Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
Cada año Carmelo Dávila paga sus impuestos al Gobierno de Estados Unidos, porque señala que si se atrasa puede enfrentar problemas legales que trata de evitar, pues su situación migratoria en ese país es aún irregular.
Sus impuestos representan una buena parte de sus ingresos, a pesar de eso, dice sentirse satisfecho, porque ve que son invertidos en carreteras, hospitales, escuelas y transporte público; recuerda que no es igual a lo que ocurre en Guatemala.
Migrantes guatemaltecos entrevistados por La Hora Voz del Migrante coinciden que en Guatemala uno de los aspectos que siempre se ha criticado son las carreteras y la construcción de obra gris, por su mal estado y poco mantenimiento, lo que consideran tiene una estrecha relación en los funcionarios que están al frente de las entidades encargadas de estas y la corrupción.
También critican que muchas de las obras viales en Guatemala, además de sobrevaloradas, están mal edificadas y por eso ocurren accidentes o tienen problemas al poco tiempo de terminadas.
Analistas en tanto señalan que para que Guatemala pueda generar ese mismo deseo de invertir en carreteras, se debe incentivar a la población a tributar y que hasta ahora no se ha logrado porque no se ven los resultados que se esperarían.
Cada vez que transitan los familiares de Carmelo por el departamento de Santa Rosa, en Guatemala, lo tienen que hacer por varios tramos que no están en buenas condiciones y que según explica, siempre han estado así y pareciera que a las autoridades no les interesa su reparación, así que el tiempo que deben contemplar para trasladarse de un lugar a otro es mayor.
Además, recuerda que es durante el invierno, cuando más sufren para salir de sus aldeas.
“Hay puentes que han construido tantas veces que uno piensa ya para qué, se dan cuenta que están equivocados en la forma que lo hacen, pero desgraciadamente así funciona todo en Guatemala”, manifestó el migrante que ahora reside en Oregon.
Desde hace varios años, el connacional no viaja a Guatemala y desconoce que las carreteras que dejó en su mayoría siguen igual, pero que su familia le recuerda principalmente cada invierno; incluso la vía que conduce hacia la aldea en la que viven sus familiares en Santa Rosa aún es de terracería.
“Yo viajé al interior del país, y casi todo estaba así de mal en Guatemala, pero aquí en Estados Unidos es distinto, si usted ha viajado ha visto cómo son las carreteras aquí, entre montañas y cuando hay derrumbes los solucionan inmediatamente”, resaltó.
“Hay puentes que han construido tantas veces que uno piensa ya para qué, se dan cuenta que están equivocados en la forma que lo hacen, pero desgraciadamente así funciona todo en Guatemala”.
CARMELO
LAS CARRETERAS EN EE. UU., SON IMPRESIONANTES Y EN GUATEMALA NO POR LA CORRUPCIÓN
Ahora que paga sus impuestos en Estados Unidos, lo que realiza todos los años, expresa que se siente motivado al ver que ese dinero es invertido eficientemente y en las necesidades que surjan.
“Es un tema extenso y a simple vista puedo decir que sí que es una de las estrategias más comunes de la corrupción en Guatemala para hacer negocios bajo la mesa como le llamamos con estas constructoras”, anotó.
Carmelo, acotó a que muchas de las carreteras que se ven en EE. UU., asombran por lo bien elaboradas que están, a pesar que se edifican entre montañas, “los proyectos son impresionantes y muy seguros”.
Asimismo, comentó que, aunque se encuentra lejos del país ha leído sobre lo ocurrido en el Libramiento de Chimaltenango, situación que a su parecer solo demuestra una construcción ineficiente en donde se invirtieron millones de quetzales.
BARRERA: CARRETERAS CON MÁS CRÁTERES QUE LA LUNA
Mientras que Osvaldo Barrera, otro migrante radicado en EE. UU., cuenta su opinión desde otra perspectiva, pues trabaja como conductor de transporte pesado así que conoce muchas de las carreteras de ese país.
