Han pasado 36 meses desde que el presidente, Alejandro Giammattei, anunció que se había confirmado el primer caso de COVID-19 en el país. Eso ocurrió el viernes 13 de marzo de 2020, durante una actividad pública del mandatario.
La crisis sanitaria, a la fecha, no sólo ha cobrado vidas humanas, sino también empleos, educación, salud y estabilidad económica para muchos guatemaltecos.
El mandatario hizo un recorrido por las instalaciones del Hospital Nacional Especializado de Villa Nueva, para atender a pacientes de COVID-19. Para ese momento todavía sonaba en la cabeza de los guatemaltecos el anuncio del primer caso positivo en el país: “La llamada que jamás hubiera querido recibir. Declaro que en este momento es oficial la entrada del coronavirus en Guatemala”.
Después de este anuncio, la situación del país tuvo un giro drástico. La ciudadanía acudió a los mercados, supermercados y tiendas más cercanas a adquirir utensilios y productos de limpieza, papel higiénico y comida en grandes cantidades.
Todas las actividades cotidianas fueron interrumpidas, entre estas las clases en el sector público y privado, en todos los niveles. En la época también se desarrollaba la Cuaresma, y las procesiones fueron canceladas.
Las mascarillas se convirtieron en el accesorio obligatorio para toda persona. Ante la demanda de las mismas, un nuevo modelo de economía parecía vislumbrar para cierto sector económico.
Calles vacías era la constante al inicio de la crisis, debido a las medidas gubernamentales para contener la propagación del SARS-CoV2.
Toda la atención médica se desarrollaba con las medidas más estrictas de bioseguridad.
Niños y adultos comenzaron a realizar algunas actividades, pero en todo momento y lugar se tenía que utilizar mascarilla, entre otras medidas de seguridad sanitaria.
Poco a poco, y ante el desconocimiento de la situación, fueron falleciendo algunos pacientes positivos de COVID-19. No se permitían los entierros con más de 10 personas, y solo podían acudir familiares directos.
Entre el 13 de marzo de 2020 y el 15 de abril de 2021, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) registró 7 mil 353 muertes a causa del COVID-19.
El 24 de febrero de 2021, 11 meses después del inicio de la pandemia en Guatemala, empezó la vacunación contra el nuevo coronavirus. El personal médico de primera línea de combate al virus recibió las primeras inmunizaciones.
Países amigos colaboraron con el suministro de vacunas para el país, entre estos Israel, que fue uno de los primeros en apoyar con esos insumos.
El desempleo y las situaciones de pobreza y precariedad incrementaron. Las “banderas blancas” fueron un símbolo que comenzó a verse con mayor frecuencia en las calles.
Para 2022, la población ya estaba acostumbrada a las medidas de bioseguridad.
La presencialidad volvió a los centros de trabajo; sin embargo, todo ocurrió de manera gradual.
Para el 2023 los centros educativos públicos y privados volvieron a las actividades presenciales.
A la fecha, son 20 mil 182 casos de personas fallecidas en Guatemala a causa del COVID-19. Pese al regreso de la normalidad, la pandemia dejó dolor en muchos sectores del país.
Esta es la llamada telefónica que Giammattei “jamás hubiera querido recibir”