La rama ejecutiva de la Unión Europea subió el lunes su previsión de crecimiento económico para el año y señaló que Europa evitará por poco una recesión y ya ha pasado su pico de inflación, una vez los precios del gas natural han bajado de máximos astronómicos.
Sin embargo, la Comisión Europea advirtió el lunes que los altos precios que castigan a los consumidores seguirán frenando la economía durante varios meses. El crecimiento para 2023 debería alcanzar el 0,8% para los 20 países que utilizan el euro, señaló la Comisión en su previsión económica de invierno. Es un incremento desde el 0,3% de la última estimación del pasado noviembre.
Para el bloque más amplio de 27 países, se esperaba un crecimiento del 0,9%, respecto al 0,3% de la previsión anterior. La mejoría se atribuyó al alto nivel de gas natural almacenado, que ha aliviado los temores a un racionamiento de energía durante el invierno. Las compañía eléctricas y gobiernos europeos se apresuraron a conseguir nuevos suministros cuando Rusia cortó la mayoría de sus suministros de gas natural a Europa en medio de la guerra en Ucrania.
🇪🇺 La economía de la Unión Europea (UE) tendrá en el año 2023 un crecimiento levemente mejor de lo esperado (llegará al 0,9%) y una inflación en moderación, escapando por poco a un cuadro recesivo, afirmó la Comisión Europea en sus previsiones económicas de invierno #AFP pic.twitter.com/s6Qj06KVMO
— Agence France-Presse (@AFPespanol) February 13, 2023
Los precios del gas natural, que se emplea para calentar hogares, mantener la industria en marcha y generar electricidad, alcanzaron cifras récord el pasado verano de hasta 18 veces el nivel previo a la crisis, lo que hizo que empresas y particulares redujeran su consumo. Los precios han bajado desde ese máximo, aunque siguen siendo en torno al triple de antes que Rusia empezara a acumular tropas junto a la frontera ucraniana.
Se esperaba que la economía evitara una contracción en el trimestre de enero a marzo, según la Comisión. Tras un crecimiento de apenas el 0,1% en los últimos tres meses del año, eso indica que no habría una recesión técnica, como se temía. Una definición de recesión es encadenar dos trimestres en los que se reduce la producción económica, aunque los economistas del comité que registra los ciclos económicos en la eurozona emplea una gama de datos más amplia como el desempleo y la escala de al desaceleración para declarar una recesión.
«La economía de la UE supera las expectativas del año pasado, con un crecimiento resistente pese a las ondas expansivas de la guerra de agresión rusa», dijo Paolo Gentiloni, comisario de Economía de la UE. «Y hemos entrado en 2023 con un paso más firme de lo esperado: Los riesgos de recesión y desabastecimiento de gas se han desvanecido y el desempleo se mantiene en un mínimo récord. Sin embargo, los europeos aún enfrentan un periodo difícil».
La Comisión advirtió en su reporte que los vientos en contra «siguen siendo fuertes». Los costes de la energía y de los precios al consumo aún son altos, pese a tres meses seguidos de declive en la inflación anual, desde el pico del 10,6% en octubre al 8,5% en enero. Además el Banco Central Europeo está subiendo de forma considerable las tasas de interés para contener la inflación, algo que frena el crecimiento al aumentar el coste del endeudamiento para los consumidores y los empresarios.