Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Con un aura de optimismo y el deseo de ayudar a las demás personas, Gloria Leiva ha destacado en Estados Unidos, por su trabajo a favor de la comunidad en Los Ángeles, California, lugar al que llegó hace 40 años y donde finalmente se estableció junto a su hija, quien ha sido su motor para salir adelante.

Leiva es promotora de salud mental, pero el camino que ha recorrido para llegar hasta donde se encuentra ha sido largo.

En entrevista para La Hora Voz del Migrante, la guatemalteca cuenta que salió de Guatemala en 1981, pensando en que Estados Unidos era una mejor opción para vivir que en su país, puesto que aquí en esos tiempos la situación era complicada.

Es originaria del Barrio Santa Cecilia de la zona 8 de la ciudad. Leiva se acompañó en ese entonces de quien era su esposo.

Cuando migró, recuerda que salió con una maleta y zapatos altos, porque pensaba que vivirían un viaje de placer, sin embargo, mientras avanzaban en su camino se dio cuenta de las dificultades que les esperaban.

“No fue nada fácil, en México en el Distrito Federal nos robaron las maletas y dinero y nos quedamos con una tía, llegamos a Estados Unidos cruzando la montaña, fue difícil, siendo joven lo veía como una aventura, muchos piensan que venir a Estados Unidos es venir a recoger el dinero con una pala”, comentó.

Con los años, la guatemalteca recuerda que su hija, quien cumple 25 años ahora en enero, es quien despertó en ella la necesidad de hacer algo por la comunidad. Su hija tiene discapacidad y por ella es que Gloria se esforzó aún más.

TRABAJA COMO PROMOTORA DE SALUD MENTAL

Gloria recordó que uno de sus primeros empleos fue en el mantenimiento de viviendas, pero con el nacimiento de su hija Angie, decidió dedicarle más tiempo a ella y buscar terapias, además de información de lo que le ocurría.

“Entonces fue que vi que no había mucha información y decidí hacer algo por la comunidad hispano parlante… yo trabajé en una fundación por 22 años, en donde educaba a los padres, les daba una clase”, recordó.

La idea era ayudar a los padres a reconocer las discapacidades que pueden tener las personas, así podía mostrarles las opciones que tenían para atenderlos.

La guatemalteca mencionó que ha participado como voluntaria para muchas organizaciones, en donde ha brindado apoyo. En la actualidad es promotora de salud mental, labor que ha desempeñado por tres años y ha realizado gestiones de alto nivel en pro de los grupos más vulnerables de la sociedad, los minoritarios con deshabilidades, ante el Congreso o funcionarios estadounidenses, para influir sobre las políticas de protección hacia los necesitados.

«Una persona me observó facilitando un grupo de apoyo en un centro regional, y me dijo tú tienes madera para trabajar en el departamento de Salud Mental», destacó.

 

“La idea era ayudar a los padres a reconocer y aceptar las discapacidades y necesidades que pueden tener sus seres queridos, y así podía mostrarles las opciones que tenían para atenderlos y luchar por sus derechos para tener calidad de vida”, remarcó.

El reto para desenvolverse en esa área de salud, para la guatemalteca es grande, porque el estigma prevalece en la comunidad migrante.

“Es una bendición para mí, ayudar a quienes conocen a personas con una discapacidad y ahora por casi tres años lo que es una persona con una condición mental, llevar esa información es difícil”, afirmó.

Trabajar con la salud mental no es sencillo, porque son muchas las personas que sienten pena al hablar del tema y porque consideran que no se debe tratar.

“Nosotros vamos a escuelas, yo no lo he hecho, pero hay compañeras que van a centros de jornaleros y ahí hablan con las personas que llegan a trabajar, vamos a refugios, iglesias, bibliotecas”, contó.

Si trabajar en la normalidad en este campo es difícil, hacerlo en la actualidad ha sido aún más, porque utilizar plataformas digitales no es sencillo para muchos, así que eso también se convirtió en otro reto que poco a poco han ido superando, porque su deseo es ayudar a las personas quienes se han visto afectadas con el encierro.

HA SIDO RECONOCIDA POR SU TRABAJO

Gloria siempre ha tenido ese don de liderazgo, pero nunca se imaginó que se quedaría por tantos años en EE. UU., y que aparte trabajaría apoyando a otras personas, principalmente a latinos.

“El entusiasmo es bien importante, el querer superarse y hacer las cosas de una manera correcta, porque yo sabía que mi niña tendría muchas necesidades. Yo no me quedo de brazos cruzados, siempre he sido una emprendedora, muchas de mis amigas me han dicho que soy una mujer guerrera”, destacó.

La guatemalteca ha sido reconocida por su trabajo, pero eso es algo que no la hace perder el rumbo de su labor, “siempre he dicho que lo que hago no es un trabajo, sino una pasión”.

En Guatemala, la entrevistada menciona que tiene familia, quienes siempre están unidos y al pendiente de lo que hace en EE. UU., además, los insta a seguir adelante, “ellos siempre han estado conmigo», «yo con ellos”. De igual manera se refirió a su familia por parte de su hermano mayor en Calgary.

VIAJA CON FRECUENCIA A GUATEMALA

La entrevistada ha salido adelante sola con su hija y afirma que la vida ha sido buena con ellas, porque han compartido muchos momentos juntas.

Ambas comparten todo en la vida, así que cuando se puede viajan a diferentes lugares, eso incluye visitas a familiares en Guatemala y otro tipo de distracciones, “vamos a Guatemala seguido con mi familia porque me gusta mantener contacto con ellos”.

Cada vez que viaja al país, cuenta que visita todo lo que pueda, porque ama Guatemala.

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