Cuando tenía 12 años, Carlos* (nombre ficticio para proteger al entrevistado), quiso poner fin a su vida e intentó muchas formas de hacerse daño y sin tener mayor idea de cómo hacerlo, terminó en el Hospital General San Juan de Dios donde estuvo internado durante seis meses. Su vivencia refleja el sufrimiento que vivió en la comunidad ultraortodoxa judía Lev Tahor misma que se estableció en Guatemala desde 2014 y que ha sido denunciada en varias oportunidades.
A Carlos, le resultaba difícil conciliar el sueño, el estrés y el sufrimiento consumían su vida y explica que, “el día empezaba con golpes. A pesar de estar sin contacto con el mundo exterior, sabía que algo estaba mal. Lo único que quería huir de la comunidad”.
El entrevistado, hoy mayor de edad, comparte su testimonio de cuando era menor y es uno de los más de cinco miembros que huyeron hace algunos años del yugo de la comunidad ultraortodoxa judía Lev Tahor, asentada en Guatemala desde el 2014.
En este momento, se encuentra como testigo protegido para evadir las amenazas y persecución de la que puede ser objeto por parte de los líderes de la secta.
Por supuesto que no fue el primero en escapar, tampoco se conocen detalles de cómo logró huir de una vida marcada por los abusos sexuales, físicos y psicológicos.
Las personas a su cargo identifican delitos que incluyen: trata de personas, explotación laboral, tortura, matrimonios forzados entre menores de edad, relaciones sexuales no consensuadas, privación de alimentos, entre otros.
DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE.UU. LE HA DADO SEGUIMIENTO
De acuerdo con la página del Departamento de Estado de los Estados Unidos, algunos de sus líderes han sido acusados y extraditados por delitos de explotación infantil, de hecho, en abril de este año, hubo una serie de operativos en el país, con la intervención del FBI.
La secta Lev Tahor ha sido calificada por la prensa israelí como los “talibanes judíos”, debido a sus prácticas de convivencia controversiales.
En Guatemala se estima la integran unas 400 personas, pero es difícil de contabilizar. En estos días, sus miembros lograron abandonar el país para buscar asilo en Irán. Las autoridades les detuvieron el paso, pero finalmente lograron su objetivo.
DOLOR Y SEPARACIÓN
Carlos es uno de los primeros testigos dispuesto a narrar su historia. Es un joven delgado, de estatura baja, usa lentes y tiene barba recortada.
Atrás quedó el largo traje negro y las patillas en tirabuzón que caracterizan el estilo de cabello de la mencionada secta, ahora viste con una camisa blanca y jeans.
Previo a conversar para este artículo, pidió un agua gaseosa “normal”, pues asegura que necesita ganar calorías.
LLEGÓ DE CANADÁ Y VIVIÓ UN TIEMPO EN UN EDIFICIO DE LA ZONA 9
La estricta dieta que tenían, le permitía que prácticamente solo comiera frutas y verduras, nada de proteínas, esto lo tenía al punto de la desnutrición.
“Podías ver mis huesos de lo delgado que estaba”, comenta. Es de destacar que habla poco español, por lo que la entrevista se desarrolla en inglés.
Carlos vino con su familia a Guatemala cuando tenía unos 12 años, desde Canadá y estuvo viviendo en un edificio en zona 9, de esa época recuerda las clases con su profesor, quien lo golpeaba con fuerza si no había aprendido la lección de la semana.
Puesto que su estilo de vida no les permite mayor contacto con el mundo exterior, no tenían acceso a la televisión, Internet, muchos menos redes sociales.
EL INICIO DE UN CALVARIO PARA ÉL Y SU FAMILIA
Posteriormente la comunidad se trasladó a una finca en Oratorio, Santa Rosa, donde levantaron cabañas de plástico y madera “con el objeto de no tener inconvenientes con los vecinos ni con las autoridades”.
Un año después comenzó el calvario para él y su familia. Especialmente a partir de que su padre murió de una infección no atendida.
“Los líderes tardaron semanas en autorizar su salida para que recibiera atención médica. Cuando finalmente llegó al hospital de Cuilapa, era demasiado tarde y falleció”, cuenta.
A partir de entonces, los 11 hermanos fueron separados de su madre que también estaba en Guatemala, excepto el más pequeño. Les prohibieron tener contacto con su madre, solo bajo supervisión. Entonces los abusos se acentuaron.
