POR REDACCIÓN LA HORA
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Hace tres años, José Santos decidió emigrar a Estados Unidos y empezar desde ahí a cumplir sus sueños, trabajar duro para sacar adelante a sus hijos, superarse personalmente, con la mirada puesta en el futuro para desarrollar varios proyectos que ayuden a sus seres queridos y los jóvenes de Guatemala.
José, mejor conocido como “Chepe” entre sus amigos en Mixco, es reconocido por dedicarse desde muy joven al deporte y trabajar siempre en gimnasios donde entabló amistad con muchas personas, aunado a su interés por profesionalizarse en educación física en la Universidad de San Carlos.
Sin embargo, recuerda que la situación en Guatemala para quienes desean dedicarse a las actividades deportivas es más complicada y por eso cuando surgió la posibilidad de migrar de manera regular a esa nación aprovechó la oportunidad.
LA FAMILIA Y EL TRABAJO
En Guatemala, la situación para José económicamente era complicada, además, de él dependía su familia, así que la meta al llegar a Estados Unidos, era trabajar y reencontrarse con sus hermanos.
“No sabes lo alegre que sentí volver a abrazarlos después de 18 años, otros 15 años, otros 12 años”, recordó.
Uno de ellos facilitó que el connacional empezara a trabajar en una bodega de envíos nacionales en California, se sentía apoyado por su hermano, aunque enfrentó dificultades porque compañeros tenían actitudes negativas hacia otros latinos, “fue la parte más decepcionante y creo que es en todo lugar cuando miran que tienes capacidad se sienten amenazados pero no me importo seguí dando lo mejor de mí”, apunto.
A pesar de las dificultades, el tiempo avanzo, para José lo primordial era lograr ingresos estables que le permitieran a sus hijos seguir sus estudios y sus gastos para vivir en Estados Unidos.
“No sabes lo alegre que me sentí al ganar mis primero dólares rápido, me puse a pensar por fin en 15 días ganó lo de la colegiatura de mis hijos, lo de la comida y otras cosas más”, manifestó.
En ese sentido, recordó que en Guatemala le era difícil costear todos los servicios que necesitaba su familia, así que la satisfacción de lograrlo e incluso generar extras para él era un logro de vida, “por cruel que parezca me costaba mucho reunir esa cantidad de dinero al mes”, mencionó.
EL INICIO DE METAS MÁS GRANDES
Para José el camino a penas empieza, comentó que durante su estadía en Estados Unidos una de las cosas más complicadas para él fue el idioma inglés, incluso recordó momento en los que personas que sabían español usaban inglés para tratar de confundirlo.
“El idioma fue lo más difícil de adaptarme ahora con el tiempo vas entendiendo pero falta mucho por aprender para manejarlo completamente”, recordó.
Por ahora, la estabilidad laboral y económica le permite a José pensar en metas que parecían lejanas hace algunos años pero que no ha abandonado y que espera concretar en un futuro cercano.
“Lo primero es ir a ver a mis hijos en Guatemala y pasarme unos días con ellos y pues luego regresar y seguir haciendo mi esfuerzo para que ellos estén bien y pues comenzar un proceso de legalización para tener a mis hijos acá conmigo que es otro reto más para mi vida”, puntualizo.
Sus metas van más allá, entre estas, regresar a Guatemala y continuar aportando para que las cosas mejoren, graduarse de la Universidad de San Carlos e impulsar el deporte para que los jóvenes tenga espacios de recreación, salud y se alejen de las actividades criminales.
“Impulsar el deporte también es lo que me compete más que otra cosa, ya que es mi rama, pero rodeado de gente capaz y con ganas de aportar lo que saben para hacer más grande el deporte de Guatemala eso es uno de los mayores sueños de mi vida”, recordó.
MENSAJE PARA LOS MIGRANTES
Por último, envió un mensaje de aliento y apoyo a toda la comunidad migrante en Estados Unidos, para que no abandonen sus sueños y continúen trabajando por alcanzar lo que se han propuesto.
“A todos los migrantes no bajemos la guardia sigamos luchando por nuestros sueños nuestras familias sé que vendrán cosas mejores para nosotros”, finalizó.