Norma Torres: "No es justo, lo que deben pagar los niños, quienes escapan de muchos peligros en sus lugares de origen, de gobiernos que no los protegieron en sus comunidades, para llegar a un país con una administración deshumanizada". Foto La Hora/AP/Archivo

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

De acuerdo con el ministro de Salud, Hugo Monroy, en un vuelo de retornados de marzo venían varios guatemaltecos que dieron positivo por el coronavirus COVID-19, aunque no entró en detalles de cuándo había ingresado y de dónde provenía.

En los últimos días, se han conocido de al menos cuatro casos confirmados de COVID-19 de personas que arribaron en el vuelo del pasado 26 de marzo de Mesa Arizona y que eran originarios de Totonicapán, Suchitepéquez, Sololá y Quetzaltenango.

Monroy reveló en una citación, al ser consultado por diputados, que “un vuelo, que por medidas de seguridad y por ser un dato sensible no diré cuál es, más del 75 por ciento de ese vuelo dio positivo”.

En un vídeo compartido horas después, Monroy ratificó que fue en un vuelo de marzo, en el que «vinieron varios migrantes», que dieron positivo en la prueba COVID-19.

Ese mismo video contenía declaraciones del canciller Pedro Brolo, quien aseguró que mantienen conversaciones con el Gobierno de Estados Unidos, para mejorar las condiciones de los retornados que arribaban al país.

“Hemos empezado ya con un paso firme adelantando mejores certificados y condiciones médicas a los que están viniendo para poder garantizar que se disminuya el riesgo de que vengan contagiados con COVID-19”, manifestó.

El Ministro de Salud, Hugo Monroy, se refirió también a este tema ayer.

EL VUELO DEL 26 DE MARZO

El 26 de marzo, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), informó de un vuelo que ingresó al país procedente de Mesa Arizona.

En el venían 41 guatemaltecos, de ellos 31 eran hombres, 7 niñas y 3 niños. Al momento de ingresar, ninguno presentaba síntomas, según había explicado ese día el IGM.
El primero de los casos positivos, de ese vuelo se conoció el 29 de marzo, un hombre de Momostenango.

Seguido de este caso se anunció uno más, otra persona de Mazatenango Suchitepéquez que también venía en ese vuelo dio positivo.

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EL CASO DE SOLOLÁ NO PRESENTABA SÍNTOMAS

En el tercer caso, el director de salud de Suchitepéquez, Mario Rivera, explicó la semana pasa a La Hora que era un guatemalteco de Santa Catarina Ixtahuacán en Sololá, que, aunque no era de su jurisdicción decidieron tomarle la muestra al guatemalteco, porque se encontraba en un lugar aledaño a su departamento.

Al momento de tomarle la prueba, Rivera indicó que el connacional no presentaba ningún síntoma del nuevo virus, pero decidió evaluarlo, considerando el vuelo en el que venía y por el lugar de donde provenía.

“Cuando están en cuarentena y están asintomáticos y cuando estamos en una situación de contención no es necesario tomarles muestras, pero como le repito yo se la tome porque considere que venía de un lugar de alta transmisión”, explicó con anterioridad Rivera.

En esa entrevista, el también epidemiólogo, expresó que las personas que venían en el segundo vuelo de deportados del 26 de marzo se encontraban en diferentes partes del país.

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BUSCABAN CONTACTOS DE CASO EN OLINTEPEQUE QUE TAMBIÉN VENÍA DE EE. UU.

El cuarto caso es de Chuisuc Olintepeque Quetzaltenango, según lo confirmó personal de salud del lugar, era otra de las personas que venía en ese vuelo, dio positivo para el virus.

Sobre este caso, explicaron que buscaban a las personas que pudieron haber tenido contacto con el retornado, porque tanto él como su esposa que dio positivo para el virus se negaban a dar información.

Los primeros tres casos el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), compartió datos de los pacientes.

El primero de los casos era el paciente 36, el segundo era el paciente 49 y el tercero era el 75, luego las autoridades dejaron de compartir detalles de lugar de origen, procedencia o nexo epidemiológico de los casos.

El caso de Olintepeque lo confirmó el personal de salud de ese lugar.

En una nota del medio local CRN Noticias, también reportaban un caso de Santa Cruz Mulúa de Retalhuleu, que, según la información publicada, correspondía al de un retornado de Estados Unidos. Se intentó confirmar esta información con el alcalde del lugar, sin embargo, no respondió a las llamadas efectuadas a su teléfono celular.

Según datos del IGM, desde el 13 de marzo (fecha en que se reportó el primer caso de COVID-19 en Guatemala), al 31 de marzo, al país llegaron un aproximado de mil guatemaltecos retornados procedentes de Estados Unidos por la vía aérea.

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CONFERENCIAS SOLICITARON DETENER DEPORTACIONES

La Pastoral de Movilidad Humana de las Conferencias Episcopales de México, Guatemala y Honduras, solicitaron en un comunicado que ante la situación migratoria de propagación del COVID-19 se detengan las deportaciones y que se haga cumplir el derecho internacional.

Además, manifestaron con preocupación que los migrantes, entre tantas personas vulnerables ante esta pandemia, sigan siendo los invisibles de las políticas sociales y humanitarias.

En el comunicado, señalaron que el alto riesgo de contagio por el nuevo coronavirus es constante en varios países, y que, si bien cada uno ha adoptado medidas de prevención y contención de la pandemia, no todos los gobiernos han hecho lo suficiente para proteger a sus ciudadanos y a vecinos.

Mientras que hoy la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), se solidarizó con los migrantes retornados y abogó por mejores tratos para ellos tanto en EE. UU. como en el país.

“¿Cómo es posible que tanto el gobierno de los Estados Unidos como el de México, sigan con estos procesos de deportación en medio de la crisis que nos golpea en el contexto de una precariedad nacional en términos de servicios de salud y estrategias contundentes para contener la pandemia?”, mencionaron los obispos.

Aunque destacan que no se trata de ver la paja en el ojo ajeno, cuando en Guatemala han sido testigos de la falta de solidaridad de aquellas comunidades que no han permitido el reingreso de sus paisanos.

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