ABUSOS QUE EMPEZARON CUANDO TENÍA 8 AÑOS
Según se relató a La Hora, los líderes de Lev Tahor tienen una preferencia sexual por los niños. En su caso, los abusos comenzaron alrededor de los 8 años, cuando uno de los rabinos lo llama en un día regular de clases, para hacerle preguntas sobre su vida sexual.
Recuerda fue una situación tan incómoda que terminó con golpes sin ninguna razón.
Alrededor de los 13 años, trae otro episodio a su mente, pero en ese momento, pide que las mujeres que nos encontramos presentes en la sala nos retiremos.
Posteriormente, se quedó solo con el abogado y la grabadora, Carlos relata cómo él y su primo -especialmente- fueron emborrachados para luego ser víctimas de una serie de abusos sexuales por parte de los líderes de la secta.
Pero eso no fue lo único. Hubo otras situaciones donde el joven se vio envuelto en situaciones desagradables e incomprensibles y en donde solo sintió mucho miedo.
Una de las costumbres de esta secta, basado en la Torá (texto que para el judaísmo es la ley), es que las niñas a los 12 y los niños a los 13 años deben contraer matrimonio.
“Una de las prácticas dentro de la secta es la obligación de denunciar cuando una persona no quiere tener relaciones sexuales. Esto genera un castigo carnal fuerte por parte de los líderes de la secta, lo que culmina con la relación forzosa entre la pareja de menores”, relata.
LOGRÓ HUIR DEL CAMPAMENTO
Precisamente por eso es que Carlos estaba destinado a casarse con su prima hermana de 12 años.
Su mente no entendía lo que significaba tal cosa, menos cuando no tenía idea de las diferencias físicas entre un hombre y una mujer, aspecto que entendió varios años después.
En medio de esa sombra de incomprensión, se negó con todas sus fuerzas a casarse y logró huir del campamento.
SUPERAR EL DOLOR
Después de tres años de poner fin a una infancia de golpes y abusos, Carlos empieza a ver el futuro con esperanza. Le gustaría dedicarse a la fotografía y videos comerciales. Pero lo que más le gustaría es convertirse en terapeuta.
“Puedes estudiar mucho, pero no es lo mismo ayudar si no has aprendido a lidiar con el trauma y el dolor. Quiero ayudar poniéndome en los zapatos de los demás”, expresa.
De acuerdo con la psicóloga, presente en la reunión, la mente de Carlos está disociada. Es decir, un mecanismo de adaptación que desconecta la mente de la realidad. Como si estuviera hablando de “otra persona”.
El abogado a cargo -quien solicitó el anonimato- expresó la amplia receptividad de las autoridades del Ministerio Público para dar seguimiento a este caso.
Según informó, también se hizo un llamado a las demás autoridades guatemaltecas, Procuraduría General de la Nación (PGN) y Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) para que puedan intervenir en el caso, dentro de sus competencias.
El abogado también refirió que, en este momento, existe una Alerta Alba-Keneth para cuatro menores de edad, que pertenecen a la secta que se encuentran desaparecidos, aunque aclara que no está a cargo del caso y desconoce los pormenores del mismo.
UN DOLOR QUE OTROS AÚN SUFREN
Con la salida de los líderes, se fueron las demás personas que son retenidas en contra de su voluntad en el campamento. De ellos se desconoce su paradero.
*Nombre ficticio, utilizado para proteger la identidad del testigo protegido.
LEV TAHOR: CORAZÓN PURO
• Lev Tahor es un grupo jasídico. Su nombre significa «corazón puro». Fue fundada en la década de 1980 por el rabino Shlomo Helbrans (Israel, 1962-2017).
• En el año 2000 fue liberado de prisión y deportado a Israel. Se trasladan a Canadá. La secta se expande a los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. En 2014 dejan Canadá, y algunos de sus miembros se establecieron en Guatemala, El Salvador y México. En junio de 2017, Helbrans supuestamente se ahogó en un río en México.
• En abril de este año, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, anunció en un comunicado que cinco líderes de la secta Lev Tahor están acusados de delitos de explotación infantil.
• Cinco de sus miembros fueron acusados de conspirar para transportar a un menor con la intención de participar en una actividad sexual delictiva. El escenario de la acusación tuvo lugar en México y Guatemala.
Con información de:
https://wrldrels.org/es
https://www.justice.gov/
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Lev_Tahor# Neturei_Karta#https://t.co/9FsshYve1S— Dr. A. Idreessy. Palestinian Lives Matter (@AIdreessy) October 21, 2021