El inicio de ciclo escolar está a un paso. Los niños, luego de las celebraciones de fin e inicio de año, ya solo tienen algo en mente y es que el regreso a las escuelas y colegios está cerca.
Antes de que llegue ese momento, siga estos consejos para ayudar a garantizar que sus hijos tengan un año seguro, feliz y productivo, en compañía de sus amigos y maestros.
HACER MÁS FÁCIL SU DÍA
Los padres deben recordar que no es necesario esperar hasta el primer día de clases para pedir ayuda. Los centros educativos están disponibles durante el periodo de receso para responder a cualquier pregunta o inquietud que los padres tengan, incluyendo las necesidades especiales de un niño.
Una de las recomendaciones podría ser llevarlo a visitar el salón de clases nuevo antes del primer día del ciclo escolar.
Según la psicóloga Carmen Mendoza, recordarle a un hijo que los maestros saben que los estudiantes están nerviosos y harán todo lo posible para que sus estudiantes se sientan lo más cómodo que se pueda.
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Si su niño parece nervioso, pregúntele por qué está preocupado y ayúdele a encontrar formas para solucionar problemas.
Si es un colegio o escuela nueva, lo recomendable será asistir a las orientaciones disponibles y aprovechar la oportunidad de visitar y hacer un recorrido por la escuela antes del primer día de clases.
Otra de las recomendaciones que brinda la profesional es contemplar la idea de empezar el horario del año escolar, para levantarse y acostarse con antelación una semana antes del inicio de las clases. Esto para que el cambio no sea un factor problemático más.
EL VIAJE DE IDA Y REGRESO A LA ESCUELA
Revise estas reglas básicas con su estudiante y practique con antelación:
Cerciórese de que su niño camine donde pueda ver al conductor del autobús (lo que quiere decir que el conductor puede ver al niño también).
Recuérdele al niño que debe mirar a los dos lados de la calle antes de cruzar, para evitar un accidente de tráfico.
Uno de los temas que más asusta a los niños es el del acoso escolar:
Se considera acoso escolar o acoso cibernético cuando un niño hostiga a otro en repetidas ocasiones. Esto puede ser físico, verbal o de carácter social.
Puede suceder en el patio de recreo de la escuela, en el autobús escolar, cerca de su casa, por internet o a través de dispositivos móviles como los celulares.
MI HIJO ES VÍCTIMA DE ACOSO ¿QUÉ HAGO?
Alerte a los maestros y directores de la escuela o colegio sobre el problema, y colabore con ellos para encontrar soluciones.
Enséñele a su hijo a saber cuándo y cómo debe pedir ayuda a un adulto de confianza. Pídales que identifiquen a quién pueden pedir ayuda.
Reconozca la seriedad del acoso y acepte los sentimientos que el niño le comunica de cómo se siente al ser acosado.
Ayude a que su niño aprenda como responder, enseñándoles cómo:
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Mirar directo a los ojos del abusador.
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Pararse erguido y permanecer tranquilo frente a una situación difícil.
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Alejarse del conflicto.
La forma de hablar, ante cualquier situación, también puede ayudar a resolver los problemas. Por eso, enseñe a su niño a cómo decir con voz firme:
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«No me gusta lo que estás haciendo».
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«Por favor, no me hables de esa forma».
Anime a su niño para que haga amistades con otros niños y apoye las actividades fuera de la escuela que le interesan a su niño.
Cerciórese de que un adulto que está enterado del acoso pueda velar por la seguridad y bienestar de su niño cuando usted no pueda estar presente.
Vigile o monitoree las interacciones que tiene su niño en los medios sociales o mensajes de texto para identificar estos problemas antes de que salgan fuera de control.
Esta es de las situaciones más complicadas, pero con comunicación podrá solventar el inconveniente.
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