Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
Sucely volvió a Guatemala de Estados Unidos en 2018 junto a su bebé (de nacionalidad estadounidense), porque tenía sueños y pensaba que podía cumplirlos y empezar de nuevo en San Marcos junto a su familia, pero meses después se arrepintió de su decisión, tomando en cuenta la realidad a la que se enfrentó en el país e intentó cruzar la frontera estadounidense nuevamente con su hijo, sin embargo, fue detenida por autoridades mexicanas.
La barrera humana impuesta por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con ayuda del gobierno de México para la guatemalteca es evidente, debido a un mayor despliegue de soldados mexicanos en la zona fronteriza entre ambos países. Estados Unidos condicionó hace unos meses a su vecino para reforzar la frontera a cambio de no colocar aranceles a los productos de ese país.
También se muestra preocupada, porque Guatemala pretende colaborar con otro tipo de barreras, las legales, tras firmar con Estados Unidos un acuerdo relacionado a asilos para mermar la migración.
Ella, al igual que miles de guatemaltecos que han sido detenidos en los últimos meses en México y Estados Unidos, en medio de una crisis humanitaria en la Frontera Sur de EE. UU., huyen del país debido a diferentes causas, como la pobreza, violencia, falta de oportunidades e incluso la corrupción.
De no ser por las remesas que recibe de su esposo, la guatemalteca dice que su situación sería incluso más compleja, pues de momento no ha encontrado un empleo.
Sucely es parte de la historia de los más de 250 mil guatemaltecos detenidos en la Frontera Sur durante el año fiscal 2019, que, aunque registró menores capturas en los últimos meses, a nivel general ya es el año en el que se reportó una cantidad exorbitante en la llegada de migrantes a Estados Unidos, en comparación a los últimos años.
Mientras que analistas considera que el endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por la administración Trump, no ha tenido ninguna incidencia en las causas que generan la migración y que más bien se cortaron fondos a programas de desarrollo implementados en la región que podrían paliar un poco las condiciones que obligan a muchos a abandonar sus comunidades.
En julio recién pasado, la guatemalteca relató a La Hora Voz del Migrante que tenía deseos de dejar el país, porque la situación en su comunidad era complicada, su hijo se enfermaba constantemente y necesitaba de un tratamiento médico mayor, así que pensó que si viajaba con él cruzarían la frontera como ella lo hizo sola hace unos años.
La conversación se sostuvo días antes de que saliera del país y su familia estaba nerviosa por el viaje que realizaría; un mes más tarde Sucely manifestó que la situación migratoria estaba compleja y aunque lo intentaron, no lo lograron.
“Está difícil ahora en México hay mucha migración, pero están agarrando a mucha gente en México. Fue difícil estar encerrados y son muy racistas. Pero gracias a Dios venimos bien, ya lo intentamos y no fue posible”, lamentó.
El viaje para la guatemalteca tuvo un costo de unos Q34 mil, incluyendo a su hijo, costo que su esposo costeó desde EE. UU., en donde trabaja en el sector de la construcción desde hace más de seis años.
¿CÓMO LOS DETUVIERON?
La guatemalteca viajó por México por espacio de ocho días, saliendo de San Marcos, “nosotros ya íbamos cruzando el río donde nos agarraron, aún no cruzábamos para Estados Unidos, fue la policía mexicana la que nos detuvo”.
De enero a agosto 2019, las autoridades de México aprehendieron a 119 mil 928 migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras -comparado a 76 mil 402 migrantes de los tres países durante el mismo periodo en 2018.
Es decir, que se dio un aumento de detenidos del 57 por ciento de 2018 a 2019, sin embargo, hasta agosto recién pasado se registró una baja en las aprehensiones de guatemaltecos en México de por lo menos 9 mil personas.
El grupo en el que viajaba Sucely era integrado por 16 personas, aunque también iban más grupos de personas de otros países, pero sobresalías muchos guatemaltecos, recordó la entrevistada.
LES DABAN COMIDA FRÍA
Sucely recordó que luego de ser detenidos los llevaron a un centro de detención en donde había muchas personas, casi todos con niños.
“Nos daban comida pero fría, muy difícil estar ahí, a veces no había leche ni para mi nene, ni pañales, era muy duro estar en ese lugar… mucha gente que hay en ese lugar se terminan todas las cosas y había que hacer fila para poder agarrar algo”, recordó.
