Carlos López

Cuando pronuncio la palabra futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra silencio, lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

Wisława Szymborska

Su fascinación por la lectura comenzó en su infancia, con tres libros que le regaló su padre cuando estaba aprendiendo a leer: Don Quijote de la Mancha para niños, Alicia en el país de las maravillas, Las mil y una noches y la Biblia. Estas joyas literarias (que muchos adultos letrados conocen sólo de oídas) le alumbraron el camino, la iniciaron en un arte al que ha sido fiel.

Desde niña fue crítica. Hasta la fecha conserva Las mil y una noches con sus anotaciones críticas.

A los ocho años de edad ya dudaba de todo y no se creía los mitos religiosos ni las historias de Aladino y Alí Babá. Amaba y disfrutaba la lectura de diccionarios porque le descubrían mundos; la sonoridad de las palabras, de los neologismos, la ponían tan contenta que todavía hoy recuerda la melodía de algunas, repiquetean en su mente las voces que le proporcionaban dicha y contento.

Desde que tiene uso de razón y de escritura lleva consigo un cuaderno donde escribe sus invenciones y su diaria batalla con la vida.

Su madre fue su más grande maestra.

Estudió en un colegio de monjas, las que —quién sabe por qué designios divinos— no le censuraron su imaginación. Les contaba vidas imaginarias a sus amigas de colegio a cambio de comida, porque era una niña muy golosa. La maestra no creía pero no desdeñaba las narraciones de Gloria: que vivía sola en un barranco o en una camioneta abandonada a la orilla de un río, cerca de un basurero; sus compañeras se creyeron las historias al extremo de que le llevaron almohadas, comidas, frazadas, y la maestra le dio unos cuadernos usados —a los que arrancó las hojas pergeñadas— para que ahí escribiera sus visiones. Gloria había conseguido el sueño de todos los escritores: hacer verosímiles sus historias, el principio fundamental de la única literatura que vale la pena. La maestra entendió que la literatura es mentira, ficción y, para evitar un mal mayor, sin proponérselo, facilitó a la escritora un método que hasta la fecha practica.

Al salir a la luz Sin señal de perdón, Luis Aceituno escribió: «Los cuentos de Gloria Hernández surgen de heridas y cicatrices, de malestar y perplejidad ante el mundo. En todos ellos hay una constante lucha con el lenguaje, una búsqueda desesperada por encontrar las palabras precisas que vayan develando ciertos sentimientos íntimos, muy profundos».

Quiso estudiar arquitectura en la Universidad de San Carlos, pero Guatemala estaba en guerra y la Usac era un bastión opositor contra el que se ensañó el gobierno. Se abstuvo de dibujar y hacer planos, pero las letras ganaron con sus construcciones metafóricas. La literatura fue de nuevo su gran aliada, su salvación. Los amigos de su padre involucrados en la guerra contra el mal gobierno llegaban a esconder sus libros-tesoros a su casa y Gloria aprovechaba para leerlos. Así conoció a Albert Camus, Jean-Paul Sartre, Franz Kafka, prohibidos por la dictadura.

Desde que descubrió a Shakespeare en su lengua natal, lo hizo su compañero inseparable. Fue a buscar a Sábato hasta el fin del mundo y lo convirtió en su escritor de cabecera.

Coincide con Elizabeth Bishop: «El arte de perder no es difícil de dominar,/ muchas cosas parecen estar destinadas para el propósito de perderlas;/ su pérdida no es un desastre./ Pierde algo cada día./Acepta el nerviosismo de las llaves perdidas,/ de la hora desperdiciada./ El arte de perder no es difícil de dominar./ Poco a poco,/ practica perder más adentro, perder más rápido:/ lugares, nombres, el lugar al que deseabas llegar».

Siempre vio la literatura como una búsqueda, como una trinchera, como una posibilidad de acercar la magia de la creación a los lectores.

No le interesan las modas, menos las literarias. Tampoco le gusta el ruido, ni perder el tiempo en reuniones banales.

Antes de dormirse lee poesía.

Siente veneración por sus abuelas memoriosas —más, por su abuela pobre y analfabeta— que le contaron crónicas, leyendas, cuentos, y le enseñaron los nombres de las nubes, de las flores, de los árboles. «Cada una es tan distinta, pero las dos, amorosas, consentidoras, bordadoras de historias. Un duende me hizo llorar una noche cuando me contó entre versos que su abuela llevaba un guardabarrancos en la garganta, porque recordé a las mías», escribe Gloria en su cuento «Orígenes».

