Conocida como “la planta de los mil usos” la sábila cuenta con unas hojas largas y carnosas que, en su interior, contienen un gel con multitud de usos. Estos van desde la cosmética a los remedios tradicionales, pasando incluso por el terreno culinario; cada vez es más común consumirlo en ensaladas o añadirlo a bebidas.
Esta planta está al alcance de todos en el hogar, incluso puede sembrar más plantas a partir de una maceta.
El secreto de los múltiples beneficios de la sábila para el cabello está en sus componentes activos, cuenta con multitud de vitaminas, aminoácidos, minerales, ácidos grasos, enzimas y polisacáridos contenidos en la sabia de sus hojas que es un 99% agua.
Por eso, generalmente se aplica sobre la piel o en ungüentos y otros productos cosméticos para tratar todo tipo de dolencias leves como pequeñas quemaduras o granitos y, por supuesto, algunos problemas de salud capilar.
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Aloe vera y salud capilar
El uso del aloe vera en el pelo está muy extendido. De hecho, la sábila para el cabello es el ingrediente principal de muchísimos champús y mascarillas. Esto se debe a que cuenta con numerosos beneficios para salud capilar, como los siguientes:
Rejuvenece el cabello, aportando elasticidad y ayudando a prevenir la rotura.
Es un remedio anticaspa porque permite que se mantenga el aceite natural del pelo y evita la sequedad.
Ofrece una fuente de hidratación a los cabellos secos.
Sirve para paliar las puntas abiertas.
Ayuda a equilibrar los cabellos grasos, acabando con el exceso de sebo.
¿CÓMO PREPARAR UNA MASCARILLA PARA EL CABELLO?
Las mascarillas de sábila para el cabello son una excelente solución 100% natural para fortalecer tu pelo. Para prepararlas tan solo necesitarás dos hojas de aloe vera y el jugo de medio limón.
Cortas las hojas con un cuchillo esterilizado con alcohol.
Retira los bordes dentados y pela las hojas para obtener el gel del aloe vera.
Mézclalo con el zumo de medio limón pasándolo por una batidora o licuadora.
Aplica la mezcla en tu pelo durante unos 10/20 minutos.
Por último, enjuaga con agua fría y peina de costumbre.
El procedimiento se debe repetir con frecuencia durante la semana.