La joven tiene 25 años, terminó sus estudios de diversificado, pero desde que regresó no ha encontrado un empleo, así que trata de apoyar a la familia con una pequeña farmacia en San Marcos.
Ahora ve muy complicada la situación para muchas de las familias en el país, y para quienes deciden migrar también, porque se encuentran con una frontera blindada.
“Ahora ya nadie quiere irse porque ya vieron que está difícil y es un gasto en vano, pero la verdad trabajo tampoco hay aquí y no pagan bien, es lo malo, apenas alcanza para sobrevivir”, refirió.
“Mi esposo dice que se vendrá mejor porque yo intenté migrar y no lo logré, dice que él se vendrá, quizás dentro de un año y medio, estar separados es difícil. Nos toca luchar en este país donde no hay oportunidades”.
SUCELY
SIN LAS REMESAS SITUACIÓN SERÍA MÁS DIFÍCIL
De no ser por las remesas que recibe de su esposo, Sucely estaría en peores condiciones, pues los ingresos que recibe los emplea en los gastos del hogar “imagínese usted que estuviera sin remesas”, situación que enfrentan muchos guatemaltecos.
Y es que para Guatemala los ingresos por divisas enviadas por migrantes desde el extranjero, principalmente de EE.UU., han significado aportes en millones de dólares, que familias emplean en varios rubros, especialmente la supervivencia.
Para este año se espera que las remesas lleguen a los US$ 10 mil millones y solo hasta septiembre, el Banco de Guatemala (B en), destacó que ya se tenían US$7 mil 747 millones 622 mil 900.
INTENTÓ MIGRAR DE MANERA REGULAR Y NO LO LOGRÓ
Tras lo ocurrido, la guatemalteca tratará de salir adelante, aunque siempre está atenta a alguna oportunidad de migrar de manera regular, no obstante, la exclusión este año de Guatemala de la lotería de visas, la desanimo.
“Mi esposo dice que se vendrá mejor porque yo intenté migrar y no lo logre, dice que él se vendrá, quizás dentro un año y medio, estar separados es difícil. Nos toca luchar en este país donde no hay oportunidades”, afirmó.
La entrevistada se muestra con pesimismo, porque señala que existen pocas posibilidades de devengar un sueldo como en EE. UU., “cada día hay menos oportunidad para ir a Estados Unidos”.
Sucely intentó obtener una visa para viajar de manera regular a EE. UU., antes de hacerlo por tierra y de manera irregular.
La Hora Voz del Migrante ha relatado la historia de la guatemalteca desde que volvió al país en 2018, cuando guardaba esperanzas de encontrar una oportunidad laboral.
“Es difícil encontrar un impacto positivo de estas políticas y acuerdos de países porque en realidad las personas que buscan llegar a Estados Unidos en estos momentos es muy difícil que puedan entrar como lo hacían antes. La administración ha tomado todas las oportunidades para poder limitar más y más las personas que puedan buscar asilo en EE. UU.”.
ARIEL RUÍZ –MPI–
ENDURECIMIENTO EN FRONTERA ES POR POLÍTICAS DE LA ADMINISTRACIÓN TRUMP
Al respecto de lo que ocurre en la frontera y del caso de miles de guatemaltecos deportados, el analista del Instituto de Política Migratoria (MPI por sus siglas en inglés) con sede en Washington D. C. Ariel Ruíz, explicó que–en detenciones y restricciones- lo que se ve ahora es el endurecimiento de políticas impulsadas por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Es difícil encontrar un impacto positivo de estas políticas y acuerdos de países porque en realidad las personas que buscan llegar a Estados Unidos en estos momentos es muy difícil que puedan entrar como lo hacían antes. La administración ha tomado todas las oportunidades para poder limitar más y más las personas que puedan buscar asilo en EE. UU.”, dijo.
Los acuerdos sobre asilos firmados por los países del Triángulo Norte con Estados Unidos, a decir del analista, no representan una solución a la problemática migratoria de la región y que más bien las acciones deberían ir enfocadas en crear la capacidad de otorgar asilos gradualmente.
