Mauricio José Chaulón Vélez
Escuela de Historia
Universidad de San Carlos de Guatemala
Es un enorme placer presentar el 7º. volumen del Suplemento Cultural Especial de Semana Santa del Diario La Hora en su Segunda Época, la cual tengo el honor de coordinar académicamente. Como lo hago todos los años en esta presentación editorial, expreso mi reconocimiento al maestro Celso Lara Figueroa quien inició este proyecto académico en la década de los ochenta del siglo XX para el Diario La Hora, con el apoyo de su directorio, definiendo la Primera Época de tan importante revista.
Este año se han rehabilitado las procesiones y otras actividades propias de la Cuaresma y la Semana Santa religiosa, así como lo concerniente al turismo no religioso, debido a que la pandemia por Covid-19 –por el momento– se encuentra en un estatus que significa menor peligro sanitario, aunque es importante observar que no ha terminado. Las experiencias del 2020 y el 2021 han quedado en la historia como algo que no queremos volver a vivir, pero que tampoco podemos evadir. Templos y playas cerradas afectaron la cultura popular guatemalteca, con los vacíos ante la ausencia de los cortejos procesionales, de las ventas de comida y de los regocijos veraniegos, haciendo que las fiestas sacra y recreativa no pudieran llevarse a cabo. La incertidumbre, la reducción de ingresos económicos, el distanciamiento obligado, el encierro, la enfermedad y la cercanía de la muerte hicieron mella en nosotros, por lo que el 2022 se nos presenta con esperanza. Sabemos con total certeza de que el tiempo de la Semana Santa vuelve a ser clave para Guatemala, debido a todo lo que social, económica y culturalmente representa para los pueblos que la integran; en ese sentido, el grupo de escritores y escritoras que conformamos este Suplemento Especial, con vocación académica y narrativa, somos conscientes de la relevancia que posee el abrir de nuevo los espacios públicos a la vida, lo cual no quiere decir que olvidemos la tragedia que hemos pasado y que muchas de sus consecuencias están vigentes. Por ello es por lo que los textos que aquí se reúnen plantean el gran valor que tienen la historia y el humanismo en nuestras tradiciones, como producto de relaciones identitarias que nos conectan con los recuerdos queridos y al mismo tiempo con la confianza por un mundo mejor. Doy las gracias a Oscar Clemente Marroquín, Pedro Pablo Marroquín y Eduardo Blandón por el apoyo como directores de La Hora para la publicación de este Suplemento Especial, así como a Roberto Altán y Alejandro Ramírez por el trabajo de edición y diagramación. Asimismo, expreso mi gratificación a los escritores y a las escritoras de las palabras que conforman esta revista, agradeciendo también la colaboración del maestro fotógrafo Luis ‘Wicho’ Berdúo, quien ha proporcionado varias de las fotografías. Y muy especialmente va nuestra gratitud a usted, amable lector y lectora, por recibirnos. Deseamos para ustedes que la Semana Santa del 2022 sea de reencuentros con abrazos y con nuestra rica cultura.
