Julio Alfredo Déleon Meléndez
Escuela de Historia, Usac
A propósito del inicio de la Semana Santa en Guatemala, esta es una época en donde podemos observar y a la vez ser partícipes de tradiciones y sobre todo de un fervor religioso, en el que como católicos se conmemora la Pasión de Cristo, que abarca el tiempo de Cuaresma (40 días) y finaliza con la Semana Santa. Dicho fervor católico tiene características únicas en el mundo, por ejemplo, alfombras que han obtenido el Récord Guinness, el 17 de abril del 2014, en donde la alfombra alcanzó los 2,137 metros, la cual inició en la 19 calle y culminó en el parque Jocotenango, todo esto se llevó a cabo sobre la sexta avenida, asimismo, se cuenta con el anda más grande del mundo, la cual pertenece al cortejo de Cristo Yacente del Calvario, con 25 metros de largo, 2 de ancho y un aproximado de 2,500 libras, la cual es llevada en hombros por 140 devotos cucuruchos.
Nací en un hogar católico, el cual considero importante para dicho acercamiento a la religión que hoy en día profeso, en donde el año litúrgico, los rituales, las tradiciones y fervor católico fue siendo cada vez más, a tal punto de llevar en hombros diferentes cortejos. En el año 2007 en donde mi memoria hace alusión en esta época cuando no era participe como devoto cucurucho, sin embargo si de esa apropiación de espacios hierofánicos, donde esa existencia de lo sagrado iba tomando cierto valor en cada cuadra, en donde las avenidas y calles de la zona 1 en tiempos cuaresmales y de Semana Santa, se puede tomar dicho atrevimiento de cerrar calles y avenidas completas, y a pesar de ellos todos en un imaginario colectivo sabemos que pasará un cortejo, esto lo hago ver que en otra fecha que no fuese Semana Santa o Cuaresma existiría cierto riesgo de enojos, molestias y hasta hechos verbales o físicos.
Por consiguiente, en el año 2008 al 2011 mi interés era por esos colores, ese olor a aserrín recién mojado, esos colores que tomaban imágenes de rostros conocidos, de los cuales me hacía pensar en las imágenes de devoción, las cuales pintaban las avenida y calles de la zona 1. Ese arte efímero que después del paso de Jesús y la Virgen quedaban borradas totalmente. Sin embargo, nunca percibí rostros de lamento o de tristeza de haber quedado desecha la alfombra, sino veía rostros de alegría y esperanza e incluso llegué a escuchar “Jesús pasó en mi alfombra, que bendición”. Algo similar ocurre en Antigua Guatemala con respecto a las alfombras, más allá de que se colocan diversas frutas que adornan las alfombras, al paso de Jesús y la Virgen tienden a llevarse la fruta, la cual queda total o parcialmente desecha, sin embargo, se cree popularmente que esta fruta está bendita por el paso del cortejo.
Después, en el año del 2012 al 2015 mi interés fue cambiando, asimismo como la introducción de distintas ventas durante el cortejo, como bien sabemos la cultura no es estática, siempre tiene un ligero o mayor movimiento, lo mismo sucedía dentro de los cortejos, si, son quienes van anunciando que el cortejo no está muy lejos, en donde se refleja la economía informal quienes, cuyas personas aprovechan para vender u ofrecer sus servicios, entre ellos podemos encontrar.
- Venta de Algodones de caña real.
- Venta de llaveros, algunos con el tema de Semana Santa u otros de distinta temática.
- Venta de shucos y chéveres.
- Venta de relojes.
- Venta de burbujas.
- Venta de calendarios con las imágenes de devoción impresa.
- Venta de inciensos y corozo.
- Venta de discos con marchas fúnebres
- Venta de elotes
- Venta de obleas.
- Venta de retazos de hostia (Son las que no dan de sacramento porque están rotas.)
- Venta de panes con carne
- Venta de churros
- Venta de plataninas
- Venta de atol de elote, chuchitos, tostadas, rellenitos, molletes, buñuelos.
- Venta de chupetes
- Venta de túnicas, capirotes, monogramas de distintas hermandades.
- Venta de sombreros, ropa, juguetes.
- Venta de turnos de algunas hermandades o asociaciones de barrio.
- Venta de granizadas.
- Venta de fruta en bolsa, pepino, mango etc.
- Venta de tortas mexicanas.
