Originario de la aldea La Casita del municipio de Santa Rosa de Lima, Santa Rosa, el guatemalteco Oscar Pineda Solares, explicó cómo ha logrado abrirse camino en el ámbito profesional en California, Estados Unidos, lugar en el que asegura, es clave la constancia y dedicación hacia los deseos de superación y el cumplimiento de metas y sueños.

Para Oscar, el término de inteligencia emocional ahora es parte de su día a día, y tras haber realizado estudios en una Universidad en línea, en donde obtuvo un Master en Coaching y Psicología Positiva en Educación, comparte mensajes positivos con la comunidad, a través de redes sociales y sueña con poder impartir cursos y talleres relacionados con el tema.

COMPARTE SU APRENDIZAJE

Oscar, en una entrevista con La Hora Voz del Migrante, detalló que le ha motivado compartir su aprendizaje con otras personas que se sentían como él en algún momento o que necesitan de guía.

Aunque ahora está en un tiempo de retiro, siempre permanece activo en redes sociales y trabaja en un proyecto de una escuela en línea, en donde pueda ofrecer talleres, “sí es un trabajo, pero es algo que me gusta hacer”.

“Afuera se escucha mucho esa frase de si puedes trabajar en algo que te gusta, no vas a sentir que estás trabajando porque es tu pasión”, afirmó.

Al mismo tiempo, cuenta que todo es algo que hace con pasión y que solo busca ayudar.

Oscar dice que entiende la vida del migrante, porque al igual que él, dejan en sus países a sus padres, hijos, esposa, trabajo y sueños, “se viene con una carga emocional desde allá” y añade que muchos no son conscientes de lo que pasa con quienes se quedan y que tal vez no es positivo.

SU HISTORIA

En la entrevista, Oscar explica que vivió hasta los 18 años en la aldea la Casita, un lugar pequeño que se ubica a unos 15 minutos del municipio de Santa Rosa de Lima, que se encuentra aledaño a la capital de Guatemala.

Cuando decidió migrar, recuerda que estaba terminando la carrera de Diversificado de Perito Contador y precisamente cuando estaba haciendo sus prácticas del ejercicio, una situación traumática, lo llevó a buscar junto a su mamá un nuevo hogar en Estados Unidos.

Así que, tras 18 años viviendo en EE. UU., el cambio de vida fue radical, sobretodo porque en la aldea conocía a todos y en otro país es diferente.

“La experiencia puedo decir que es bastante traumática, cuesta adaptarte, porque ya no está la gente con la que creciste, ya no están los amigos, el idioma, ahora obviamente los sueños tienen que cambiar, al principio no hay sueños, y al principio se trabaja en piloto automático”, dijo.

Hasta ahora, incluso, dice que extraña a su país y a las personas con las que creció.

Cuando recién llegaron a EE. UU., dice que no encontraban un empleo hasta que finalmente se mudaron hacia California junto a su mamá, “ahí sí cambio bastante, además que tienen un acento más hispano que Oregon”.

TRABAJAR Y ESTUDIAR

Aunque Oscar quería trabajar, también deseaba estudiar, así que se inscribió en una escuela de adultos porque quería estudiar inglés, aunque en ese lapso se enfrentó a adversidades que debía superar, entre ellas asimilar los cambios.

“La escuela de adultos casi que me salvó… si me llevé como a lo mejor más de un año para aprender a hablar lo básico para ir a comprar, o ir a restaurantes”, dijo.

Luego de eso, Oscar decidió continuar sus estudios, pues dice que siempre le apasionó el deseo de aprender, así que después estuvo en un Centro Ocupacional, luego en un Colegio Comunitario estudió negocios, porque pensaba que debía continuar algo relacionado a sus estudios en Guatemala.

Sin embargo, aunque continuaba con esa carrera de negocios en una Universidad, no se sentía convencido que esto fuera lo que le gustaba, así que de repente, lo invitaron a un retiro de una iglesia y en ese momento se cuestionó y se dio cuenta que existían otras cosas en las que podía especializarse.

“Me salgo de esa universidad y me registré en otra en línea, en donde hice una licenciatura en Teología, eso me gusto más que lo que estaba estudiando porque me enseñaron a pensar a cuestionarme cosas, me enseñaron a estudiar de historia”, dijo.

HA TRABAJADO BUENA PARTE DE SU VIDA EN RESTAURANTES

Su recomendación, a decir del entrevistado, es que las personas puedan buscar ayuda y que sepan que muchos lo hacen sin que les cobren, aunque también considera sano invertir en el bienestar propio, además que ahora con solo entrar a YouTube puede encontrar contenido que los puede llenar de esperanza.

“Hay personas que si queremos escuchar y que estamos haciendo lo posible por educarnos y tener algo bueno y correcto y que también tenemos la experiencia de vida. Antes alguien me preguntaba si no tenía valor de ir afuera”, mencionó.

El guatemalteco cuenta que además de prepararse, también tiene pasión por la música, así que le gusta tomar clases de baile, en Sacramento cuenta que toma clases de Hip Hop y de Zumba, “me gusta y me apasiona… es una experiencia que me ayuda a introducirme en mí mismo”.

Oscar también explica que ha trabajado buena parte de su vida en restaurantes, en diferentes puestos, “la industria de la comida es lo que he conocido, hasta hace unos tres o cuatro meses”.

SUEÑOS Y METAS

Entre los sueños que tiene, destaca el de que un día logre tener un espacio físico en donde pueda impartir talleres o seminarios, también espera volver a Guatemala, “espero que no sea muy lejano”.

El guatemalteco, también les envía un mensaje a su familia y amigos en la Casita y resalta el valor que tienen en la vida, “aunque haya distancia, porque no hablamos todos los días, los traemos en la sangre y los tenemos presentes”.

SÍGALO EN REDES SOCIALES Y YOUTUBE

El guatemalteco comparte contenido en su cuenta de Facebook y también en YouTube, en donde lo puede encontrar como Oscar Pineda, en donde comparte información, además de orientación en cursos gratuitos que muchos pueden aprovechar.

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