La administradora de USAID, Samantha Power Foto: FtF-GUA/PRO-INNOVA

La administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), Samantha Power, anunció US$331 millones en nuevos fondos que el Gobierno del presidente, Joe Biden destinará para seguridad alimentaria y asistencia humanitaria en las Américas.

 

Power participó en un evento enfocado en la crisis global de alimentos y mencionó que solo este año a nivel mundial hasta 40 millones de personas adicionales podrían verse empujadas a la pobreza e inseguridad alimentaria debido a los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.

“Eso es 40 millones a nivel mundial como dije, pero incluye aquí mismo en las Américas. Los precios de los alimentos, y escucharemos más detalles al respecto, en toda América Latina son los más altos en una generación”, explicó.

Power señaló que en Venezuela casi un tercio de la población sufre inseguridad alimentaria y 4 millones de personas en El Salvador, Guatemala y Honduras probablemente requerirán meses de asistencia alimentaria de emergencia mientras enfrentan hambre aguda e inseguridad alimentaria.

“La crisis actual requiere un enfoque integral, trabajando para satisfacer las necesidades inmediatas de quienes enfrentan una inseguridad alimentaria grave, pero también abordando las raíces del hambre mundial para ayudar de manera sostenible a los países a superar la necesidad de asistencia alimentaria”, anotó.

Power destacó que, si bien los nuevos fondos se destinarán a otras necesidades humanitarias, como suministros de higiene, materiales para refugios de emergencia y similares, la mayor parte se enfocará en la seguridad alimentaria.

GUATEMALA TAMBIÉN RECIBIRÁ APOYO

El nuevo financiamiento incluye asistencia alimentaria nueva para El Salvador, Guatemala y Honduras, donde millones ya enfrentan la problemática.

 

Haití, donde el 40% de la población, más de la mitad de ellos niños, requieren urgentemente suministros de alimentos y para Colombia, uno de los tantos países de la región donde la inflación interanual de alimentos alcanzó los dos dígitos entre 2021 y 2022, el aporte también se distribuirá.

“Cuando finalice la Cumbre –de las Américas– el viernes, nosotros… esperamos haber comprometido más de 500 millones de dólares para satisfacer las necesidades alimentarias y humanitarias urgentes en la región”, agregó Power.

Sin embargo, refirió que como bien se sabe, la crisis alimentaria en las Américas no se resolverá únicamente a través de la asistencia alimentaria de emergencia y que lejos de eso, requiere una solución a largo plazo, una que vea a las comunidades latinoamericanas y centroamericanas como socios, en lugar de beneficiarios.

Para la administradora de USAID, la crisis actual representa una oportunidad para que la región no solo ayude a poner fin a la apremiante crisis alimentaria en las Américas, sino que proporcione una parte aún mayor del suministro mundial de alimentos.

De los US$331 millones que se anunciaron, US$132 millones se destinarán a apoyar esfuerzos a largo plazo para desarrollar la seguridad alimentaria y la resiliencia en América Central y del Sur.

“Eso significa apoyar a los pequeños agricultores de toda la región para que aumenten el rendimiento de sus cultivos y sus ingresos mientras resisten los impactos del cambio climático y los altos precios de los fertilizantes. Y también significa brindar asistencia financiera y técnica para apoyar la nutrición materno infantil a través de iniciativas de salud y alimentación”, puntualizó Power.

Grecia Ortíz
Periodista y Comunicadora de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Reportera para el Diario La Hora desde 2015. En la actualidad trabajo contenido para La Hora Voz del Migrante, en temas de interés para los connacionales en Estados Unidos y otros países.
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