Dicho lo anterior, me acerco año tras año a estos espacios y tradiciones. Siempre me interesó cargar, sin embargo, nunca presté atención a las fechas estipuladas por cada hermandad para poder adquirir un turno, de manera que esta conversación la tuve con un amigo (Samuel Ayala López) al que le agradezco porque sin esa motivación y, sobre todo, oportunidad de cargar no me hubiese acercado para poder cargar en distintos cortejos.
Finalmente, en el año 2016 al 2022, toma un giro de 180 grados mi vida como católico participe y observador del fervor de Semana Santa a poder ser un devoto cucurucho, en el cual en al año 2016 Samuel me regala un turno, el cual corresponde al cortejo del Cristo del Amor del templo dominico, me enteré que ese 25 de marzo que está cumpliendo 800 años la orden dominica y justamente ese año fue cambio de mueble, en donde porta al Cristo del Amor, para mí fue y es un anécdota que marcó una pauta muy grande, tanto así que me uno a la Comisión de orden, ahora llamada celadores en Santo Domingo en el año 2017, recuerdo aquel turno pesado en donde el mueble crujía por lo nuevo, y por lo mismo empezaba a escuchar, ¡Hermanos, a la cuenta de 1,2,3! en donde me encontraba por primera vez frente a frente, dicho turno fue de la primera a la segunda calle en la décima avenida de la zona 2, con la marcha “San Nicolás” del Autor Víctor Manuel Guerrero. De igual manera los siguientes años fui adquiriendo turnos para distintos cortejos, por ejemplo:
- Para el Segundo Domingo de Cuaresma con Jesús de la Justicia, templo del Calvario.
- Para el Tercer Domingo de Cuaresma con Jesús de la Buena Muerte, templo Santo Domingo.
- Para el Cuarto Domingo de Cuaresma con Jesús Nazareno Redentor del mundo, de la Parroquia de la Santísima Trinidad.
- Quinto Domingo de Cuaresma con Jesús de la Caída, templo de San Bartolomé Becerra, Antigua Guatemala.
- Posterior a ello, un Lunes Santo con Jesús de las Tres Potencias, Parroquia Vieja.
- Martes Santo con Jesús de la Indulgencia, Iglesia Beatas de Belén.
- Miércoles Santo con Jesús del Rescate, Rectoría Santa Teresa.
- Y por último el Viernes Santo con el cortejo Dominico, Cristo del Amor, Parroquia Santo Domingo.
Semana Santa ausente
La pandemia de Coronavirus ha trastocado las rutinas diarias de las familias. La mascarilla se ha convertido en un accesorio obligatorio en cualquier espacio público, mientras que en los espacios cerrados la ventilación es ahora imprescindible para mantener el aire limpio. Pero salir de casa no es siempre una opción, tanto por la imposición del teletrabajo. La distancia social se ha impuesto en los centros de trabajo, donde ahora es muy habitual encontrar asientos alternos vacíos, para guardar una distancia de al menos 1,5 metros. También han desaparecido las comidas grupales sustituidas por almuerzos individuales en la propia mesa, se han reducido las reuniones y fomentado las videoconferencias y se han extremado las medidas de limpieza, cumpliendo con las recomendaciones ofrecidas por el Ministerio de Salud.
Así de esta manera los cortejos del año 2020 se quedaron resguardados en los diferentes templos, aquel 14 de marzo cambió todos los planes de las hermandades, devotos, devotas, los comerciantes, los turistas que asisten en estas fechas a Guatemala, y la población en general, que por medio de los canales nacionales y del Gobierno anunciaban la suspensión de la misma, también todos aquellos turnos sin cargar y otros sin poderlos haberlos recogido, posteriormente se realizaron algunos actos protocolarios, por ejemplos velaciones intramuros en donde un número muy reducido pudo asistir. Contrariamente a este año 2022 en donde el Ministerio en conjunto con las hermandades llegaron a ciertas limitaciones dentro del cortejo, en donde el uso de la mascarilla obligatorio, y por otra parte dependiendo del semáforo cabe la posibilidad de que no pueda salir el cortejo, el uso de gel antes de tomar tu turno, portar careta durante el turno, e incluso limpiar la horquilla y almohadilla antes de tomar el turno, toma de temperatura antes de cargar, son algunos de los elementos que pude observar dentro del cortejo y que a su vez me correspondió en estos domingos de Cuaresma por los cortejos que pude cargar, finalmente fue extraño retomar las andas con mascarilla y careta, fue y es incómodo porque no ves parcialmente enfrente de ti, sin embargo por nuestra devoción debemos acostumbrarnos también a esta nueva “modalidad” así como nos adaptamos en otros ámbitos a causa de la pandemia.