Por Redacción La Hora
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Este lunes se marcó como un día crítico en la vacunación contra el Covid-19. En las últimas horas, Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano en denegar el ingreso de la vacuna de AstraZeneca para ser usada para inmunizar a su población de Covid-19, debido a los efectos que ha reportado este fármaco en varios países europeos.
Con esto se suma a la lista a más de una decena de países europeos como Irlanda, Holanda, Noruega, Dinamarca, Alemania, Francia, Italia y España que suspendieron su uso, temporalmente entre la población. También han suspendido su uso: Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Austria.
Las campañas de vacunación se retrasaron en la mayoría de los países, al menos durante dos semanas, hasta realizar las respectivas evaluaciones.
En Guatemala, la semana pasada ingresaron más de 81 mil dosis bajo el mecanismo Covax, específicamente de las elaboradas por la farmacéutica en mención.
“El monitoreo de eventos posiblemente asociados con la vacuna se está realizando por el Programa de Farmacoviligancia y hasta el momento, no se ha presentado ninguna reacción adversa grave con la vacuna AZ. En caso de un evento grave siguiendo la vacuna, se convocará un comité de expertos a cargo de investigar el evento y establecer la causalidad entre la vacuna y el evento”, respondió el Ministerio de Salud.
EL DEBATE SE HA INTENSIFICADO
AstraZeneca manifestó su postura el pasado 14 de marzo. Dijo que luego de una revisión de los datos de 17 millones de personas inmunizadas con su vacuna Covid-19, desarrollada con la Universidad de Oxford, no encontró un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.
Una revisión cuidadosa de todos los datos de seguridad disponibles de más de 17 millones de personas vacunadas en la Unión Europea (UE) y el Reino Unido con la vacuna COVID-19 AstraZeneca no mostró evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda (TVP) o trombocitopenia, en cualquier grupo de edad, género, lote definido o en cualquier país en particular.
Hasta ahora, en la UE y el Reino Unido, se han notificado 15 episodios de TVP y 22 episodios de embolia pulmonar entre los que recibieron la vacuna, según el número de casos que ha recibido la empresa hasta el 8 de marzo. Esto es mucho más bajo de lo que se esperaría que ocurriera naturalmente en una población general de este tamaño y es similar en otras vacunas COVID-19 autorizadas. El informe de seguridad mensual se hará público en el sitio web de la Agencia Europea de Medicamentos la semana siguiente, en consonancia con las medidas excepcionales de transparencia para COVID-19.
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¿QUÉ DICE LA OMS?
La OMS ha pedido “no ceder ante el pánico” y ha vuelto a recomendar a los países que cuentan con la vacuna de AstraZeneca que continúen utilizándola para proteger a sus poblaciones contra el Covid-19.
Mientras que, el comité de seguridad de la Agencia Europea de Medicina (EMA) anunció que continúa la investigación de esta vacuna y los eventos tromboembólicos reportados.
La revisión la está llevando a cabo el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA, el comité responsable de la evaluación de los problemas de seguridad de los medicamentos humanos. Una vez que se complete la revisión, el PRAC hará las recomendaciones necesarias para minimizar los riesgos y proteger la salud de los pacientes.
SE MANIFIESTA LA SOCIEDAD INTERNACIONAL DE TROMBOSIS
La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) recomienda que todos los adultos elegibles continúen recibiendo sus vacunas COVID-19, a pesar de las recientes decisiones de Dinamarca, Noruega e Islandia de suspender al menos temporalmente el uso de la vacuna AstraZeneca debido a informes de trombosis.
En este momento, el pequeño número de eventos trombóticos reportados en relación con los millones de vacunas COVID-19 administradas no sugiere un vínculo directo. Los episodios trombóticos son frecuentes en la población general y no se han asociado previamente con la vacunación. En la actualidad, no sabemos si el momento de los coágulos de sangre con la vacunación es una coincidencia o si la vacunación puede, en casos raros, aumentar el riesgo de trombosis. Es importante destacar que los ensayos clínicos bien realizados de las vacunas COVID-19 no identificaron un mayor riesgo de trombosis.
Con base en todos los datos disponibles, la ISTH cree que los beneficios de la vacuna COVID-19 superan con creces cualquier complicación potencial, incluso para pacientes con antecedentes de coágulos sanguíneos o para aquellos que toman medicamentos anticoagulantes.
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ALGUNAS RECOMENDACIONES
Las personas que toman anticoagulación oral directa (apixabán, dabigatrán, edoxabán y rivaroxabán), warfarina en un rango de INR terapéutico, heparina en dosis completa o inyecciones de fondaparinux pueden recibir la vacuna COVID-19.
Se puede considerar la vacunación antes de la siguiente dosis de anticoagulante en lugar de inmediatamente después de tomar el anticoagulante.
• Existe riesgo de hematomas en el lugar de la inyección, pero no se anticipan efectos graves relacionados con la anticoagulación.
• Se debe aplicar presión prolongada (al menos 5 minutos) en el lugar de la inyección para reducir los hematomas.
• Los pacientes que reciben warfarina con INR supraterapéutico deben esperar hasta que su INR sea <4.0
• Alentamos a los pacientes a que procedan con la vacunación, que no debe evitarse sobre la base de la anticoagulación.