Y como contraste, Barrera pone de ejemplo un viaje que hizo por diferentes departamentos en Guatemala en enero pasado, cuando recorrió más de 4 mil kilómetros por el país, de la capital a Santa Rosa-Izabal-Petén-Cobán Alta Verapaz y sus alrededores, de regreso a la transversal del norte hasta la frontera con México-Huehuetenango y finalmente de ese departamento hacia Santa Rosa, para luego finalizar en la ciudad capital.
Lo que describe el guatemalteco, son carreteras que, si bien se encontraban en buenas condiciones, la mayoría, pudieron incluir un mejor diseño, sin embargo, sí destacó que encontró varias secciones colapsadas en Guatemala
“Hay secciones que están colapsadas y en el abandono incluso algunas que son arterias principales que son en la mayor parte las que yo recorrí, algunas con más cráteres que la Luna al grado que uno quisiera que mejor quitaran los pocos pedazos de asfalto que quedan. Lo malo de las secciones en buen estado de las carreteras es que de repente uno se encuentra con un gran hoyo o túmulo”, refirió.
“Hay secciones que están colapsadas y en el abandono incluso algunas que son arterias principales que son en la mayor parte las que yo recorrí, algunas con más cráteres que la luna al grado que uno quisiera que mejor quitaran los pocos pedazos de asfalto que quedan. Lo malo de las secciones en buen estado de las carreteras es que de repente uno se encuentra con un gran hoyo o túmulo”.
OSVALDO BARRERA
LES COBRARON UN “PEAJE” EN HUEHUETENANGO
Barrera cuenta que una de las peores carreteras que encontró fue la de Nentón, Huehuetenango. También recordó que al entrar a Yalambojoch se encontró con un grupo de pobladores que cobraban un peaje por pasar por esa carretera.
“Por falta de carreteras en buen estado, la mayoría de la gente de esas áreas hacen más negocio con México que con la capital o Huehuetenango. Mientras más lejos o menos accesible desde la capital, menos importante les resulta la gente a los gobiernos, tristemente”, dijo.
Barrera le atribuye lo que ocurre en las carreteras de Guatemala al desorden, la corrupción, incompetencia, exceso de nepotismo y pago de favores.
El resultado de una mala carretera, a decir del guatemalteco es que se afecta la competitividad, porque no incentiva a que se generen oportunidades de empleo en el interior del país.
“Afecta al turismo porque requiere de más días para visitar lugares que con mejores carreteras se podrían visitar o la gente los visitará más seguido. Afecta el comercio y en todo básicamente”, anotó.
De nuevo el connacional, considera que más impuestos podrían ayudar al mejoramiento de carreteras, pero siempre considerando que la corrupción no permite que esto se dé, puesto que “es la raíz de todos los males de cualquier estado”.
POCASANGRE: SE VE LA INVERSIÓN DE LO QUE SE PAGA EN IMPUESTOS
Juan Carlos Pocasangre, desde Nueva York, cuenta que en Guatemala el problema es que las carreteras vienen a representar al país y los problemas que tiene.
“No les dan mantenimiento hasta que están destruidas, lo que es más costoso y daña los vehículos y afecta la economía del país”, refirió.
En la entrevista, cuenta que las carreteras en Nueva York se mantienen en buen estado y sin ello, cree que el comercio no sería posible.
“Se mira el dinero de los impuestos y de peaje, porque sí se pagan, pero se ve el resultado, incluso la semana pasada viajé por Atlantic City, ahí usted puede ver la autopista tan hermosa con la grama cortada a ambos lados de la carretera súper hermosa y perfecta y así es de un estado para otro, eso se ve muy bien y también los puentes”, enfatizó.
“No les dan mantenimiento hasta que están destruidas, lo que es más costoso y daña los vehículos y afecta la economía del país”.
JUAN CARLOS POCASANGRE
MONTERROSO: “CARRETERAS DE LA MUERTE”
Otro de los guatemaltecos residentes en EE. UU., Emerson Monterroso, mencionó que al tener carreteras en buen estado se ahorra tiempo y a la vez tiene conexión con casi todas las ciudades a las que necesite trasladarse, siendo pocas las que les cobran peaje.
