Una sonrisa radiante y saludable es sinónimo de seguridad, es un código que te identifica con tu personalidad. Acudir con regularidad al odontólogo te ayudará a mantener tus dientes en buen estado, y libres de placa bacteriana. Pero recuerda que la higiene bucal no queda únicamente en manos del especialista, también es responsabilidad del paciente.
Lamentablemente, muchas personas no tienen la costumbre de asistir frecuentemente al dentista y sólo acuden a consulta cuando detectan problemas en su boca. Esto trae consecuencias como extracción de piezas dentales, infecciones bucales, inflamación de encías, entre otros malestares.
Se debe acudir al dentista para prevenir algunas de las consecuencias antes descritas.
Muchas patologías no son visibles a simple vista y se pueden evidenciar mediante la exploración de la cavidad oral o examen bucal. Consiste en la visualización, palpación y movilización de las estructuras bucales, lo cual ayuda a detectar posibles alteraciones en la boca de modo precoz para facilitar el tratamiento futuro y sus posibles dificultades.
¿CADA CUÁNTO TENGO QUE ACUDIR AL DENTISTA?
La Odontopediatra Gabriela Marroquín menciona que los niños deben visitar al dentista dos veces al año, es decir cada 6 meses.
«Esta visita se hace con el fin de aplicar flúor, evaluar el crecimiento, desarrollo de los dientes y poder detectar caries o alguna anomalía que haya necesidad de intervenir o requiera atención», explica.
Por el contrario, recomienda que los adultos acudan a consulta 1 o 2 veces al año para prevenir y mantener una buena salud oral.
«Esta frecuencia se recomienda porque el tema más importante es la prevención y detectar cualquier situación a tiempo es más fácil para darle seguimiento», advierte.
CEPILLOS Y ENJUAGUES BUCALES
Imposible no asociar higiene bucal con la pasta y cepillo dental, por eso debes buscar en el supermercado aquellos cepillos con cerdas suaves para evitar el desgaste de los dientes.
Lo importante es que la cepillada limpie y quite mecánicamente los residuos de placa bacteriana que constantemente se está formando en los dientes.
Marroquín detalla que la placa bacteriana es la que contiene las bacterias que provocan las caries, y es de suma importancia removerla. En cuanto a enjuagatorios recomienda que no se usen en menores de 6 años, ya que corren el riesgo de ingerirlo.
«Es importante evaluar y ver cuál es la finalidad de cada enjuagatorio pues no todos funcionan igual. En niños se recomienda con flúor para prevenir la caries ya que este remineraliza la estructura del diente cuando se ve levemente afectada y además disminuye la cantidad de bacterias que producen las caries», enfatiza.
TIPS PARA UN EXCELENTE CEPILLADO
Cepilla tus dientes por lo menos dos veces al día con una crema dental con flúor. Deja que las cerdas hagan su trabajo; en lugar de empujar el cepillo contra los dientes, muévelo con cuidado y suavidad por toda la superficie de cada pieza.
Inclina las cerdas junto a la superficie externa de los dientes hacia la línea de las encías.
Mueve suavemente el cepillo con movimientos circulares.
Cepilla suavemente todas las superficies externas de los dientes superiores e inferiores, asegurándote de llegar a los dientes posteriores.
Usa el mismo movimiento circular para cepillar la superficie interna de todos los dientes.
Cepilla las superficies donde masticas, especialmente en los surcos donde se acumulan los residuos de comida en los dientes posteriores.
Pasa la punta del cepillo de dientes con un movimiento circular para limpiar los dientes anteriores.
Por último, cepilla suavemente el paladar, la parte interna de las mejillas y la lengua. De esta forma sentirás toda la boca limpia y con aliento fresco.
Para incentivar a los más pequeños a que cepillen sus dientes, la doctora recomienda escoger la pasta dental por la preferencia de sabor. «La de niños tiene personajes asociados que pueden ayudar a motivar a los niños a cepillarse», destaca.
Por otra parte, es esencial el uso de hilo dental, porque ayuda a eliminar los residuos de comida que se encuentran en las paredes que están en contacto entre las diferentes piezas dentales. La ventaja de emplearlo es que limpia las zonas hasta donde el cepillo no puede llegar.
¿CÓMO FOMENTAR LA LIMPIEZA BUCAL?
Esta es una práctica que debería utilizarse desde que al bebé le sale su primer diente. Puede usar un cepillo para empezar a acostumbrarse a la sensación y a la rutina.
Los dientes se deben limpiar en la noche antes de dormir para remover la placa bacteriana considerando que en la noche disminuye la cantidad de saliva para la autolimpieza y es más factible que se produzcan caries si queda placa bacteriana.
Considera que la lengua y los laterales también deben cepillarse, es un lugar donde se aloja la placa bacteriana y es causa del mal aliento.
Finalmente, es importante incentivar este hábito de limpieza, tan vital cómo bañarse o lavarse las manos. Por eso, propone formas divertidas para que tus hijos cepillen sus dientes, por ejemplo, leer sus frases favoritas, bailar su canción favorita, escuchar un cuento; la creatividad no tiene límites.