El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, busca que el respaldo político recibido de la Unión Europea se transforme en medidas concretas de cooperación para el desarrollo, según aseguró este martes en una entrevista con AFP.
En enero de este año, la fuerte presión internacional ejercida por la UE ayudó a evitar una grave crisis institucional en Guatemala y permitió la investidura de Arévalo como vencedor de las elecciones de agosto de 2023.
«La UE ha tenido un papel muy importante en términos de apoyo político. Ahora buscamos traducir el apoyo político en medidas concretas que apuntalen los esfuerzos para el desarrollo económico y social de nuestro país», dijo.
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«Nos interesa explorar proyectos de colaboración, atraer inversión a grandes proyectos de desarrollo, trabajar conjuntamente entre gobiernos y sector privado», explicó.
Uno de los proyectos que podría beneficiarse de esa cooperación es la renovación del aeropuerto internacional La Aurora, en la capital guatemalteca.
Cuando viajó a la investidura de Arévalo, el mes pasado, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, anunció inversiones de 50 millones de euros (unos 54 millones de dólares) en proyectos comunitarios en la región del Petén.
Borrell anunció este martes que una misión de su equipo retornará a Guatemala en marzo para discutir nuevas iniciativas.
Guatemala y la UE firmaron este martes en Bruselas un Memorando de Entendimiento que sistematiza el diálogo entre las partes y define el marco para desarrollar una agenda concreta de cooperación.
«Es el próximo paso, y lo acabamos de dar. El memorando crea un mecanismo de consultas bilaterales, y en ese marco ya viene la discusión de oportunidades de desarrollo concretas». expresó el mandatario.
Tensiones internas
Después de la investidura de Arévalo, la UE adoptó sanciones contra cinco altos funcionarios guatemaltecos, incluyendo a la fiscal general, Consuelo Porras, por «socavar la democracia y el Estado de Derecho».
Además de Porras, fueron sancionados por la UE otros tres altos funcionarios de la fiscalía, además de un juez.
La aplicación de sanciones, apuntó el mandatario, ha sido el gesto de la UE para «mandar un mensaje claro» a quienes obstaculizaron el reconocimiento de su victoria electoral, de que «esos hechos no serán condonados».
«Nosotros seguimos en nuestros esfuerzos por lograr que el conjunto de las instituciones de justicia de Guatemala funcionen ya libres de ese abrazo asfixiante de la corrupción», dijo.
Después de sus esfuerzos para impedir la investidura de Arévalo, la fiscal Porras se niega a renunciar al cargo. De acuerdo con Arévalo, la intención del gobierno es hallar «una solución en el marco de la legislación».
A fines de enero, Arévalo convocó a Porras a su gabinete, pero la Fiscal se retiró anticipadamente, alegando otros compromisos.
Poco más tarde, la funcionaria publicó en la red X una carta en que invitó al presidente Arévalo a una «reunión de trabajo» en la fiscalía.
Diálogo con Zelenski
Antes de visitar Bruselas, Arévalo estuvo en París, donde se entrevistó con el presidente Emmanuel Macron, y en Múnich, Alemania, donde participó de la Conferencia de Seguridad y mantuvo un encuentro con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
En ese encuentro, el mandatario ucraniano reiteró «la invitación a participar en un foro mundial por la paz, que se propone «plantear salidas negociadas a la crisis en Ucrania», relató Arévalo.
«Creemos que el mundo necesita retomar la vía de buscar soluciones negociadas (…) nos parece que es un caso en donde Guatemala puede aportar a los esfuerzos internacionales», dijo.
La gira del mandatario guatemaleco incluye etapas en Suiza y finalizará en España, país donde se desempeñó como embajador y donde tendrá reuniones con el presdente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI.
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