Las remesas familiares “siguen siendo un estabilizador muy importante”. Foto La Hora/Redes Sociales

Los datos oficiales muestran que el ingreso de remesas contabilizados al 24 de noviembre asciende a US$16,111.5 millones, con un crecimiento interanual del 18.8%. Esto significa que se ha superado la cifra total que se recibió en el 2021, cuando fue de US$15,295.7 millones.

Bajo ese escenario y por segundo año consecutivo, las remesas registran un monto que nunca se había presenciado en la historia económica de Guatemala.

Las remesas familiares “siguen siendo un estabilizador muy importante”, comentó el presidente del Banco de Guatemala (Banguat), Álvaro González Ricci, durante la conferencia de prensa sobre la decisión que tomó la Junta Monetaria respecto a la Tasa de Interés Líder, la cual pasó de 3.00% a 3.75%.

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Es importante recordar la importancia de estos ingresos para el país, como La Hora lo plasmó en el reportaje “Remesas: El salvavidas que mantiene al país a flote”, en el cual se describe cómo la baja producción, el costo de no contar con infraestructura mínima para aumentar la productividad y los escasos ingresos por exportar bienes primarios, no permiten generar las condiciones y oportunidades para mejorar el bienestar ciudadano, por lo que se depende de las remesas para salir adelante.

US$17.5 MILLONES PARA EL CIERRE DEL AÑO

A un mes de finalizar el año, los técnicos del Banguat pronostican que, para el cierre de este año, los compatriotas guatemaltecos ubicados en el extranjero envíen un total de US$17,590.0 millones.

Por consiguiente, se prevé un crecimiento de estas divisas superior al 16.5%.

Según el titular del banco central, aunque se estima un crecimiento menor comparado con el de 2021 (34.9%), “vamos a seguir creciendo, pero no en los niveles que vimos en años anteriores”.

EXPECTATIVAS PARA 2023

González Ricci informó que para el próximo año se estima que las remesas crecerán en un rango de 4.5 a 7.5%. En ese sentido, se espera que la cifra de 2023 supere la de 2022 con US$18,645.4 millones.

EL CONTEXTO MIGRANTE

Eddie Reyes, guatemalteco y residente en Phoenix, Arizona, ilustró para La Hora Economía el contexto económico que enfrentan los chapines en Estados Unidos. A su criterio, el alto costo de rentar o comprar una casa o apartamento es uno de los mayores reflejos de la coyuntura.

“Se ve venir el colapso de la economía en la gestión de renta y compra de casa, puede afectar a los migrantes porque uno de los campos más usados por los latinos es la construcción (…) esta cadena se va hasta Guatemala porque ya no puedes mandar esos US$200 o US$300 semanales para ayudar a la familia”, explicó.

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 El profesional comentó que algunos trabajadores solicitan pagas más altas debido a que el costo de la vida ha subido. “El bote de leche costaba US$2 ahora cuesta US$3.50”, lamentó.

Además, considera que el excesivo flujo migratorio “tampoco ayuda a la actual economía”, ya que incentiva “la mano de obra barata”, de la cual muchos empleadores se “aprovechan”, pues ofrecen hasta US$30 por día, cuando el salario mínimo por hora en Estados Unidos es de US$16.

“Yo estuve en Home Depot hace unos días, en el parqueo se juntan los migrantes para ver quién los jala a trabajar, regularmente yo miraba entre 10 a 15 migrantes, pero la última vez que fui había unos 60”, mencionó.

¿A QUÉ RESPONDE EL CRECIMIENTO?

De acuerdo con Ricardo Rodríguez, economista del Central American Business Intelligence (CABI), el hecho que las remesas de 2022 superen las de 2021 no es comportamiento anormal, pues su crecimiento ha sido una constante en los últimos años, con excepción del 2020.

Sin embargo, destaca que los programas implementados en EE. UU. para mitigar el impacto de la pandemia beneficiaron directa o indirectamente a los connacionales, permitiendo en un flujo de remesas “extraordinario” (con crecimientos superiores al 30%) que, aunque ya se disipó, tuvo una influencia muy fuerte.

EL IMPACTO DE LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA

Para Rodríguez, sin duda las remesas de 2023 crecerán, pero a un ritmo más conservador.

“A medida que EE. UU. se enfrenta a una fuerte desaceleración económica y con el impacto que la inflación ha tenido en el poder adquisitivo, probablemente la capacidad de envío de remesas sea más limitada y no permita que se mantenga un ritmo de crecimiento cercano al 20%”, explicó.

EL PAPEL DE LAS REMESAS EN LA ECONOMÍA

Según el profesional, si bien las remesas son un impulso a los ingresos de más de un millón y medio de familias en el territorio nacional, también hay que recordar que estos flujos surgen porque una gran cantidad de guatemaltecos ha tenido la necesidad de salir del país.

“Definitivamente no es el modelo económico en el que el país debe basar su desarrollo. Por el contrario, el modelo debe garantizar las oportunidades dentro del territorio nacional”, recalcó.

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 ¿A QUÉ RESPONDE EL CRECIMIENTO?

De acuerdo con Ricardo Rodríguez, economista del Central American Business Intelligence (CABI), el hecho que las remesas de 2022 superen las de 2021 no es comportamiento anormal, pues su crecimiento ha sido una constante en los últimos años, con excepción del 2020.

Sin embargo, destaca que los programas implementados en EE. UU. para mitigar el impacto de la pandemia beneficiaron directa o indirectamente a los connacionales, permitiendo en un flujo de remesas “extraordinario” (con crecimientos superiores al 30%) que, aunque ya se disipó, tuvo una influencia muy fuerte.

EL IMPACTO DE LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA

Para Rodríguez, sin duda las remesas de 2023 crecerán, pero a un ritmo más conservador.

“A medida que EE. UU. se enfrenta a una fuerte desaceleración económica y con el impacto que la inflación ha tenido en el poder adquisitivo, probablemente la capacidad de envío de remesas sea más limitada y no permita que se mantenga un ritmo de crecimiento cercano al 20%”, explicó.

EL PAPEL DE LAS REMESAS EN LA ECONOMÍA

Según el profesional, si bien las remesas son un impulso a los ingresos de más de un millón y medio de familias en el territorio nacional, también hay que recordar que estos flujos surgen porque una gran cantidad de guatemaltecos ha tenido la necesidad de salir del país.

“Definitivamente no es el modelo económico en el que el país debe basar su desarrollo. Por el contrario, el modelo debe garantizar las oportunidades dentro del territorio nacional”, recalcó.

 

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