Las canastas fueron entregadas a varias familias. FOTO LA HORA/CORTESÍA

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Motivado por el deseo de ayudar a las personas de escasos recursos de su comunidad en el municipio de Jalapa del departamento de Jalapa, el guatemalteco Gabriel Aguilar, residente en Estados Unidos, decidió entregar, como ha hecho en ocasiones anteriores, canastas con alimentos y juguetes a por lo menos 60 mujeres y 300 niños el pasado 23 de diciembre.

Según explicó un familiar del connacional, para reunir los fondos necesarios para los donativos, Aguilar contó con el apoyo de dos hermanos y un primo, ya que su objetivo era hacer felices a las familias.

En un principio, el guatemalteco empezó hace ocho años entregando diez canastas familiares, este año la ayuda llegó a 60. Las canastas contienen azúcar, arroz, aceite, Incaparina y otros productos.

De hecho consciente de la necesidad existente y con el deseo de dar alegría, decidió sumar juguetes al apoyo que llega a la comunidad, gracias a la colaboración de su familia que también se ha sumado a la labor.

“El dinero lo comienza a juntar desde septiembre porque si es bastante el dinero que manda para hacer eso, él siempre se ha caracterizado por ayudar”, destacó un familiar.

Es así que todo lo que recauda, trata de que llegue a personas que viven en condiciones complejas, principalmente que no tienen a ningún familiar en el extranjero que pueda ayudarles.

Las canastas contenían alimentos y juguetes. Foto La Hora/Cortesía

GUATEMALTECO TIENE VARIOS AÑOS VIVIENDO EN EE. UU.

Aguilar ya tiene diez años de vivir en Nueva York Estados Unidos, lugar al que llegó a trabajar con más familiares y que tienen el deseo de salir adelante, trabajan en una pequeña empresa de tirar asfalto, con la que ha logrado irse superando, dado que aprendió a hablar inglés y eso les ha permitido tener más oportunidades.

Las canastas fueron entregadas a las personas de Jalapa, el 23 de diciembre pasado, en medio de algarabía además, que ofrecieron una pequeña refacción para que los beneficiados convivieran.

“Antes se les da una refacción a las señoras y a todos los niños, esta vez les dieron una tostada y una taza de chocolate, eso lo hacen las señoras pero ahí se junta casi que solo familia que se une para juntarlos”, dijo.

A pesar del apoyo que brinda el guatemalteco, siempre no hacer alarde de la ayuda, así que no busca reconocimiento de nadie aunque siempre ha sido servicial y por eso recurren a él para cuando se necesitan de apoyo en la comunidad.

El guatemalteco Gabriel Aguilar no busca ser reconocido por su labor. FOTO LA HORA/CORTESÍA
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