“Nosotros creemos que es bueno que cada país diseñe su sistema de refugio… pero lo que nos parece ineficiente es que se haga de esta manera de presión de reaccionar a corto plazo y más bien debería ser a largo plazo”, apuntó.
SE CORTARON PROGRAMAS DE ASISTENCIA
Mientras el analista Cristóbal Ramón, experto en políticas senior del Proyecto de Inmigración del Centro de Política Bipartidaria, explicó que las acciones que el presidente Trump ha llevado a cabo y que ha permitido reforzar la frontera, son más bien disuasivas que no han influido en las razones que motivan a los flujos migratorios.
“Estas políticas están más enfocadas en la manera que puedan empujar a una persona, pero no enfocadas en sus condiciones, sino más bien en restricciones de asilo”, apuntó.
El experto también recordó que el gobierno cortó la asistencia a programas de desarrollo, además que terminó con otros destinados a la lucha contra la corrupción, “han cortado todos los programas de asistencia… no los han renovado”.
Para el entrevistado, EE. UU. no ha buscado mejorar las condiciones que empujan a las personas a migrar.
“Estas políticas están más enfocadas en la manera que puedan empujar a una persona, pero no enfocadas en sus condiciones, sino más bien en restricciones de asilo”.
CRISTOBAL RAMÓN –ANALISTA–
VIVIAN: ESTÁN SIENDO DEPORTADOS Y NO VE UN AVANCE EN SUS COMUNIDADES
Sumado a lo que Estados Unidos ha impulsado, la guatemalteca Vivian Zamora, anota que el país no ha podido atender las necesidades de los retornados, principalmente porque son las personas las que han estado luchando contra la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades, que de ninguna manera obtuvieron una solución a esas y otras problemáticas.
“No se ha logrado nada con las personas retornadas más que el único apoyo que han tenido los retornados que han estado por años en Estados Unidos, y ahora están siendo deportados es el apoyo de empresas laborales dedicados a plazas bilingües y/o ONG que trata de colocar y apoyar a los retornados, aunque son escasos los recursos”, apuntó Vivian.
El problema, a decir de la guatemalteca es que muchas de las personas que retornan, vuelven endeudados y sin posibilidades de salir adelante o de obtener una plaza laboral, porque muchos de ellos carecen de experiencia.
“La gente que está siendo deportada y no ve un avance en sus comunidades vuelven a intentar de muchas maneras migrar y muchos de ellos están perdiendo la vida y no solo los adultos que migran sino cada uno de ellos que traen menores de edad separados de sus madres para forzar una entrada segura al país norteamericano según al que corra con suerte”, comentó.
Por estos fracasos se incrementa la violencia, la inseguridad, ya que desesperadamente los que fracasaron en los intentos de migrar están segados ante la impotencia de no lograr nada en nuestros países y lo que les adeuda, así que inconsciente, muchos muren en el intento, añadió.
FERNAN: LAS PERSONAS SE DESESPERAN Y VUELVEN A MIGRAR
El artista guatemalteco residente en Los Ángeles California, Fernan Gonzvel, en tanto dijo que la crisis migratoria sigue y que mientras los gobiernos latinoamericanos no tengan proyectos de justicia social, las personas prefieren morir buscando su sobrevivencia, aunque esto implique migrar hacia EE. UU.
“La problemática de los deportados es más compleja aún porque las personas ya no ven dólares y eso lleva a la desesperación llevándolos de regreso al norte, aun arriesgando su vida”, apuntó.
A decir de Gonzvel, la mayoría de las personas deportadas vuelven a Estados Unidos aun sabiendo que el delito de reingreso es grave, y cuando ya están en el extranjero “viven ocultos de la justicia y con suerte la policía ni los detiene y pueden estar un buen tiempo más”.
MILES HAN SIDO DEPORTADOS DESDE ESTADOS UNIDOS
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) destaca que, en nueve meses, 41 mil 23 guatemaltecos han sido retornados vía aérea desde Estados Unidos, mientras que en 2018 la cifra reportaba 38 mil 296 guatemaltecos deportados entre enero y septiembre.
Sin embargo, en la Frontera Sur, las cifras de detenidos han sido miles de personas. A nivel general las detenciones han sido de casi un millón de personas, la mayoría guatemaltecos, hondureños y salvadoreños. El dato incluso supera los registros de hasta hace doce años.