Fiebre de origen desconocido. Foto La Hora: Cortesía.

 

Espectro clásico de enfermedad FOD

De las muchas publicaciones relacionadas con la etiología de la FOD, a lo largo de los años, se ha establecido firmemente un principio organizativo.

Tabla 1.

Definiciones de fiebre de origen desconocido

De la miríada de trastornos que causan la FOD clásica, todas las etiologías se pueden agrupar en 1 de 5 categorías: infección, neoplasia, inflamatoria (p. ej., enfermedades reumatológicas o del tejido conectivo), enfermedades misceláneas y enfermedades no diagnosticadas. Las frecuencias relativas de los diagnósticos individuales dentro de estas cinco categorías varían según la década, la región geográfica, la edad de los pacientes y el tipo de práctica médica.

Las infecciones siguen representando entre el 16 % y el 55 % de los casos de FOD. En comparación con hace 50 años, las infecciones y causas misceláneas, son una explicación menos común de la FOD en los países industrializados, mientras que la proporción de afecciones no diagnosticadas ha aumentado.

Entre las infecciones responsables de la FOD clásica, los abscesos, la endocarditis, la tuberculosis y las infecciones urinarias complicadas se encuentran entre las más frecuentemente diagnosticadas.

Tabla 2

Ejemplos de causas comunes y poco comunes de fiebre prolongada

En los estudios modernos, aunque la distribución de las categorías de diagnóstico es similar entre los países desarrollados y en desarrollo, las infecciones del tracto urinario, la brucelosis, la tuberculosis y la fiebre tifoidea, se identifican con mayor frecuencia en los países en desarrollo. Las infecciones más comunes diagnosticadas en casos de FOD en países desarrollados incluyen infecciones del tracto urinario, osteomielitis, tuberculosis y bartonelosis (p. ej., Bartonella henselae). Sin embargo, en muchas series en pacientes mayores de 65 años, las infecciones se vuelven menos frecuentes, pasando al segundo o tercer lugar como causa de FOD clásica.

Los medicamentos pueden causar fiebre a través de diversos mecanismos e incluyen antimicrobianos, anticolinérgicos, agentes reductores de urato (p. ej., alopurinol), agentes antiinflamatorios no esteroideos, antiarrítmicos, anticonvulsivos de primera generación y antidepresivos.

La fiebre ficticia (autoinducida) puede ser causada por una variedad de enfermedades psiquiátricas o inexistentes (p. ej., síndrome de Munchausen, síndrome de Munchausen por poder, simulación y diversos trastornos de la personalidad) y es más común entre personas como médicos, enfermeras, farmacéuticos y/o técnicos de laboratorio. En una famosa serie holandesa de investigación sobre este tema, la infección fue la causa de la FOD en solo el 25% de los casos de 65 años o más; varias enfermedades inflamatorias representaron el 31% de los casos y la malignidad representó el 12%.

De las enfermedades inflamatorias responsables de la FOD clásica, la enfermedad de Still del adulto, artritis reumatoide juvenil, otras variantes de la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, predominan en pacientes más jóvenes, mientras que la artritis temporal y los síndromes de polimialgia reumática, son más comunes en pacientes de edad avanzada. Entre el 10 y el 30% de los casos quedan sin diagnosticar.

Las neoplasias malignas, otra causa importante de FOD, pueden inducir fiebre directamente a través de la producción y liberación de citoquinas pirogénicas, como en el caso de ciertos linfomas. También pueden generar fiebre indirectamente al sufrirse de necrosis inducida o espontánea o al crear condiciones propicias para infecciones secundarias. Entre las neoplasias malignas y no malignas responsables de la FOD, se han documentado como causas comunes la leucemia, el linfoma (incluidos los tipos Hodgkin y no Hodgkin, así como la enfermedad de Castleman), el mieloma múltiple, el síndrome mielodisplásico, el hipernefroma y los cánceres gastrointestinales (principalmente cánceres colorrectales).

En comparación con los estudios de FOD adultos, es probable que la población pediátrica experimente FOD aunque con menos frecuencia. Un estudio de 18 estudios que abarcan 1638 niños, desde el nacimiento hasta los 18 años encontró que en 832 (51%) tenían infecciones, 93 (6%) tenían neoplasias malignas, 150 (9%) tenían enfermedades inflamatorias no infecciosas, 179 (11%) tenían causas misceláneas como enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad de Kawasaki, y 384 (23%) no tenían diagnóstico. No está claro si estos virus son la causa principal de FOD en los pacientes menores de edad o si los hallazgos son simplemente el resultado de niveles detectables de virus latentes reactivados en asociación con otra enfermedad fisiológicamente exigente, p. ej., sepsis, neumonía.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
Artículo anteriorLa devoción centenaria a Jesús Nazareno de San Juan de Dios de Quetzaltenango: un homenaje en su XX aniversario de consagración
Artículo siguienteAficionados del PSG desencantados con Messi