La ex primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, porta los colores del arcoíris en las mangas, antes de un partido del Mundial entre la selección de su país y Túnez. Foto La Hora: AP.

El fútbol europeo mostró de nuevo el miércoles su frustración con el presidente de la FIFA Gianni Infantino en el Mundial. Esta vez, las muestras de descontento llegaron desde el campamento de Dinamarca, que prometió negarle el voto a Infantino, postulado sin oposición en busca de reelegirse en marzo.

Incluso el presidente de la federación danesa Jesper Moller deslizó el deseo de que su país deje de ser miembro de la FIFA. «Lo he pensado de nuevo», dijo Moller a la prensa danesa en Qatar. «Imagino que podría haber retos si Dinamarca se marcha sola. Pero lo veremos si es que no podemos tener un diálogo».

Las fricciones entre Dinamarca y el mandamás de la FIFA surgieron antes del Mundial, dijo Moller, quien es miembro del comité ejecutivo de la UEFA. Las tensiones con Europa en general se han agravado en los días recientes.

Infantino aprovechó una conferencia de prensa en la víspera del torneo para criticar a la sociedad y los medios de Europa, por lo que consideró una hipocresía: Sus críticas a Qatar como anfitrión del Mundial.

Las amenazas de la FIFA, de mostrar tarjetas amarillas a los capitanes que querían usar un brazalete no autorizado como parte de la campaña antidiscriminación «One Love» obligaron a que varias selecciones europeas recularan el lunes, horas antes de que tres de estos equipos disputaran sus partidos. Fue una disputa sin precedente en un Mundial, entre la FIFA y los futbolistas, en plena antesala de uno de los compromisos más importantes en la carrera de esos jugadores.

Desde la concentración alemana, los dirigentes dijeron el martes que contemplaban una impugnación legal de las tácticas de la FIFA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés). Esa corte ha negado que se le haya presentado apelación alguna.

«Debemos responder a esto», dijo Moller. «Lo abordaremos junto con los otros países. Estamos en esto juntos». Dinamarca causó también disgusto en la FIFA y en Qatar, con el diseño de una camiseta que mostró descontento por la situación de los derechos humanos en el país y por el trato dado a los trabajadores inmigrantes.

 

El equipo danés tiene una tercera opción de uniforme, el cual incluye una camiseta negra, «el color del luto» por los trabajadores fallecidos en Qatar. El martes, en el primer partido de Dinamarca en este Mundial, la ex primera ministra Helle Thorning-Schmidt usó un brazalete con los colores del arcoíris para protestar contra la situación de los derechos de la comunidad LGBTQ en Qatar. Moller e Infantino asistieron también al encuentro, que terminó con un empate 0-0.

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