La red hospitalaria pública enfrenta desafíos como la falta de recursos y la corrupción. Por ejemplo, el Hospital General San Juan de Dios sufre un desabastecimiento del 36% en medicamentos y 40% en insumos médico-quirúrgicos.
Otro caso es la obstaculización del proceso de habilitación del registro sanitario para una empresa que buscaba ser proveedora de inmunoglobulina para el país, a pesar de cumplir con los requisitos en la administración de Alejandro Giammattei.
📌Exfiscal Stuardo Campo atribuye acciones en su contra por casos que vincularían a Alejandro Giammattei
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— Diario La Hora (@lahoragt) March 9, 2024
Por este segundo motivo, en los próximos días, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) dará inicio a un proceso de revisión de todos los procedimientos para la obtención de permisos a empresas que desean ser proveedoras de medicamentos.
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PROCESOS REGULATORIOS
En este contexto, Rubén Morales, representante de la Gremial de Distribuidores de Productos Farmacéuticos (Cogrefarma) dice que regular y mejorar el proceso de solicitud de registros sanitarios ofrece múltiples beneficios.
Por ejemplo, agilizar la disponibilidad de más medicamentos en el mercado nacional. «Cuando el proceso se prolonga, los medicamentos no pueden importarse ni distribuirse de manera eficiente», asegura Morales.
Añadió, que también se reduce la corrupción. «Lamentablemente, los procesos gubernamentales que se retrasan pueden ser motivo de corrupción y es una práctica que se debe eliminar», según el representante de Cogrefarma.
Mientras que Adrián Estuardo Chávez García, experto en salud y seguridad social, propone medidas para mejorar la eficiencia y transparencia en los procesos regulatorios del MSPAS.
“No solo hablo de lo que concierne a la regulación de medicamentos, sino que también de la regulación de alimentos, establecimientos de salud, ambiente y otros”, explica Chávez.
PROPUESTAS
«Una de las acciones que podrían llevarse a cabo es minimizar el contacto entre los usuarios y los responsables de la regulación», aclara Chávez.
Agrega que lo anterior podría lograrse mediante la automatización de procesos, permitiendo a los usuarios realizar revisiones y consultas de manera instantánea desde la comodidad de sus oficinas a través de un sistema informático.
«Otro enfoque que podría implementarse, y que el Ministerio ya ha experimentado, es la creación de una unidad encargada de recibir denuncias de los usuarios y de llevar a cabo investigaciones para identificar a los trabajadores o redes involucradas en actividades irregulares» añade el experto en salud.
Agrega que la institución ya ha tenido experiencia previa en ese sentido, donde se presentaron denuncias al Ministerio Público y se sometió a los trabajadores implicados a procesos disciplinarios y de destitución.
Por último, el experto destaca la necesidad de que los trabajadores del Ministerio de Salud firmen una declaración en la que aseguren no tener conflictos de interés que puedan influir en sus decisiones regulatorias, especialmente en el ámbito de la selección de medicamentos.
LIBRE COMPETENCIA
¿La regulación promueve la libre competencia? Morales argumenta que el sector farmacéutico es competitivo en términos de laboratorios, distribuidores y farmacias. “Es decir, hay bastantes participantes en la cadena de valor”.
“Sin embargo, algunas empresas inciden en entidades reguladoras para que, como en el caso de los registros sanitarios, no se agilicen estos procesos y se retrase o limite el otorgamiento de estos permisos, con lo cual se dan los efectos antes mencionados”, dice Morales.
Agrega que no sólo afectan a otras empresas en su oportunidad de mercado, sino que algo aún peor, “limitan al paciente, al consumidor a acceder a medicamentos de calidad. Por ejemplo, los hospitales nacionales no pueden adquirirlos y, por lo tanto, no pueden administrarlos a los pacientes. Lo mismo sucede en el caso de hospitales privados”.
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