Desde marzo las clases presenciales fueron suspendidas debido al COVID-19. Foto La Hora

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Dos educadoras, una de Primaria y la otra de Diversificado ubicadas en Quiché y en Santa Rosa, respectivamente, explicaron a La Hora los retos a los que se han enfrentado debido al COVID-19 y la suspensión de clases, pues ahora tratan de trabajar con una menor cantidad de alumnos, ya que no todos tienen acceso a dispositivos electrónicos y otros han tenido que retirarse del año escolar.

En tanto, el temor a la vuelta de clases para las madres permanece latente pues una de ellas explicó que por ahora preferiría que sus hijos no asistan por el miedo a que puedan contagiarse con el virus o afectar a alguien más.

Sin embargo, para muchos,recibir clases a distancia se ha complicado. Foto La Hora

DEBE PLANEAR QUE HACER CON LOS NIÑOS QUE NO RECIBEN CLASES EN LÍNEA

Chatia, una maestra de educación Primaria desde Quiché, explica que le preocupa la manera en cómo el virus llegó al lugar y cómo se pueda desenvolver en los próximos días, pues una persona que dio positivo estuvo en contacto con otras y creen que esto pueda desarrollar un foco de contagio.

“Tan bello y organizados que son, tanto esfuerzo y por gente así se vino todo abajo. Ahora estamos en zozobra, en espera de cuántos casos más van a salir”, comentó.

Al hablar del año escolar, la maestra, dice con ánimo de tristeza que siente mucho que los niños se quedaran sin las clases presenciales y sin las actividades habituales.

“No sabe cuánto extraño mi labor docente presencial, ahora doy clases en línea, pero no todos tienen el recurso, eso me duele tanto y me detuvo por unos días. No fue fácil para mi tomar la decisión si daba clases en línea o no a pesar de que tengo los recursos”, mencionó.

El Ministerio de Educación ha implementando algunas medidas para continuar la enseñanza a distancia. Foto La Hora/@AprendoEnCasaGT

DEBE PLANEAR QUE HACER CON LOS NIÑOS QUE NO RECIBEN CLASES EN LÍNEA

La profesora menciona que cuando se hizo la entrega de alimentos una madre de familia le dijo que trabajaba en una tortillería, pero la despidieron y por ello no tenía recursos para que sus hijos pudieran seguir sus clases en línea como lo hacen otros.

No obstante, dado que otros sí le pidieron continuar, ahora lo ha hecho a través de un dispositivo electrónico, pero solo diez de sus alumnos se conectan y eso dice que le duele, aunque tuvo la idea de que le llevaran los cuadernos para dejarles tareas, explica que unos cuantos lo hacían y el resto no.

“Mis sueños se rompieron, tenía planes para ver que hacía, pero la enfermedad hizo presencia, ahora solo me resta planear que voy a hacer con los niños que no cuentan con el recurso, pero ya van a pagar y voy a elaborar folletos para quienes no reciben clases en línea. Es difícil sobrevivir entre miseria y enfermedad”, aseveró.

La profesora menciona que las medidas para contener a la enfermedad son necesarias, pues esto se puede extender en el país, sobre todo entre los estudiantes.

LEA: Pruebas y conducta ciudadana: la columna vertebral del sistema de alertas COVID-19

30% DE LOS ESTUDIANTES YA SE RETIRARON

Lucía, profesora del nivel Diversificado de un establecimiento por Cooperativa en Santa Rosa, explicó que trabajan en la modalidad virtual, pero ha sido algo difícil porque tienen estudiantes de todos los niveles económicos y hay quienes ni siquiera cuentan con teléfono celular.

“Hemos estado trabajando, dando prioridad a esos para que no se queden y los hemos buscado para darles la oportunidad de que se pongan al día. Pero un 30 por ciento de los alumnos ha desertado, ya se retiraron”, afirmó.

La entrevistada también señala que aún no está listos para volver a la nueva normalidad, de darse una situación como tal en estos días.

Lucía cree que volver a clases ahora sería un “atentado”, porque se ve que la curva de contagios no ha descendido y más bien va en aumento y eso pone en peligro a todos los estudiantes.

Además, expresa que debido a que tienen muchos estudiantes, volver sería un caos; la mejor opción por ahora es que sigan a distancia.

El fenómeno de la deserción escolar mencionó que se dio en jóvenes de primer ingreso de las diferentes carreras que se imparten en Diversificado.

“Desde mi punto de vista es mejor que todos estemos en nuestras casas que es el lugar más seguro. Primero Dios un día ese virus se va a acabar, pero ahora salir aquí en Guatemala sería la peor decisión. Para el sector educativo va a ser un reto porque hay lugares donde los alumnos estaban amontonados, más en el sector puramente oficial, pero se tendrán que tomar medidas necesarias para sobrevivir”, aseguró.

MADRE: PREFIERE QUE NO ESTUDIEN

Una madre con dos de sus hijos en edad escolar comentó a La Hora que por el momento preferiría no enviarlos a estudiar y que, si de elegir se trata, prefiere que pierdan el año antes que puedan infectarse o que después contagien a otras personas con el virus.

“Yo mejor vería si se puede, pero si la situación sigue mal lo mejor es que no sigan y aquí ya vimos que las cosas no van bien”, mencionó.

LEA: COVID-19: registran 70 nuevos casos en niñez y adolescencia; van 7 fallecidos.

¿QUÉ DICE EDUCACIÓN?

La Hora consultó al departamento de comunicación del Ministerio de Educación cómo trabajarán con las alertas que el Gobierno anunció ayer, y mencionaron que consultarían por más información.

De acuerdo con los tableros compartidos por autoridades, la alerta amarilla tendría restricciones más flexibles en la mayoría de actividades económicas, mientras la verde sería la nueva normalidad, y en ella todos los sectores podrían trabajar con los protocolos debidos para cada sector.

Artículo anteriorGuatemala espera que el Avifavir pase a su Fase III de su estudio
Artículo siguienteDiputado ex LIDER busca que PDH no supervise cumplimiento de Acceso a la Información