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En este libro El vuelo de Luci (cuaderno de tareas), Gerardo Villanueva narra la historia de Luci. Imagen: Fondo de Cultura Económica.

Por: Frieda Liliana Morales Barco
Doctora en Letras e investigadora de Literatura Infantil y Juvenil


El vuelo de Luci (cuaderno de tareas) de Gerardo Villanueva, es un libro que se hizo acreedor del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños, 2012, otorgado por la Fundación para las Letras Mexicanas.

Las moscas están en todas partes, como lo están las palabras.

Las moscas son inoportunas, impertinentes, metiches, entremetidas, como lo son algunas palabras.

Las moscas aparecen cuando uno menos se lo espera, como ciertas palabras que vienen a la mente de repente.

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Portada del título «El vuelo de Luci». Imagen: Fondo de Cultura Económica.

El vuelo ruidoso y acrobático de las moscas interrumpe el silencio absoluto con su muzz-muzz producido por el rapidísimo movimiento de sus alas. Ese ruido crespa los nervios, irrita, enerva, perturba, fastidia…, como las palabras que salen de la boca de algunas personas que hablan sin cesar. ¿Sabían que esa onomatopeya, es de donde deriva su nombre? “Mosca” del latín “musca”.

Las moscas son resistentes y se adaptan fácilmente a cualquier ambiente. Con sus antenas perciben olores y detectan la dirección del viento, tienen dos pares de ojos y sensores en sus alas. ¡Toda una máquina! Danzan con gran libertad en el espacio vacío.

En este libro El vuelo de Luci (cuaderno de tareas), Gerardo Villanueva narra la historia de Luci, una niña que trata de hacer su tarea escolar, pero que no puede concentrarse porque es interrumpida por el vuelo acrobático de una mosca del tipo Lucilia Sericata o moscarda, moscardona, o mosca verde botella o la come carne y, a la que bautiza como “Lu”.

Sus historias se entrecruzan entre los vuelos aerodinámicos y ruidosos de Lu y las palabras aladas de Luci. Cada letra es para Luci como una mosca amaestrada. Pero a veces, se rebelan e interrumpen y cortan el silencio de la página en blanco de su cuaderno de tareas, donde, cada letra se siente acróbata, forma palabras; palabras que componen versos; versos que impregnan la página.

Sus palabras aladas hacen juegos tipográficos.

Sus versos imitan el vuelo de Lu.

En la tarea de Luci están presentes las ilustraciones de Ixchel Estrada que definen a las moscas. La biodinámica de su vuelo y de cómo su presencia, por medio de sus trazos, también deja huellas para que no se olviden de ellas y recuerden que su presencia se percibe hasta en los rincones menos esperados. Su pincel sigue las aventuras de la mosca con la misma tenacidad y persistencia de las palabras de Luci, quien no desiste de su tarea. Su cuaderno está lleno de puntitos negros por doquier, de líneas rectas y curvas que denotan movimiento constante.

Esa persistencia la premia la maestra de Luci al estamparle una estrella en su frente. La primera estrella de su constelación personal, que guiará su pensamiento, así como la constelación de “La mosca”, que brilla en el cielo nocturno austral, al norte de la Cruz del Sur, guía a los navegantes.

Y, ¡por si las moscas!, cada quien que vuele a su modo, pues todo es un movimiento perpetuo, como diría Augusto Monterroso. Una lección y un elogio a la vida.

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Villanueva, Gerardo. El vuelo de Luci (cuaderno de tareas). México: FCE, 2013.

LAS RESEÑAS
Eres tú, de Isabel Minhós Martins

Una bota desaparecida desencadena una conversación de adivinanzas con múltiples desvíos y vaivenes entre dos amigos, y una vez que comienza nos lleva por un recorrido lleno de personajes con cualidades curiosas y aventuras extrañas. ¿Cuál Inés?, ¿cuál Toño?, ¿cuál José?, ¿cuál Lulú?.

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Portada del título»Eres tú», de Isabel Minhós Martins. Imagen: Fondo de Cultura Económica.
Puedes verme, de Gökçe Irten

¿Qué es grande y qué es pequeño? La apariencia puede variar según el punto de vista de quien mira. Lo que para alguien es pequeño, para alguien más puede ser grande. Si miras en el cielo un avión, éste se ve diminuto, pero si estás dentro de él, te parece inmenso. Para un humano adulto, un orangután tiene el tamaño de una niña o de un niño, pero para una pulga, éste resulta un ser gigantesco. Un libro sobre la importancia de la perspectiva que muestra que cada quien tiene su propia manera de ver y experimentar el mundo.

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Portada del titular «¿Puedes verme?» de Gökce Irten. Imagen: Cortesía de Fondo de Cultura Económica.

 

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