Gloria ha dedicado gran parte de su vida a recopilar la tradición oral, que para ella es primordial para hacer ciudadanos identificados con las causas de bienestar común.

La alegría nos hace mejores personas. Una de las mayores alegrías es la lectura, la comprensión del mundo, el conocimiento de nuestro contexto, el desentrañamiento del ser. A Gloria también la hace feliz escribir.

Al enterarse de que le había sido conferido el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias —sin haber concursado nunca en algún premio literario—, declaró que su mayor satisfacción es el encuentro con los lectores. Tiene claro que sin lectores no existe la literatura.

Mario Antonio Sandoval afirmó en el editorial de Prensa Libre, el 23 de octubre de 2022, que fue «unánime el júbilo» con que la comunidad literaria guatemalteca recibió la noticia del premio otorgado a Gloria, «debido al talento creativo y sus altos méritos académicos».

«Yo no me llamo a mí misma escritora. Me considero una mujer que escribe, que busca en la palabra. No me da miedo arremangarme y meterme en caminos que no conozco. Busco, estudio y profundizo para entender. Hay que ver todas las posibilidades con el mayor de los respetos», afirmó, con auténtica humildad, la premiada con la más alta distinción literaria del país. Gloria también tiene un gran compromiso con el lenguaje, su pasión de toda la vida. Si bien al principio de su incursión con las palabras buscó las posibilidades lúdicas de éstas, ahora se dedica con más ahínco a su estudio. Muchos años de su vida se le han ido en la investigación, en el desentrañamiento del misterio que encierran los vocablos. La sorpresa y la felicidad que le provocan cada historia que descubre en cada palabra se acrecienta al hilarlas y construir sus universos creativos gloriosos.

Gloria escribe breve —que es la forma que más tiempo consume—. En su poesía condensa su ser, revela su intimidad: «A la muerte dulce que deseo,/ que llevo siempre en los bolsillos por si acaso,/ que me trago algunas veces,/ que salió como un río desde dentro/ de mí cuando era niña,/ la misma muerte que me hará olvidar/ para siempre/ aquel pasado, aquella infancia».

La madre de Gloria Hernández Montes, a dos años de la muerte de su esposo, se animó a desocupar el ropero de él el mismo día que plantó dos limonares en su jardín, y le dijo a Gloria: «Hoy sí ya se fue». Pero no, sigue hablando con su compañero: «Con este tu premio, ya lleva sus buenos tragos tu papá allá arriba. Ojalá haya buen whisky, para que no se vaya a poner malo de su panza». El eterno diálogo de los vivos con los muertos sigue vivo. Hoy nos toca también brindar con el señor Hernández y con usted, señora Montes.

Mi lugar es un no lugar.

Me instalo en él cada vez más tiempo.

Me fugo a él cada vez más a menudo.

Gloria Hernández

II

Gloria Hernández

Guatemala, 13 de octubre, 1960

Narradora, dramaturga, ensayista, poeta, traductora, académica.

Obtuvo el primer certificado de la Universidad de Cambridge en idioma inglés, literatura y traducción en Bournemouth, Inglaterra, en 1979; es traductora jurada inglés-español, reconocida por el Ministerio de Educación; se graduó de licenciada en letras en la Usac (1994) y de maestra en literatura hispanoamericana en la Universidad Rafael Landívar (2002).

Pertenece al Colegio de Humanistas de Guatemala. En 2016 fue electa miembro de número de la Academia Guatemalteca de la Lengua —donde funge como tesorera desde 2021— y del Consejo Asesor de las Letras del Ministerio de Cultura y Deportes (2017-2021). Fue catedrática de lengua, literatura y filosofía en la Facultad de Derecho y de literatura hispanoamericana y estudios gramaticales de inglés en la Facultad de Humanidades de la Usac y de literatura hispanoamericana en la Facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar. Ha sido maestra de lenguaje, redacción, creación literaria y literatura infantil en instituciones de educación superior públicas y privadas.

Fue miembro del consejo editorial de la revista La Ermita. En 2011, diseñó y fue coautora del Programa Nacional de Lectura del Ministerio de Educación. De manera intermitente ha elaborado libros de texto para estudiantes de primaria, del ciclo básico y bachillerato.

