Más de 150 migrantes de nacionalidad hondureña que integran una nueva caravana han llegado hasta la Casa del Migrante en zona 1, en donde han recibido atención, sin embargo, el presbítero y encargado de esa organización, Mauro Verzeletti, contó que esperan la llegada de decenas de personas más que buscan continuar su camino hacia Estados Unidos.

La Hora Voz del Migrante, conversó con algunos de los primeros hondureños que llegaron a la capital este día y todos coinciden en que han perdido la esperanza, seguridad y deseo de encontrar un empleo, por lo que migrar es ahora la única esperanza de salir adelante, a pesar que saben que las políticas migratorias que impulsa EE.UU., se han endurecido.

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

El anuncio de una nueva caravana migrante que se divulgó en diciembre del año pasado se convirtió en realidad, pues con el sueño de encontrar esperanza cientos de personas salieron ayer desde Honduras, repitiendo el éxodo masivo que se observó a finales de 2018 en la ciudad de Guatemala.

Verzeletti director de Casa del Migrante para Guatemala y El Salvador, explicó que estaban preparados para atender a los migrantes que llegarán esta tarde-noche y con ese fin, a la espera de cientos de personas, adecuaron un terreno frente a las instalaciones en donde colocaron carpas, plásticos y colchones en los que se espera que puedan descansar los viajeros.

Dado que en las últimas horas se han registrado bajas temperaturas y que cada vez llegan más personas, Casa del Migrante necesita de la colaboración de los guatemaltecos, entre donativos de sabanas, ropa en buen estado, suéteres, zapatos, artículos de higiene personal, alimentos no perecederos así como agua embotellada.

Los hondureños están siendo atendidos y auxiliados en Casa del Migrante. Foto La Hora

VIAJAN EN FAMILIA Y DEJARON TODO EN HONDURAS

María López era una de las integrantes de la caravana que llegó antes al lugar, ella explicó que viajaba en compañía de su familia, sus tres hijos, esposo y su nieta Ashley de 4 meses que descansaba en un colchón con una frazada amarilla.

Ella explicó que dejó Choloma en Honduras este martes por la mañana con la esperanza de llegar a EE.UU., “Dejamos todo la casa, lo que decidimos es venirnos para acá… nos venimos porque en nuestro país no podemos vivir, corremos riesgo porque nos han andado buscando y hemos estado huyendo y no hemos podido”, explicó.

María, con aire de preocupación, expresó que la vida es insostenible por la inseguridad, además, que apenas tienen algunos recursos económicos con los que tratan de sobrevivir a diario.

“Nosotros llevamos la meta de primero Dios pasar para Estados Unidos, porque ya nuestros hijos en Honduras están peligrando, no hay trabajo y la delincuencia está cada vez más. Ahora solo estamos esperando al resto de migrantes que viene en camino para irnos juntos”.

María López

Mientras la madre habla, los niños juegan con una pelota y comen, ajenos a la realidad de más personas que continuaban llegando al lugar.

Las amenazas a su hija, afirmó, son la razón por la que no creen que Honduras sea el lugar en el que puedan vivir más tiempo, “nos amenazaban y tenían fotos de mi hija ella era testigo protegido pero ya ve por eso nos fuimos”.

QUIEREN VER MEJOR A SUS FAMILIAS

Gabriel apenas si se cubre con una chumpa, en su mochila explicó que solo lleva ropa, agua y unos zapatos extra con los que espera llegar hasta México y cruzar hacia EE.UU., su condición económica y el deseo de ver crecer bien a su hijo lo llevaron a dejar a su familia en Santa Bárbara Honduras.

“Queremos que nuestras familias estén mejor, dejo a mi mamá y papá también a mi hijo, yo quiero lo mejor para ellos porque mi papá no puede trabajar a él le atacó una enfermedad y quiero ayudarle porque con lo que ganó apenas y si logro darles para la comida”, añadió.

El migrante explicó que en Honduras los sueños no parecen tener respuesta y en su caso, dijo que no siempre tiene empleo, así que a pesar de que existe un riesgo que lo puedan detener o deportar desea intentar llegar a EE. UU.

Desde la mañana en Casa del Migrante han brindando atención a los hondureños. Foto La Hora/José Orozco

DEJO A SU HIJA

Julia y Sara, dos de las migrantes que estaban en el lugar también expresaron que se unieron a la caravana no porque alguien las motivará a hacerlo sino por la condición de pobreza en la que se encontraban.

En el caso de Sara, contó que dejó a su hija de cinco años con sus padres, quienes antes de salir le dieron la bendición para que nada les ocurriera en el camino. Ambas, explicaron que saben de los peligros a los que se enfrentan, pero “la necesidad puede más”.

En el lugar en donde se encuentran los migrantes, Casa del Migrante les ofrece, techo, alimentos, vestimenta y otros artículos, pero los donativos siempre son necesarios.

La Caravana integrada por más de dos mil personas, es la primera que ocurre después de la firma de los acuerdos de Tercer País Seguro que EE. UU., firmó con Guatemala, Honduras y El Salvador.

La nueva caravana migrante avanza en el país. Foto La Hora
Artículo anterior12 años después de llegar, CBP detiene a guatemalteco en EE. UU.
Artículo siguienteFECI y PNC detienen a ex diputado Lemus Salguero