Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Desde Estados Unidos, la guatemalteca Laura Figueroa se comunicó con La Hora Voz del Migrante para contar su historia como migrante, ya que salió de Guatemala cuando tenía apenas 21 años, proceso que decidió emprender porque quería probar hasta donde podía llegar por sus propios medios.

Figueroa, menciona que su familia era de clase media trabajadora, se graduó en el Instituto Belga y por dos años impartió clases en el colegio Capullez, primero como maestra de 4to Primaria y luego como Coordinadora de Lingüística con el fin de ayudar a los estudiantes de 1º a 6º Primaria a mejorar su hábitos y comprensión de lectura.

La guatemalteca remarca que nunca quiso depender de nadie, sus sueños eran salir adelante y superarse. En su adolescencia, además, estuvo involucrada en iniciativas a favor de los jóvenes.

EMPEZÓ LIMPIANDO CASAS Y DECIDIÓ ESTUDIAR PARA SUPERARSE

Al llegar a Estados Unidos, su primer empleo fue el de limpiar casas y cuidado de una señora de edad avanzada, por las noches estudiaba inglés.

“Yo quería empezar por mí misma a abrirme paso… mi familia era muy conservadora y tenían miedo de lo que podía pasarme, me advertían de muchos peligros”, recuerda.

Así que paso a paso, la vida para la guatemalteca fue mejorando, realizó múltiples trabajos, desde reparar autos, vender mausoleos y cuidar niños, entre otros.

Aunque muchas veces las personas le decían que había pocas oportunidades de superación para los latinos, ella no perdió la fe, siempre tuvo en mente que lo que deseaba era rediseñar su vida y hacerse valer por sí misma.

Luego de aprender el idioma inglés, la guatemalteca decidió estudiar algunos cursos y luego continuar su aprendizaje en la Universidad de Los Ángeles California, en donde estudió una licenciatura en Psicología, mientras seguía trabajando.

 

Es en ese tiempo se involucró en el campo del VIH, espacio al que le ha dedicado su vida los últimos 25 años, también ha trabajado en motivar a las personas, pues hace años, las complicaciones afectaban más a los pacientes.

 

DESTACADA POR SU TRABAJO

Eventualmente, llegó a coordinar seminarios de educación y motivación y también la Conferencia Latina sobre el VIH, que alcanzaba hasta unas mil personas. Eso le permitió trabajar con diversidad de personas que necesitaban de ayuda.

“Había dado charlas por muchos años cuando decido mudarme a Colorado donde me contrataron para educar y entrenar a organizaciones de VIH y a otras entidades enfocadas en la salud, lo cual me llevó a viajar por todo el país y a conocer a muchas personas, el objetivo siempre fue apoyar y darles motivación.

Aunque mudarse en un principio para ella fue difícil, finalmente se animó a hacerlo, “quería probar que como latina podía hacer una diferencia”.

Figueroa, plasma muchas de sus vivencias en su libro titulado “De la Opresión a la Liberación”, que se puede encontrar en Amazon, “la historia cuenta cómo el ser humano es capaz de superar sus miedos, traumas y complejos para alcanzar sus sueños”.

HA LOGRADO SUPERAR MUCHAS PRUEBAS

A pesar de todo lo que ha logrado, la guatemalteca recuerda que vivió muchas pruebas, “estuve en una depresión increíble e incluso pensé en atentar contra mi vida debido a situaciones traumáticas que sobreviví, eso lo digo en mi libro, fue muy difícil, pero me levanté de ese momento crítico”, señala.

Otra de las habilidades que desarrolló es la de hablar ante públicos de diversos grupos étnicos, incluso viajó a la India donde dio una charla en inglés el Congreso Internacional para Jóvenes, aunque para eso debió superar varios obstáculos.

Todas las experiencias vividas la motivaron a seguir estudiando, esta vez una maestría en Administración de Empresas, eso le permitió ampliar todavía más su campo de trabajo.

La vida ha puesto muchas pruebas para Figueroa, quien cuenta que la muerte de su madre la golpeó sobremanera, pero con mucha resignación entendió lo que ocurrió.

Cuando ella cuidaba de su madre enferma, consiguió un mejor empleo, no obstante, la compañía puso a varios empleados a competir por una plaza.

“Sabían que podía hacer el trabajo y yo necesitaba conservar ese empleo porque mi mamita empeoraba. En esa compañía yo era Gerente de Asuntos Comunitarios en diecisiete estados y después me convierto en Gerente de Casos, pero ya a nivel nacional”, relata.

INSTA A LAS PERSONAS A LUCHAR POR SUS SUEÑOS

En ese lugar estuvo hasta que su mamá se enfermó aún más, luego decidió conseguir un empleo más a nivel local.

Figueroa cuenta que ha recibido el reconocimiento de la comunidad por su liderazgo y por motivar a las personas a seguir superándose.

La guatemalteca ahora tiene como sueño seguir publicando más libros, desea continuar dando charlas motivacionales y aportar en la vida de las personas.

El mensaje de la entrevistada a sus cincuenta y dos años para los migrantes es que todos luchen por su libertad y los sueños que desean cumplir, “que no existe la derrota, solo la mente derrotista”.

Figueroa ha trabajado en compañías de proyección internacional entre ellas: John Snow Research & Training Institute (JSI), Boehringer-Ingelheim (BI) y Gilead Sciences donde actualmente es Especialista Ejecutiva en Prevención de VIH.

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