La crisis económica guatemalteca se ve reflejada para el cierre del año 2022. Foto: La Hora

La crisis del alto costo de vida ha pasado factura sobre la economía global y la guatemalteca, afectando lo que se espera para el ritmo del crecimiento económico al cierre de este año 2022 y para el 2023.

En su informe más reciente divulgado este mes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala a 3.4% para este año, seis décimas menos que lo calculado el pasado mes de abril, cuando proyectó un crecimiento del 4.0%.

La caída en la previsión de este indicador significa que el dinamismo económico del país disminuiría hasta 4.6 puntos porcentuales en comparación con el 2021. En ese entonces el PIB creció un 8.0% como resultado de la recuperación de la actividad económica, pues esta se contrajo 1.8% en el 2020 por la pandemia del COVID-19.

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De hacerse realidad la estimación del FMI, la economía de Guatemala regresaría a los niveles prepandemia. La última vez que el PIB se acercó al 3.4% fue en el segundo trimestre del 2019 (3.8%) y en el cuarto trimestre del 2018 (3.1%).

Además, también implicaría una reducción en el actual comportamiento de la economía, debido a que el último informe del Banco de Guatemala (Banguat) muestra que el PIB aumentó 4.1% entre abril y junio de este año. De hecho, este porcentaje también se acerca a los niveles previos a la pandemia.

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 ¿POR QUÉ SE ESPERA UN MENOR CRECIMIENTO ECONÓMICO?

Son cuatro las variables clave que, en su conjunto, parecieran ser la receta perfecta de la desaceleración de la actividad económica mundial:

1. Una inflación más alta que la registrada en varias décadas.

2. El endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones.

3. La invasión rusa de Ucrania.

4. La persistente pandemia del COVID-19.

 

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO MUNDIAL

Guatemala no está sola en cuanto a enfrentar el panorama económico. Los técnicos del FMI prevén que el crecimiento mundial pase del 6.0% en 2021 al 3.2% en 2022 y al 2.7% en 2023.

“Este es el perfil de crecimiento más débil desde 2001, excepto por la crisis financiera mundial del 2008 y la fase aguda de la pandemia de COVID-19”, se lee en el documento del organismo internacional.

Los precios de los alimentos se han incrementado. Foto: La Hora/José Orozco

Lo anterior significa que las tres generaciones que en la actualidad representan la mayor fuerza laboral, los boomers, millennials y gen Z, no solo han vivido dos de las crisis económicas más graves de la historia, sino que las condiciones apuntan a que pueden experimentar una tercera.

EE. UU. Y CHINA: LOS MÁS GOLPEADOS

La serie de problemas turbulentos que está atravesando la economía mundial, se refleja en importantes desaceleraciones para las dos potencias económicas más grandes del mundo: Estados Unidos y China.

Para el país norteamericano, el FMI rebajó su estimación de crecimiento hasta el 1.6% en 2022, siete décimas menos que lo calculado en julio (2.3%) y también es una drástica caída en relación con su estimación de abril, cuando fue de 3.7%.

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 Mientras que en China, los persistentes brotes de COVID-19 y confinamientos prolongados, aunado a la crisis del sector inmobiliario, provocaron que su proyección de crecimiento económico pasara del 4.4% en abril al 3.2% en octubre.

En la Eurozona, región especialmente afectada por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, se espera que el PIB llegue al 3.1% este año. A diferencia de EE. UU. y China, el panorama ha mejorado para este territorio, pues su previsión de julio fue de 2.6% y la de abril fue de 2.8%.

EL DAÑO COLATERAL PARA GUATEMALA

El recorte en la previsión de EE. UU. se produce tras la contracción del PIB que registró en el segundo trimestre del año de manera consecutiva, tendencia que se considera como una “recesión técnica”. De llegar a materializarse una recesión como tal, la economía de Guatemala recibiría daños colaterales.

Los datos del Banguat nos dicen que el país gobernado por Joe Biden es nuestro principal socio comercial. Es el segundo destino de las exportaciones guatemaltecas, comprando el 32.1% de estas hasta agosto de 2022. Además, el 35.7% de las importaciones de Guatemala provienen de EE. UU. y el 13.6% de China.

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 Es decir que, una fuerte desaceleración económica en ambos países daría pie a una reducción en el consumo, que afectaría el comercio de los productos guatemaltecos en el exterior, especialmente en EE. UU., de acuerdo con el economista David Quan.

Mientras que para el economista del Central American Business Intelligence (CABI), Ricardo Rodríguez, si bien una posible recesión económica afectaría las exportaciones, el impacto puede ser mucho más grande para las importaciones de productos no esenciales que provienen del país norteamericano.

Pero el comercio exterior no sería el único afectado, para Guillermo Díaz, economista e investigador de la Universidad Rafael Landívar (URL), un decrecimiento económico en EE. UU. tendría un efecto importante en las remesas, por lo consiguiente, repercutiría negativamente en el consumo de las familias chapinas.

¿QUÉ PUEDEN ESPERAR LOS GUATEMALTECOS PARA EL 2023?

Para el próximo año el FMI estima un crecimiento del 3.2% para Guatemala, una rebaja de cuatro décimas que en comparación con lo calculado en abril (3.6%).

A nivel global se espera que en el 2023 el crecimiento económico sea del 2.7%. En la revisión de julio la entidad estimó un crecimiento mundial del 2.9% y en abril fue del 3.6%. Esto significa que la coyuntura puede agudizarse más en los meses por venir.

Además, las perspectivas no son buenas para el principal socio comercial del país, toda vez que el pronóstico de crecimiento para 2023 es del 1%. Estimación que para algunos analistas es optimista.

Los precios de los combustibles también han representado varios aumentos. Foto: La Hora/DCA

Por el lado del aumento de precios y servicios, los técnicos prevén que la inflación mundial pase del 4.7% en 2021 al 8.8% en 2022. Sin embargo, esperan que disminuya al 6.5% en 2023 y se estabilice a su rango recomendado en el 2024 (4.1%).

A septiembre la inflación guatemalteca llegó al 9.3%, el nivel más alto observado en 14 años, aunque hay economistas, como Erick Coyoy del Instituto de Investigación y Proyección sobre Economía y Sociedad Plural (IDIES) de la URL, que consideran que el dato inflacionario es más alto que lo divulgado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

ESTAS DEBEN SER LAS PRIORIDADES

En medio de un escenario con matices grises, son las acciones de las autoridades correspondientes las que pueden conducir el futuro de la economía. En el caso de Guatemala es la Junta Monetaria del Banguat la encargada, este órgano ha aumentado la tasa de interés líder de 1.75% a 3.00% en el transcurso de casi seis meses, con el fin de frenar el aumento de precios.

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 El FMI recalca que la política monetaria “debe mantener el rumbo para restaurar la estabilidad de precios”, y la política fiscal debe apuntar a aliviar las presiones del costo de vida, pero manteniendo una postura estricta y alineada con la política monetaria.

OTRAS RECOMENDACIONES

Finalmente, el organismo internacional recomienda reformas estructurales para apoyar aún más la lucha contra la inflación al mejorar la productividad y aliviar las restricciones de suministro.

Mientras que enfatiza en que la cooperación multilateral es necesaria para acelerar la transición hacia la energía verde y evitar la fragmentación geopolítica.

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