La Guacamaya roja, en peligro y protegida en la Biósfera Maya

La guacamaya roja es una de las especies más emblemáticas de la selva tropical y está en peligro en Guatemala. En la Selva Maya, su hábitat se reduce por la deforestación y el tráfico ilegal, pero en la Reserva de la Biósfera Maya se lucha por su conservación.

En respuesta a esta crisis, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), junto con Wildlife Conservation Society (WCS) y comunidades locales, lideran un programa de conservación en la Reserva de la Biósfera Maya, específicamente en el Parque Nacional Laguna del Tigre, donde se encuentra uno de los últimos refugios de esta especie.

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Desde hace más de dos décadas, el CONAP y WCS han desarrollado una estrategia integral de conservación de la guacamaya roja (Ara macao cyanoptera), enfocada en la restauración y vigilancia del hábitat, la protección activa de nidos y el monitoreo constante del éxito reproductivo.

El CONAP comparte que en la región oeste de la Reserva de la Biosfera Maya -RBM-, se encuentran los hábitats de anidación y alimentación más importantes para esta especie en Guatemala. El Parque Nacional Laguna del Tigre y las Concesiones Forestales Comunitarias adyacentes, son áreas vitales para la supervivencia de la guacamaya roja en el país.

El Parque Nacional Laguna del Tigre, es considerado el parque nacional más extenso de Guatemala y la zona núcleo más grande de la Reserva de la Biósfera Maya (RBM), representa un refugio vital para la especie. Junto con las concesiones forestales comunitarias que lo rodean, conforma una de las áreas más importantes de anidación y alimentación para la guacamaya roja en la Selva Maya.

Con su plumaje y su gran inteligencia, la guacamaya roja es una especie vital en la selva tropical. Desafortunadamente, enfrenta disminución de población por caza furtiva y destrucción de hábitat es por ellos que se encuentra en peligro de extinción.#AletazosPorLaConservacion pic.twitter.com/c1Fkow9bXz

— CONAP (@CONAPgt) May 27, 2025

 

Sin embargo, esta región enfrenta serias amenazas, como el tráfico ilegal de pichones para el mercado negro de mascotas, la perdida de su hábitat por los incendios forestales provocados para la expansión de la ganadería ilegal y asentamientos humanos, que han provocado una reducción alarmante de la población silvestre de esta ave emblemática y corresponden a actividades ilegales en áreas protegidas.

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“La guacamaya roja es uno de los psitácidos más amenazados en el país”, afirma Rony García, biólogo y director del Departamento de Investigaciones Biológicas de WCS Guatemala. “Cada pichón extra que agregamos a la población es una oportunidad para que la población de guacamaya roja permanezca en el país”.

Según informa el CONAP una de las herramientas del programa es el laboratorio de campo ubicado dentro del Parque Nacional Laguna del Tigre, donde se implemento un Programa de Incubación Artificial. Allí, se crían pichones enfermos, de bajo peso o provenientes de huevos rescatados, con el objetivo de fortalecer la población silvestre. Aunque este año no se han bajado pichones de los nidos, en temporadas anteriores muchos han sido atendidos hasta su liberación. Todos los ejemplares liberados cuentan con anillos de registro y microchips (PIT-tag) para su monitoreo.

PROTECCIÓN DEL HÁBITAT

La estrategia integral de conservación de la guacamaya roja, está enfocada en la restauración y vigilancia del hábitat, la protección activa de nidos y el monitoreo constante del éxito reproductivo, permitiendo identificar y proteger sitios clave de anidación. El Parque Nacional Laguna del Tigre, representa un refugio vital para la especie.

El CONAP asegura que el éxito de estas intervenciones se ve reflejado en el incremento del número de cavidades de anidación disponibles el año pasado, pues se tuvo una ampliación de cavidades naturales y la instalación de nidos artificiales a prueba de depredadores, como halcones, y de abejas africanas, que compiten por estos espacios y pueden representar un riesgo mortal para los pichones.

La guacamaya roja no solo es un ícono del patrimonio natural de Guatemala, sino que también juega un papel crucial en la dispersión de semillas, siendo indispensable para la salud de la selva tropical. Protegerla es proteger también el equilibrio ecológico de todo un ecosistema.