POR REDACCIÓN LA HORA

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Rudy Samayoa es un guatemalteco que migró a Estados Unidos hace más de 30 años y, aunque ha destacado en el campo de la actuación, para él, su mayor logró es que sus hijos estén cursando carreras universitarias en áreas bastante complejas y a punto de ejercer, como resultado de décadas de trabajo. Su mirada ahora está centrada en regresar a Guatemala, así como impulsar una escuela de actuación.

Hace unos años, el connacional fue destacado por La Hora Voz del Migrante por su interpretación en una obra de teatro de “El Chapo” Guzmán, sin embargo, su carrera ha sido prolífica y extensa, porque ha trabajado en películas independientes en distintas áreas, no solo actuando, ha impulsado a nuevos talentos y también ha conseguido trabajos de actor para el entrenamiento de las fuerzas de seguridad de ese país.

Él migró en 1986 y actualmente se encuentra en Baja California, aunque esa decisión la tomó por la situación compleja del país, recuerda que su principal motivación era crear oportunidades para superarse y vivir nuevas experiencias.

“Yo miraba que no pasaba a mucho…mi meta era trabajar 3 años para construir una mi casa en Guatemala, pero esos 3 años se volvieron 33 años, porque vi más oportunidades, soy una persona muy inquieta”, puntualizó.

Su profesión es la mercadotecnia y publicidad, en Guatemala, así como en sus primeros años de migrante se dedicó a la imprenta y artes gráficas, luego se mudó a California, trabajó como programador de música en una discoteca y estudió inglés, así como teatro, lo que le abrió las puertas a una vida dedicada a la actuación.

“No fue fácil, salir en la industria del cine es duro, me gusta más estar detrás, en la producción, pero he conseguido mis papeles en videos musicales, películas, comerciales, pero ya no es lo de antes”, recordó.

“Mi mayor logro es la actuación, haber hecho todo lo que quise, en teatro, cine, televisión, es mi logro, soy miedoso y creía que no lo podía hacer y lo logré, cosas que nunca esperé”, añadió.

SU ORGULLO SON SUS HIJOS

En 1990 regresó a Guatemala, un año después contrajo matrimonio y volvió a Baja California, durante 15 años, dedicándose únicamente a trabajar en imprentas, en ese tiempo dejó la actuación y dedicó ese tiempo a generar los ingresos que les permitieran a sus hijos tener acceso a más oportunidades.

Con su trabajo, resalta que sus dos hijos, uno de 27 y otro de 22 años, han salido adelante, por ejemplo, el menor de ellos estudia Ingeniería Aeroespacial, lo que le ha permitido realizar prácticas y acercarse a la NASA.

“Gracias a Dios ha incursionado en la NASA como practicante, siguió estudiando, está a punto de graduarse y la intención es que siga en este campo”, manifestó.

Su hijo mayor fue parte del Ejército de Estado Unidos y actualmente estudia una especialidad en la realización de ultrasonidos, enfocados en el sistema sanguíneo. “Estoy dedicado a mis hijos y en que se gradúen”, puntualizó.

Durante los últimos años, se ha enfocado en trabajar con los Marinos de Estados Unidos, donde su rol es el de facilitarles con su actuación el desarrollo de habilidades para adaptarse a las sociedades latinoamericanas.

UNA IMPRENTA FUE PARTE DE SUS SUEÑOS

Dentro de sus vivencias en Estados Unidos, Rudy Samayoa luego de unos años de trabajar en el club nocturno también laboró en las cosechas de diferentes tipos de verduras y legumbres.

Todo esto le permitió emprender y colocar su propia imprenta en California, siguiendo así el oficio que desde su familia había aprendido y también puesto en práctica en sus años de juventud en Guatemala.

En ese lugar, podía elaborar diseños para publicidad y la impresión de cualquier arte, texto o elementos que sus clientes requirieran. Con unas máquinas, Samayoa se dedicó a la impresión y en sus tiempos libres acude a la actuación durante muchos años, una labor que permitió sacar adelante a su familia.

En la actualidad, menciona que para este tipo de trabajo se ha vuelto más complicado debido a la aparición de nuevas tecnologías y que la mayoría de la publicidad se maneja en redes sociales, aunque no pierde el optimismo y busca generar nuevos proyectos.

SU PLAN AHORA ES IMPULSAR TALENTOS

Samayoa espera en los próximos meses definir cómo continuará en la actuación y por el momento se ha enfocado en asesorar a amigos y conocidos que han decidido incursionar en proyectos relacionados a la actuación.

Además, su meta a futuro es abrir una escuela de actuación y dar clases en ella, enseñar tácticas y ayudar a jóvenes a incursionar en el campo del teatro, así como el cine o en cualquier ámbito en el que puedan cumplir sus sueños y desenvolverse.

A la vez, mencionó que su próxima meta es llevar a cabo un corto con amigos y conocidos, para luego buscar su lanzamiento en una plataforma de streaming, aunque no ha definido que tema o historia abordaría.

“Probablemente regrese a Guatemala un tiempo y otro aquí, porque el lugar estable para mí es en un avión, porque tienes la mitad de tu corazón en cada país”, manifestó.

“Es difícil, pero lo que he querido lo he hecho y he sido feliz, es lo más importante”, afirmó.

Su mensaje y consejo para los migrantes es que incursionen en lo que les guste y no dejar de soñar, “poco a poco va uno, va ir escalando y cada derrota es una lección que uno aprende y si no te cayó está oportunidad, será la próxima, hay que ser perseverante para llegar a hacer algo que te guste y que te emocione y digan lo logré”, finalizó.

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