Escuadrón de Romanos de San José (Facebook).

Juan Pablo Arce Gordillo
Cucurucho y Poeta

I- LIRICA PROCESIONAL (Extracto)

(Les llevo no sólo en los hombros, sino también en el alma.) — I De túnica morada, atuendos negros y guantes blancos — “¿Ves a ese / «Hombre Guapo» / con la cruz? / Ves que es Jesús, / el Nazareno / de los Milagros.// El de / catafalco imperial / y los cien romanos. // ¡Qué se me van / de las manos!, / las palabras / para decirle: / -Te amo”.- — Guatemala, 25 de febrero de 1995.

Creo, que la brevedad y contundencia de estos versos, hablan, dicen en mucho de esa arrebatadora devoción, que es la primera que se retrotrae a los tempranos recuerdos infantiles, justo en el momento en que sonaba un grave timbre, era alzado en hombros, sonaba “Mater Dolorosa” (Julia Quiñónez) y toda mi familia ponía de hinojos el alma, como en ninguna otra procesión de Nazareno y Dolorosa.
Quizá, cuando me cierren los ojos, un Domingo de Ramos sea lo último que mi mente haya registrado. ¡Quizá!

II- EN ESTE PÉNDULO DE RELATO, DEL PASADO, PRESENTE, PASADO…

<<… rescato lo que fue esa entrevista que le hiciera -a mi padre, QEPD-, en donde relató cómo surgió la idea de un escuadrón de romanos, que acompañara a Jesús de los Milagros de San José, en la procesión del Domingo de Ramos. Y a nadie escapa que Hollywood hizo lo suyo para revolucionar la Semana Santa guatemalteca, durante la década de los años 50 del S. XX. ¡Bendito decenio! (…)>>. (De: “Lorica josefina”, Guatemala, 15 de septiembre de 2017. En el día de los dolores de Nuestra Señora).

Porque -salvadas las abismales distancias con Isaías, no soy digno de comparaciones- lo josefino me lo improntó Dios, desde que mi ser se hiciera persona en el vientre de mi madre, allá, en algún lugar del cosmos. Y por eso es inevitable que cuando lo veo transitar en hombros de los romanos, frente al Parque Colón, mi yo niño, adolescente y adulto, se amalgaman e implosionan al punto del desmayo, como me sucediera en 2012. El hermano cucurucho que estuvo a mi lado en ese momento, lo recordará perfectamente.

III- Y EL CIERRE DE ESTA TRIADA, CON QUIEN CORRESPONDE

En 2020 no salieron procesiones, a partir del espantoso y fatídico 13 de marzo. Jesús de la Merced, nunca ha dejado de salir y durante la pandemia del Covid 19, no sería la excepción. Por eso al ver la foto de un afiche en redes, en donde aparecía el resplandor fotografiado en forma aérea, sospeché que algo pasaría ese Viernes Santo. No soy intuitivo, pero “le atiné”.

Luego que la cámara televisiva enfocara al sacerdote, dialogando con la Santísima Virgen Dolorosa, hizo un paneo inverso, hasta llegar a una pequeña anda (esa en donde me estrené para La Reseña) y un grupo de penitentes a la usanza antigua, con el adecuado anonimato -que nos representarían a miles- levantaron el pequeño mueble, con el Nazareno vistiendo túnica blanca y una flor frente a Él. ¡Avasallante simpleza!

Transitó por las naves del templo, mientras que se me ocurrió acercar a la pantalla de la televisión, la cámara del celular para filmar. Tan real, casi bilocada la toma, que hubo gente que me llamó y puso mensajes, para felicitarme por haber tenido el privilegio de estar allí. Les respondí: “-¡No soy San Francisco de Asís o el Padre Pío, para bilocarme!-”, pero ¡casi fue eso!, porque mi alma estaba silente en ese mustio Viernes Grande, con uno de los dolores de alma más espantosos en la vida de muchos cucuruchos y cargadoras.
Prueba de ello fue, la que considero mi mejor creación pasionaria en tiempos de Covid.

ROGATIVA DE 1000 HOMBROS — A Jesús Nazareno de la Merced, en el Vía Crucis intramuros.— “Cita fantasmagórica / de tus cargadores / atravesando muros mercedarios / con la túnica pegada al alma // Pequeñas andas / para que quepamos todos / en tu levantada matutina / con la madrugada / ya vencida // Corona de espinas bendita / Coronavirus lacerante / flagelando al mundo / que hoy clama incesante // Los halos de 300 músicos / del Tricentenario / tocan la marcha más triste / desde el confinamiento // Hoy, lágrimas y sentimiento / elaboran alfombras a tu paso / y los latidos son el marca paso / de tu solitario recorrido // Patrón Jurado, calma esta peste / aplaca este indómito virus / dale sanidad al mundo / líbralo de otra plaga de Egipto // Dale cura al niño y a su abuela / al más contrito y al pecador / porque Tú, Sol / sales para todos // Señor de la Merced”.— Guatemala, en el Vienes más Santo de los viernes, 10 de abril de 2020.

Con esta entrega, cierro tres años de conmemorar mi Bodas de Oro en diversos cortejos procesionales (precedidos: La Parroquia y Santo Domingo -2023-; y Candelaria -2024- ), toda una vida con aciertos, desaciertos, alegrías, tristezas, algunos profundos dolores, heridas (2010-2011, 2018) ¡qué tardan en cicatrizar, pero allí van, a paso lento, como vaivén procesional! Admiro a la gente desmemoriada, la que no almacena información en el disco duro de su psiquis, no es mi caso. He pagado un precio muy caro por tener memoria fotográfica y auditiva de fonógrafo.

¡Y todo acaecerá, hasta que me amortajen, vestido como Caballero del Señor Sepultado de Santo Domingo! (1994-2009).

Guatemala, Cuaresma y Semana Santa de 2025.

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