El gobierno del presidente, Alejandro Giammattei ha impulsado el préstamo. Foto La Hora/Presidencia

En lo que apunta a ser la última carta del pacto del presidente Alejandro Giammattei con el oficialismo y sus aliados en el Congreso, buscará este miércoles aprobar de urgencia nacional el “Préstamo para Políticas de Desarrollo de Respuesta y Recuperación ante la crisis en Guatemala (DLP-1, en inglés)” por US$500 millones, financiado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).

Con ese propósito, el ministro de Finanzas Públicas, Álvaro González Ricci emitió un mensaje, la noche del martes, en una repentina cadena nacional, en donde instó a los diputados del Congreso “apoyar” la aprobación del crédito, el que insiste en asegurar que no se trata de adquirir más deuda para el país.

A trece meses de que se celebren las próximas elecciones generales, este préstamo millonario, contenido en la iniciativa 6050, figura como una última oportunidad para Giammattei, quien de forma extraña, no recibió el apoyo del Legislativo para aprobar el préstamo cuando correspondía su tercera lectura, el pasado 27 de abril.

ACCESO POR EL “BUEN MANEJO” DE LAS FINANZAS

En el mensaje González Ricci comentó que el DLP-1 se aprobó en el 2020 y estaba destinado a apoyar los programas que se diseñaron para atender la pandemia del COVID-19, pero no fue utilizado debido al “buen comportamiento económico que tuvo el país”.

Agregó que a principios de este año el Banco Mundial les indicó que “ese cupo” aún estaba disponible. “Estos 500 millones de dólares es un préstamo que tiene una tasa de 0.75% anual, es una tasa que es imposible de obtener en los mercados financieros locales o internacionales”, aseguró.

 

También explicó que el Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin) va a administrar de manera más eficiente la deuda del país y los bonos que ya están aprobados en el Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal de este 2022, es decir, que van se van a “reducir” en US$500 millones sustituyéndolos por otros US$500 millones provenientes del préstamo DLP-1, ya que dicho préstamo cuesta 0.75% y los bonos entre 5.5 y 6% de tasa de interés.

“Esta diferencia representa US$25 millones al año de ahorro en tasa de interés y durante el tiempo de vida del préstamo nos podrá generar arriba de US$1,800 millones de ahorro”, aseguró el titular del Minfin.

GONZÁLEZ RICCI: NO ES UNA INICIATIVA POLÍTICA

Finalmente, González Ricci se dirigió a los legisladores para que a pesar de las “instrucciones de dirigencia” de los partidos, apoyen la aprobación del proyecto de ley 6050, pues aseguró que no se trata de una iniciativa “política”.

“No es más deuda para el país, no estamos vulnerando los indicadores del país, simplemente estamos quitando bonos y poniendo el préstamo (…) es la misma deuda, pero con menos tasa de interés (…), necesitamos estos recursos para que podamos seguir apoyando a la población”, insistió el funcionario.

PRÉSTAMO VENCIÓ EL 26 DE ABRIL

En su momento, González Ricci comentó a La Hora que el plazo para aprobar el DLP-1 venció el jueves 26 de abril, por lo que “se habló” con el BM para que “espere unos días” con el propósito de “ver si se logra” aprobar en tercera lectura en el Congreso.

Sin embargo, un informe de ese organismo financiero internacional da cuenta que la fecha límite venció el pasado 30 de abril, por lo que podría proceder a cancelarlo.

Además, el documento indica que “si bien está pendiente la aprobación del Congreso”, el Gobierno ya ha avanzado en las acciones previas e indicadores de seguimiento establecidos en su plan de acción.

Con ello se refiere a que el Congreso ha aprobado algunas iniciativas “estrechamente asociadas” en torno al préstamo, lo que significa que de la aprobación del DLP-1 de US$500 millones depende la aprobación del DPL-2, un préstamo por otros US$250 millones.

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