido hemos tenido que arriesgar nuestra seguridad e integridad física viajando muchas horas desde la ciudad de Cobán para visitar en prisión a nuestro padre y convivir con él unas seis horas”, contaron las niñas. La poca convivencia que mantenían con su padre fue interrumpida a principios del 2020, pues explicaron que por órdenes del Sistema Penitenciario no se les permitió visitar a Bernardo Caal, justificando la decisión como una vía de seguridad contra el contagio de Covid-19.

“Ha sido la etapa más difícil que hemos vivido; desde que tenemos memoria, sin importar el cansancio u ocupaciones que tenía diariamente, él siempre se aseguró que cada uno de nuestros días compartidos fueran muy felices. Por eso nosotras le hemos llamado desde siempre el papá perfecto”.

Bernardo Caal se ha caracterizado por denunciar abusos cometidos contra el medio ambiente. Foto: Twitter.

RECUERDOS DE NIK’TE Y CHAHIM CAAL

Al finalizar, las niñas destacaron algunos recuerdos de sus años con su padre en casa, desde situaciones cotidianas como ir juntos hacia el lugar donde estudiaban hasta la vez que les regaló una mascota.

“¡Cuánto disfrutamos cada día que nos llevó a nuestro centro educativo!… ¡cuánto aprendimos cada noche cuando nos contaba cuentos!, sus historias de cuando era niño o la historia de nuestro pueblo maya Q’eqchi. ¡Cuánto disfrutamos cuando nos enseñaba a jugar futbol y a usar la computadora!, ¡cuánto nos divertíamos cuando nos cargaba a las dos juntas!, ¡y qué felicidad cuando nos daba muchos abrazos! Cuando nos enseñaba a nadar, a manejar bicicleta”.

“Nos enseñó con ternura y amor a leer, a debatir y hablar en público; y también nos enseñó a manifestarnos en contra de la corrupción y la impunidad que existe en Guatemala. En cada momento nos enseñó que no debemos permitir las injusticias, el machismo o las desigualdades. No se nos olvida tampoco el momento en que pedimos un perro e inmediatamente él preguntó a sus amigos y amigas en Facebook si conocía de alguna organización que tuviera perros en adopción”.



 

Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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