Si eres de las personas que se reprime un estornudo, debes conocer los riegos que puede ocasionar esta acción en el cuerpo, en tu salud y hasta en tu entorno.
No tiene nada que ver con el clima, pero todos estornudamos varias veces para limpiar las vías respiratorias. Los estornudos están presentes a lo largo del año en el ambiente, y es que, los aires acondicionados y los ventiladores provocan que muchas personas tengan un estornudo por el cambio de aire.
Un estornudo es un acto reflejo que viene provocado por la expulsión del aire de los pulmones a través de la nariz y, en ocasiones, también de la boca. De hecho, se trata de un aire que puede alcanzar los 70 kilómetros por hora llegando a una distancia de 8 metros, según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que comparte el doctor Byron Cabrera.
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Seguro que más de una vez te has aguantado un estornudo pese a tener ganas de estornudar. Sin duda, este hecho puede demostrar que se tiene gripe o un resfriado o que en el ambiente hay presencia de polvo. Otra de las causas principales de su aparición son las alergias.
Es importante dejar que los estornudos salgan del cuerpo de forma natural, aunque se esté rodeado de personas y pueda llegar a ser incómodo. Este hecho permite que las partículas que han entrado en contacto con las mucosas puedan ser expulsadas y así se evite una infección.
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LO QUE EXPERIMENTÓ UNA PERSONA
Aguantarse las ganas de estornudar no es bueno y es que puede tener efectos dañinos en el cuerpo. De hecho, los especialistas aconsejan que no se contenga un estornudo porque puede provocar inflamaciones, hemorragias, dolor de oído o de cabeza o roturas vasculares, incluso mareos.
El profesional compartió la historia de un caso que conoció y que mencionó que esto podría pasarle a cualquiera, aunque es un caso raro dentro de la medicina.
Alguno de estos efectos los sufrió un hombre de 34 años que decidió aguantarse las ganas de estornudar. Este hombre apretó su nariz y cerró la boca para evitar el estornudo cuando empezó a sentir un ruido en el cuello, al acudir al médico le realizaron varias pruebas.
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El hombre tenía cambios en la voz, el cuello hinchado y dolor al tragar después de haber evitado este estornudo. Decidió hacerlo apretándose la nariz y empezó a notar como una explosión por su cuello. Se trataba de una hinchazón y de sensibilidad en la garganta y en el cuello.
Después, le realizaron una radiografía donde los especialistas pudieron comprobar que se trataba de un filtro de aire de su tráquea a los tejidos blandos del cuello y de la espalda por una fisura. Lo anterior, por supuesto, no es un caso frecuente.
Por ello, los médicos recomiendan no evitar el estornudo y señalan que pueden taparse la boca y la nariz con un pañuelo para evitar la expansión de los gérmenes por el aire y provocar infecciones.
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UN CASO RARO, PERO ES NECESARIO TENER MÁS CONCIENCIA
Una nota del medio BBC Mundo, también explica que un caso como el anterior es raro, y destaca que médicos describieron lo anterior en la revista científica BMJ Case Reports, por lo que consideran que las personas deberían tener más conciencia de los riegos de contener un movimiento involuntario y repentino del diafragma.
«Además del daño sufrido por este hombre, los autores del informe advierten que reprimir totalmente un estornudo puede causar lesiones en el oído o incluso provocar un aneurisma cerebral, que es una protuberancia o dilatación en un vaso sanguíneo en el cerebro que puede dar lugar a una hemorragia», dice el reporte de BBC Mundo.