Obra publicada

Poesía: La sagrada familia, Magna Terra Editores, 2015 || El canto de dos ríos (poesía y cuento), Magna Terra Editores, 2022

Cuento: Reloj sin manecillas, cuentos reunidos 2002-2022, Magna Terra Editores, 2022 || Las leyendas de la Luna, Editorial Norma, 2013 || Lugar secreto, Editorial Norma, 2008 || Ir perdiendo, Magna Terra Editores, 2008 || Sin señal de perdón, Editorial Letra Negra, 2002

Novela: Ojo mágico, Editorial Norma, 2010

Libros académicos: La cosmovisión de Mario Monteforte Toledo en sus cuentos acerca de niños, tesis, Facultad de Humanidades-Usac, 1994 || Los compañeros: texto fundador de la nueva novela guatemalteca, compiladora, Universidad Rafael Landívar, 2001 || La literatura en Guatemala (en colaboración con Mario Roberto Morales), Centro de Impresiones Gráficas, 2021

Libros compilados por GH: La poesía para niños del Bicentenario (colección de siete tomos), Magna Terra Editores/Editorial Cultura, 2021 || Mariposas en flor (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014 || Cuco y Quico (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014 || El sapito llorón (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014 || Aventuras cavernícolas (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014 || Flordeluna (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014 || Pescando risas (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014 || Campanita de oro (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || Arroz con leche (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || A la rueda, rueda (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || Buenos días, mi señorío (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || Campanero, campanero (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || Juanito Perulero (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || Pares o nones (en coautoría con Frieda Morales Barco), Tipnac, 2010 || Diez ositos (en coautoría con Frieda Morales Barco), Alfaguara, 2014

Libros donde aparecen textos de GH: Los nuevos escritores y Augusto Monterroso, Editorial Universitaria-Usac, 2004 || «Glosario del teatro de Miguel Ángel Asturias» (en colab. con María del Carmen Meléndez), El teatro de Miguel Ángel Asturias, Colección Archivos/unesco, 2001 || «Destinos: Asturias» (en colab. con Mónica Albizúrez), El teatro de Miguel Ángel Asturias, Colección Archivos/unesco, 2001

Hemerografía: Poemas: «Poemas», unam, sep., 2021, https://www.iztacala.unam.mx/errancia/v23/PDFS_1/CAIDAL%20TEXTO%2016%20GLORIA%20HERNANDEZ%20MONTES.pdf || Artículos: «Daniel Armas y la creación de un lenguaje nacional», Boletín, iv, cuarta época, Academia Guatemalteca de la Lengua, 2018

Referencias: Luis Aceituno, «La niña que divagaba», El Periódico, 25 oct., 2022, https://elperiodico.com.gt/opiniones/opinion/2022/10/25/la-nina-que-divagaba/ || Lucrecia Choy, «Gloria Hernández gana el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2022», Prensa Libre, 19 oct., 2022, https://www.prensalibre.com/vida/escenario/gloria-hernandez-gana-el-premio-nacional-de-literatura-miguel-angel-asturias-2022/ || Giovany Emanuel Coxolcá Tohom, «Gloria Hernández: “Llegué a la literatura como he llegado a casi todo en mi vida, de pura casualidad”», El Periódico, 15 nov., 2020 || Ángel Elías, «Gloria Hernández: “Yo y mis historias”», Prensa Libre, 13 may., 2015 || Glenda Galán, «Diálogos desde casa: Gloria Hernández» (entrevista), Dominicana en Miami, https://dominicanaenmiami.com/?p=21943 || David Marroquín, «Las mujeres que se atrevieron a escribir y a publicar en el siglo xix fueron excepcionales» (entrevista a Gloria Hernández), https://investigacionparatodos.usac.edu.gt/entrevistas/item/193-entrevista-gloria-hern%C3%A1ndez || Brenda Martínez, «Gloria Hernández: “La literatura infantil abre puertas a la imaginación”» (entrevista), Prensa Libre, 13 feb., 2017 || Ana Lucía Mendizábal Ruiz, «Gloria Hernández: “La mayor satisfacción es el encuentro con mis lectores», El Periódico, 20 oct., 2022, https://elperiodico.com.gt/cultura/literatura/2022/10/20/gloria-hernandez-la-mayor-satisfaccion-es-el-encuentro-con-mis-lectores-1/. «Gloria Hernández gana el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2022», El Periódico, 18 oct., 2022, https://elperiodico.com.gt/cultura/literatura/2022/10/18/gloria-hernandez-gana-el-premio-nacional-de-literatura-miguel-angel-asturias-2022/ || Rocío Vásquez Mantero, «Gloria Hernández, una entrega literaria que rinde frutos», 1 jul., 2017, https://www.nagarimagazine.com/gloria-hernandez-una-entrega-literaria-que-rinde-frutos-rocio-vasquez-mantero

 

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