POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

El pasado 1 de enero fue capturado en Antigua Guatemala, el periodista Pablo Solís, quien posteriormente fue ligado a proceso por el delito de atentado. El caso de Solís, no es el único que se ha documentado en los últimos años, sin embargo, sí es el que retoma la necesidad de crear protocolos, profesionalizar y concienciar al gremio periodístico y a las instituciones estatales, sobre el rol que cada uno juega en la sociedad.

UN CASO QUE DEMANDA DIÁLOGO Y ACCIONES

Tras lo ocurrido, La Hora entrevistó a Solís, quien fue dejado en libertad con medida sustitutiva, y explicó cómo ocurrieron los hechos, mientras él y otros de sus compañeros ejercían su función, en un incendio que ocurrió la madrugada del 1 de enero.

El entrevistado, quien también es bombero, dijo que la evacuación de él y sus compañeros fue por orden de Jorge Arriola, un delegado de la Coordinadora Municipal para la Reducción de Desastres (Comred), quien pidió a los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que evacuaran a las personas, sin embargo, cuando Arriola hizo esa petición, el siniestro ya estaba controlado en un 50 por ciento.

“El grupo de cuatro periodistas estábamos haciendo entrevistas, nuestros sondeos, cuando llegó un policía a decirnos que teníamos que quitarnos de ahí. Terminé mi entrevista y le enseñé mi gafete, le dije que estaba trabajando. Él me dijo que también estaba haciendo su trabajo. Yo le dije que su trabajo era velar para que no se robaran nada de los comercios y que no estábamos estorbando el trabajo de los bomberos”, indicó el periodista.

El comunicador dijo que la discusión subió de tono cuando un agente le colocó la mano en el hombro y otro policía empujó a uno de sus compañeros.

“El agente me puso la mano en el hombro y -me dijo- que nos teníamos que salir, le respondí que no me tocara. Otro agente le puso la mano al otro compañero Mynor Cáceres, pero un poco más fuerte, le dio un empujón. El compañero le regresó el empujón y empezó a grabar. El agente le dio un manotazo en la cámara y las personas que estaban en el lugar empezaron a insultar a los policías y les dijeron que nos dejaran trabajar, se abalanzaron sobre nosotros y la gente también se abalanzó sobre ellos”, indicó.

En esa trifulca, alguien de los que estaba presenciando el suceso lanzó gas pimienta, según Solís, lo que provocó que la PNC enviara a unos 25 policías más para atender lo que ocurría.

“En esa molotera escucho que un policía recoge un bote de gas pimienta y dice que yo lo tenía en la bolsa de mi pantalón, pero no porque -el bote- es muy grande. Otro agente dice que hay otro -frasco de gas pimienta- no sé de donde lo sacó, me dan la vuelta y me ponen los grilletes. Me trasladan al Juzgado”, indicó.

Este vespertino se comunicó con el delegado de la Comred en reiteradas ocasiones, para conocer su postura y las razones por las que demandó a la PNC sacar del lugar a los periodistas que se encontraban realizando su trabajo, sin embargo, no respondió los mensajes y las llamadas realizadas a su teléfono celular.

Asimismo, se buscó la versión de la PNC, pero de la Secretaría de Comunicación Social de esa institución se indicó que esperaban un informe de la comisaría de la localidad para emitir una postura oficial al respecto.

En el informe circunstanciado policial al que tienen acceso periodistas, escuetamente se informó sobre la detención de Solís, e indicó: “en el lugar se produjo un incendio y al momento que los elementos policiales le impidieron el paso -a Solís-, atentó en contra de ellos, por lo que fue reducido al orden y puesto a disposición del Juzgado correspondiente”.

La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) acompañó el caso de Solís desde que fue detenido hasta que fue escuchado por juez competente.

PROTOCOLOS, PROFESIONALIZACIÓN Y CONCIENTIZACIÓN

El PDH, Jordán Rodas, destacó la importancia de crear protocolos en la PNC e incluir a los periodistas. A su criterio, con lo que sucedió se podría abordar el tema, crear protocolos, obtener aspectos positivos que ayuden a periodistas y fuerzas de seguridad

“Es importante respetar el rol que tenemos en la sociedad: los periodistas y las fuerzas de seguridad, sobre todo es importante que la PNC establezca protocolos y pensaría que habría que ver -el tema- de una manera participativa con los periodistas para obtener lo positivo de la desgracia que pasó, para que en un futuro -existan- protocolos de actuación, porque tanto los periodistas como las fuerzas de seguridad respeten en aras de que cada quien cumpla su labor”, indicó Rodas.

De acuerdo con Rodas, la PNC y los periodistas deben crear una mesa de diálogo y discutir la creación de protocolos para evitar situaciones similares.

“El Director de la PNC tendría que ser el encargado de convocar a una mesa de diálogo donde haya una participación activa de los periodistas y replicarlo a nivel nacional, porque a veces se centralizan las actividades y estamos viendo que en los departamentos deben haber protocolos”, reiteró el PDH.

Por otro lado, Héctor Coloj, de la Comisión de Prensa de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), destacó que no es la primera vez que se originan estos incidentes entre periodistas y policías, en otras ocasiones han estado involucrados miembros del Ejército y otros funcionarios.

Coloj advirtió que en un año electoral los riegos se incrementan para el gremio periodístico, porque pueden ocurrir otros hechos que atenten contra los trabajadores de prensa y su labor.

“En el año electoral y con el contexto político tememos que se recrudezca la situación, no solo en casos de hechos comunes como este incendio, sino más allá de eso, como en actividades políticos, mítines, o posibles capturas o señalamientos que puedan surgir en contra de políticos o aspirantes, funcionarios de distintos niveles del Estado”, dijo Coloj.

De acuerdo con el entrevistado también puede surgir un discurso confrontativo contra la prensa, negación de información, desprestigio de la labor a través de los net center, aunado a capturas arbitrarias, ataques armados y otro hechos.

El representante de la Comisión de Prensa de la APG, destacó que se debe capacitar a la PNC en temas de derechos humanos y libertad de expresión, pero también se debe abordar el tema con periodistas que con tal de cumplir su labor se exceden.

“La PNC no es un tema nuevo, es un tema viejo que se ha discutido, de dar una preparación en derechos y libertad de expresión no solo a los altos mandos, sino también a los mandos medios y a los agentes que se encuentran en la calle. Tampoco podemos negar que hay reporteros, periodistas que haciendo su labor se exceden, trasgreden la línea amarilla, insultan a policías o tratan de sobrepasar la Ley y tratan de tomar fotografías”, indicó.

La profesionalización y concientización para otros miembros de Estado, no solo de policías también es vital, reiteró Coloj.

De acuerdo con la Comisión de Prensa de la APG e información del Observatorio de Periodistas del Centro de Reportes Informativos sobre Guatemala (Cerigua), entre el año 2003 al 2018, ocurrieron 821 agresiones, amenazas, intimidaciones, persecuciones, coacciones, obstrucción a fuentes, entre otros.

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