5 mil 376 transacciones sospechosas en los distintos bancos del país de lo que va del año. Foto: La Hora / SIB

Constituida el 2 de septiembre de 1946 dentro del sistema de la banca nacional, la Superintendencia de Bancos (SIB), cumple mañana 75 años de existir. Ahora supervisa hasta a 17 bancos, sociedades financieras, almacenadoras, compañías de seguros, Banco de Guatemala, entre otras instituciones y los retos continúan, aseguró la Superintendencia.

La SIB refirió que su estructura organizacional estaba conformada por la oficina del Superintendente y cuatro secciones principales: Auditoría, Estadística, Jurídica y Secretaría-Archivo General.

En ese entonces, su accionar se limitaba a la supervisión de cinco instituciones bancarias: Crédito Hipotecario Nacional; ex Banco Central de Guatemala; Banco de Occidente, Banco de Londres y Banco Lippmann y Co.

En sus inicios el personal de la institución estaba integrado por 17 miembros.

En la actualidad, la SIB supervisa a 17 bancos, al Banco de Guatemala, 11 sociedades financieras, 14 almacenadoras, 28 compañías de seguros, 3 casas de cambio, 4 entidades fuera de plaza, 8 casas de bolsa, 4 empresas emisoras de tarjetas de crédito, entre otras, para un total de 94 entidades supervisadas.

“En el año 2000 gracias al liderazgo mostrado por la Superintendencia de Bancos para sacar al país de la lista de países no cooperantes en la lucha contra el lavado de dinero, se requirió que fuera este órgano supervisor el que asumiera el rol de Unidad de Inteligencia Financiera, logrando promulgar la Ley contra el Lavado de Dinero u Otros Activos en 2001”, destacaron en una publicación alusiva a su 75 aniversario.

A la vez, mencionan que casi simultáneamente, resultado de la reforma de la legislación financiera nacional en 2002 se aprobó: la Ley Orgánica del Banco de Guatemala, la Ley de Bancos y Grupos Financieros, la Ley Monetaria y la Ley de Supervisión Financiera.


“Además, se requería la promulgación de otras leyes consideradas complementarias, tales como la Ley de la Actividad Aseguradora, finalmente aprobada en 2010”, destacaron.

La Ley de Supervisión Financiera define a la Superintendencia de Bancos como un órgano de Banca Central, eminentemente técnico, que actúa bajo la dirección general de la Junta Monetaria y que ejerce la vigilancia e inspección de las entidades que la ley establece o que otras normativas dispongan.

LOS RETOS DE LA SIB ENUMERADOS EN TRES PILARES ESTRATÉGICOS

En ese sentido, explican que los principales retos que afronta la Superintendencia de Bancos en la actualidad se centran en tres pilares estratégicos:

El primero, la supervisión efectiva con un marco legal y regulatorio moderno, conforme a las mejores prácticas y estándares internacionales, con el objeto de promover que las entidades sujetas a su vigilancia e inspección implementen adecuadas prácticas de gobierno corporativo y de gestión de riesgos.


“En ese contexto, la Superintendencia de Bancos aplica un enfoque de Supervisión Basado en Riesgos (SBR), el cual ha sido referente de otros órganos de supervisión en la región, lo que coadyuva a mantener la solidez del sistema financiero supervisado”, añadieron.

Por otro lado, promueven la estabilidad, modernización e innovación del sistema financiero y en este punto destacan que el supervisor y regulador debe adaptarse a la nueva dinámica del sector financiero; considerando el uso intensivo de la tecnología y el surgimiento de la omnicanalidad en el sector bancario.

Esto a la vez, involucra la incorporación de nuevos actores no tradicionales en el sector financiero como la industria Fintech, que en términos generales se refiere a empresas emergentes que ofrecen servicios financieros específicos y a las empresas BigTech, las cuales son firmas tecnológicas globales que agregan a su oferta de productos actuales, los servicios financieros, así como la mayor relevancia que ocupan los riesgos cibernéticos y del cambio climático


Finalmente, con el tercer pilar, busca prevenir el lavado de dinero u otros activos, financiamiento del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva, en ese sentido y con el propósito de coadyuvar a este tema, además de impulsar un cambio legal, se incorporó la generación de información estratégica y de inteligencia, lo cual, en conjunto con una supervisión basada en riesgo de las Personas Obligadas aporta a la prevención y combate de estos delitos en el país.

La Superintendencia de Bancos remarcó que, durante sus 75 años de trayectoria, se ha caracterizado por llevar a cabo sus actividades con base en altos valores éticos y morales de su personal técnico, reconocido en el ámbito nacional e internacional, con un enfoque profesional de calidad y servicio, a fin de dar cumplimiento a su misión de “promover la estabilidad y confianza en el sistema financiero supervisado”.

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