MSc. Mario Alfredo Alvarado Vela
USAC-Escuela de Historia.
La cuaresma y semana santa en Guatemala es sin lugar a dudas una de las expresiones de religiosidad popular más importantes que existen y que junto con el demás conglomerado de celebraciones acordes a los tiempos litúrgicos forman parte de las tradiciones y patrimonio que se deben conocer y valorar por su riqueza y magia con el que se viven en cada rincón del país.
El caso más reciente del nombramiento como patrimonio inmaterial de la humanidad de la semana guatemalteca por parte de UNESCO debe ser un momento para establecer y analizar la relación que existe entre esta conmemoración de la Pasión de Cristo que se introduce con el catolicismo en estas tierras desde el siglo XVI y la importancia de la misma que parte del gran caudal devocional que se tiene al respecto y la rica imaginería que se tiene desde la época colonial hasta nuestros días.
En este sentido los cronistas de la colonia no van a ser tan determinantes ni detallistas a la hora de hacer conjeturas sobre el origen de las imágenes de Pasión salvo algunas claras excepciones como lo son Jesús Nazareno de la Merced de Mateo de Zúñiga cuyo proceso se encuentra plenamente documentado en los archivos así como su puesta en veneración un ya lejano 1655 a requerimiento de la cofradía de hermanos nazarenos del convento de la Merced para sustituir una imagen que se tenia en veneración pero que era de los padres mercedarios.
Posterior a ello van a ser casos excepcionales donde se encuentre la documentación que nos indique el origen de la imagen que se tenga a bien venerar es por ello que a comienzos del siglo XX comienza aparecer la magistral pluma del literato don Víctor Miguel Diaz.
Pero quien fue esta persona tan interesante para el estudio de la cuaresma y semana santa en mi tesis de licenciatura del año 2015 logre encontrar que este personaje nació en la ciudad de la Antigua Guatemala en el ocaso del siglo XIX específicamente el 8 de febrero de 1875.
Gran parte de sus escritos los realizó bajo el nombre del «viejo reporter»; fue socio de la entonces Sociedad de Geografía e Historia apareciendo en la revista Anales del año 1924 como socio activo falleció en el año de 1940.
Su carrera de periodista la realizó en el diario de Centro América del cual llego a ser su director gracias a ello gran parte de sus anotaciones están publicadas en el citado periódico, así como en el ya desaparecido Imparcial.
Sus apuntes fueron tomados como una verdad absoluta a falta de otras investigaciones que llenara el origen de las esculturas de la religiosidad popular así mismo se utilizaron para poder seguir añejando los tiempos de la colonia española por parte de los grupos de poder en la Guatemala de la época del presidente Jorge Ubico.
El primer gran catalogo que se tendrá será la obra La Romántica Ciudad colonial obra que fue auspiciada por la municipalidad de la ciudad de Guatemala para hacer eco de ese pasado colonial que se tenia entre la otrora Santiago de Guatemala y la Nueva Guatemala de la Asunción en el año de 1927.
Este pequeño estudio de 130 páginas quiere y buscar ser un primer discurso para los extranjeros y los nacionales sobre el origen e importancia de la ciudad colonial que será determinante para poder empezar a mencionar nombres de posibles autores de las grandes imágenes de la cuaresma y semana santa en Guatemala.
En este contexto podemos sacar dos grandes datos que siguen aun perviviendo en el ideario del pueblo de Guatemala el origen mítico del Señor Sepultado de Santo Domingo cuya obra se busca enlazar con la corona Española al señalar que esta imagen perteneció a la hija de los reyes Católicos Catalina de Aragón y que por diversos motivos termino en nuestro país así mismo se menciona al año de 1563 como el de la entrega por parte de Juan de Aguirre del Nazareno de la parroquia de Candelaria venerado desde la época colonial por los indígenas del barrio de Santo Domingo en Panchoy.
El aporte y buena recepción de este escrito sirvió para que el presidente Ubico encomendara a Víctor Miguel Diaz la realización de la obra mas conocida del mismo Las Bellas Artes en Guatemala
publicada en 1934 ahora en una obra monumental de 600 páginas.
En esta obra encontramos datos que con el paso del tiempo fueron desmintiéndose pero que sirvieron para diversos propósitos y para que se valoraran las expresiones de la religiosidad de cuaresma y semana santa en nuestro país comencemos por enumerar algunos de estos datos que en su momento fueron tomados como validos:
– Jesús Nazareno de las Tres Potencias obra de Quirio Cataño
– Jesús Nazareno de la Merced de la capital obra de Evaristo Zúñiga
– Jesús Nazareno de la Merced de Antigua obra de Alonzo de la Paz y Toledo y trasladado de la Ermita de la Santa Cruz del Milagro al complejo Mercedario en 1854
– Jesús Nazareno de los Milagros obra de Alonzo de la Paz y Toledo.
En síntesis, todas estas atribuciones siguieron siendo lo más importante para el pueblo católico de Guatemala y para que se tomara en cuenta el papel de la religiosidad popular guatemalteca como un legado de historia y tradición en una época marcada por los temores de la Guerra Fría.
En la actualidad diversas personas atacan la obra de Diaz situación que me parece poco coherente al no poder entender y justificar el contexto en el que esta persona realizó sus investigaciones y las limitantes que se tenían en la época para poder realizar este tipo de escritos y porque en su momento sirvieron y fueron elocuentes para poder defender y seguir valorando el papel de nuestras tradiciones y su perduración hasta nuestros días.