Después de 10 meses de juicio del emblemático caso La Línea, este lunes 5 de diciembre llegó a su fin con la audiencia de última palabra, en la cual el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicemandataria Roxana Baldetti hicieron su última petición al Tribunal de Mayor Riesgo B.
Pérez y Baldetti dicen ser inocentes; exvicepresidenta se apoya en netcenter👉 [https://t.co/jxkknIlEMX] pic.twitter.com/yhuZglPTvO
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PÉREZ MOLINA: EL MP NO PUDO DESTRUIR MI INOCENCIA
El primero en declarar fue el expresidente, quien inició agradeciendo a las juezas Jeannette Valdez, Katty Sarceño y Marling González por «su labor transparente» al frente del debate.
«Nosotros tuvimos a un juez que comenzaba las sesiones tarde y resultaba que comenzábamos a esa hora porque primero recibía al señor Juan Francisco Sandoval en su oficina, y luego salían de acuerdo», dijo el exmandatario acerca del trabajo del exjuez Miguel Ángel Gálvez.
Además, indicó que el caso estuvo lleno de «violaciones, mentiras, inconsistencias e inventos» desde el principio, según consideró, y también refirió que «cada una de las pruebas se han ido cayendo».
«Renuncié al puesto de presidente para respetar la institucionalidad del país. Yo pude haber continuado cómo presidente», detalló.
Agregó que estando en la Presidencia recibió información de que «la embajada de Estados Unidos, Todd Robinson y la CICIG» habrían convocado y alimentado las manifestaciones del 2015 que buscaban su renuncia.
«La petición es que para mí, Otro Pérez Molina, ya que en ningún momento el MP pudo destruir mi presunción de inocencia, les pido que me den una sentencia absolutoria», concluyó el expresidente.
El expresidente recriminó la salida de Gálvez. Aquí sus declaraciones:https://t.co/qDDAOkeCww
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PETICIÓN DE ROXANA BALDETTI
La exvicemandataria concluyó el debate por el caso La Línea pidiendo una sentencia de carácter absolutoria.
“No me robé un centavo del pueblo de Guatemala”, expresó y dijo que “aunque la prensa se burle es cierto. Mi mamá me enseñó valores”.
Asimismo, dio detalles del proceso, del cual hoy concluye el juicio, que duró más de siete años.
“Una persona de las ochos familias más poderosas de Guatemala me dijo que contrataron a unos lobistas en Washington para que nos sacaran del poder”, expresó.
También recordó que para la primera manifestación de 2015 “había unas 5 mil personas con camisas blancas. Para la segunda estaban convocando y yo le hablé al presidente (Pérez Molina) y le dije: ‘si usted me autoriza yo pongo 40 mil personas vestidas de anaranjado’, pero me dijo que no”.
De esa cuenta, Baldetti siguió relatando parte de las conversaciones que sostenía con Pérez Molina acerca de la situación.
“La que le insistía era yo”, aseguró y enfatizó que “la revolución lleva muertes. Pongan dos tanquetas en las esquinas. Saquemos a las familias y digámosles que les están mintiendo”, pero el expresidente le reiteró: “No puedo. Yo firmé la paz”.
Por otra parte indicó que sus hijos son los más afectados. “No consiguen trabajo y no tienen novia porque las mujeres quieren un novio para casarse. ¿Qué les puedo dar si no me dan trabajo?”, indicó.
Baldetti desarrolló un cartel el cual contenía un tweet de la cuenta netcenter ¡Yes Master! con el mensaje: “Todos los casos que armó la Pancha (en referencia a Juan Francisco Sandoval), alias la motosierra, giran alrededor de una declaración de un colaborador eficaz”, la cual mostró al Tribunal.
MP PIDE 30 AÑOS EN CONTRA DEL EXBINOMIO
El pasado 18 de octubre, el Ministerio Público (MP) pidió al Tribunal las sentencias que considera deberán cumplir los 29 acusados.
Para Pérez Molina y Baldetti se requirió una sanción de 30 años de cárcel y una multa de Q73.1 millones para cada uno, en concepto de resarcimiento al Estado por supuestamente haber cometido acciones de defraudación aduanera.
El expresidente, Otto Pérez Molina indicó que renunció por la institucionalidad del país.
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LA DEFRAUDACIÓN ADUANERA
Según la antigua Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) y la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), la estructura criminal habría defraudado al Estado por US$28 millones entre 2012 y 2014.
Funcionarios y trabajadores de diferentes aduanas del país supuestamente tenían conexión con la estructura y de manera anómala ajustaban los impuestos que debían pagar las mercaderías de importadores específicos, a quienes les debían cancelar menos pero que también tenían que entregar un soborno.
Se estableció que el dinero recaudado por las comisiones ilegales era repartido entre los miembros de la supuesta estructura. Siendo Pérez Molina y Baldetti los más beneficiados.