Monterroso también paga sus impuestos a tiempo y asegura que observa que los mismos son invertidos como deben.
“Es mucho lo que paga uno de impuestos, pero sí se ve reflejado. Constantemente, hay nuevas carreteras y mantenimiento de estas, -en el invierno-, no tardan -en repararlas- no como en los países de Centroamérica, aquí casi inmediatamente las reparan”, apuntó Monterroso.
En cuanto a las carreteras de Guatemala, el entrevistado las califica como “pésimas” y “carreteras de la muerte”, porque están en el abandono y si bien hay avances en algunas de ellas, estos son mínimos por lo que “falta mucho por mejorar”.
LIBRAMIENTO DE CHIMALTENANGO; UN EJEMPLO RECIENTE
En los últimos días, el gobierno del presidente Jimmy Morales ha sido objeto de críticas en redes sociales, por los derrumbes y cierre temporal del Libramiento de Chimaltenango, obra que tuvo un costo cercano a los Q600 millones, proyecto que le fue adjudicado a Conasa.
Uno de los últimos derrumbes, de grandes proporciones ocurridos en el Libramiento, llevó a las autoridades a realizar un cierre temporal de la ruta, por la que se estima miles de vehículos que transitan por el lugar han resultado afectados.
El Ministerio Público, en tanto anunció que iniciaría una investigación por el proyecto de Libramiento de Chimaltenango, por posibles irregularidades en el proceso de contratación y ejecución de dicha obra.
“Es mucho lo que paga uno de impuestos, pero sí se ve reflejado. Constantemente, hay nuevas carreteras y mantenimiento de estas, -en el invierno-, no tardan –en repararlas- no como en los países de Centroamérica, aquí casi inmediatamente las reparan”.
EMERSON MONTERROSO
BARRENO: LA MIGRACIÓN ES UN RESULTADO DE LA INCAPACIDAD DEL ESTADO DE ATENDER NECESIDADES
A decir del analista Ricardo Barreno del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep), existen necesidades que la ciudadanía ha demandado desde hace una década que involucran al aspecto social y económico, pero que también requieren de inversión en infraestructuras, incluyendo carreteras.
“Desde la base institucional no se encuentran capacidades suficientes para hablar de sostenibilidad, en consecuencia, vemos la migración como un efecto de la incapacidad del Estado para atender necesidades”, destacó.
El tema de la construcción de carreteras indicó que pasa por una coordinación multi-institucional, porque el Ministerio de Comunicaciones debería socializar la obra que se va a edificar para generar el acompañamiento ciudadano y así el incentivo para seguir tributando, lo que ahora no se ve.
Con el tema del Libramiento, el entrevistado dijo que el resultado obtenido es nefasto, por lo que sería necesario el acompañamiento del proceso que pudiera verificar el posible uso indebido de fondos.
“Como cada vez se baja la brecha fiscal, en lugar de generar condiciones desde lo social para incentivar la tributación, porque no se ven los resultados que la población espera”, añadió.
WONG: A MIGRANTES NO LES MOLESTA PAGAR IMPUESTOS PORQUE LOS VEN REFLEJADOS EN SERVICIOS
A la opinión de Barreno, se sumó la del politólogo independiente Jorge Wong, quien añadió que las carreteras representan uno de los cientos de problemas que tiene Guatemala.
“Aquí lo que sucede es que se pagan impuestos y los que van ingresando se van utilizando según se pone en el Presupuesto anual y hay mucho movimiento de rubros entonces viene una emergencia se necesitan fondos y se le quitan a un Ministerio se le pasa a otro y no se respeta la cuestión del designio de los fondos para los que fueron hechos”, relató.
Lo que ocurre con los migrantes entrevistados a decir de Wong, es que muchos, aunque paguen buena parte de su salario en impuestos, sí los ven reflejados en los servicios que reciben, entre ellos carreteras, salud y demás. “Aquí en Guatemala las cosas no son así, entonces las cosas son más lentas”, anotó.
Wong, cree que es necesaria una política pública de Estado, para que se establezca el cumplimiento de trabajos por ejemplo en carreteras.
