CIUDAD DE GAZA/AP
Un ataque aéreo israelí en la Ciudad de Gaza mató el sábado a al menos 10 palestinos, en su mayoría menores de edad, en el episodio más letal desde el inicio de las confrontaciones más recientes entre Israel y Hamas, el grupo insurgente que gobierna la Franja. Ambos bandos intentan lograr una ventaja mientras se intensifican los esfuerzos para un alto el fuego.
Horas más tarde, Israel bombardeó y destruyó la casa de Khalil al-Hayeh, uno de los principales líderes de Hamas en la Franja.
El ejército israelí dijo que la casa de Al-Hayeh sirvió como parte de lo que dijo que era “infraestructura terrorista” del grupo extremista. Al-Hayeh es una figura importante en el liderazgo político de Hamas en Gaza, y el ataque marcó una nueva escalada, lo que indica que Israel está persiguiendo a los principales líderes de esa organización, y no sólo a los comandantes militares. No se supo de momento si sobrevivió al ataque.
El estallido de violencia más reciente se originó en Jerusalén y se ha extendido por toda la región, con enfrentamientos entre árabes y judíos y disturbios en ciudades israelíes donde conviven. En la ocupada Cisjordania, el viernes hubo amplias protestas y las fuerzas israelíes abatieron a 11.
La espiral de violencia ha despertado el temor a una nueva “intifada” o levantamiento palestino luego de años sin conversaciones de paz entre ambos bandos. Los palestinos conmemorarán el sábado el Nakba, o Día de la Catástrofe, cuando unas 700.000 personas huyeron o fueron expulsadas de sus casas en lo que hoy es Israel durante la guerra de 1948 que rodeó su creación. Esto podría acarrear aún más disturbios.
El diplomático estadounidense Hady Amr llegó el viernes a la región como parte de los esfuerzos de Washington para aliviar las tensiones y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá el domingo, pero Israel rechazó una propuesta de Egipto para una tregua de un año que había sido aceptada por Hamas, dijo el viernes un funcionario egipcio, que habló sobre las negociaciones bajo condición de anonimato.
Desde el lunes en la noche, Hamas ha disparado cientos de proyectiles hacia Israel, que ha respondido con una serie de ataques al territorio palestino. En Gaza han muerto al menos 139 personas, incluyendo 39 menores y 22 mujeres, mientras que en Israel se registraron siete víctimas mortales, entre ellas un niño de 6 años y un soldado.
El lanzamiento de cohetes desde la Franja y los bombardeos israelíes se prolongaron hasta la madrugada del sábado, cuando un ataque aéreo a una vivienda de tres pisos en un campo de refugiados de la Ciudad de Gaza mató a ocho niños y dos mujeres de una familia.
Mohammed Hadidi dijo a reporteros que su esposa y sus cinco hijos habían ido a celebrar el Eid al-Fitr, la fiesta del final del Ramadán, con parientes. La mujer y tres de sus hijos, de entre 6 y 14 años, fueron asesinados. Otro hijo de la pareja, Omar, de 5 meses sobrevivió, y el quinto, de 11 años está desaparecido.
Entre los escombros podían verse juguetes para niños y un tablero de Monopoly, además de platos con comida intactos.
“No hubo advertencia alguna”, dijo Jamal Al-Naji, un vecino que vive en el mismo edificio. “¿Graban a la gente comiendo y luego los bombardean?”, añadió dirigiéndose a Israel. “¿Por qué se enfrentan a nosotros? ¡Vayan y enfréntese a la gente fuerte!”.
El ejército israelí no respondió de inmediato a una petición de comentarios. Hamas dijo que disparó una salva de cohetes hacia sur de Israel en respuesta a este incidente.
En la víspera, un furioso bombardeo israelí mató a una familia de seis miembros en su casa y llevó a miles de gazatíes a huir a albergues de la ONU. El ejército explicó que en el operativo participaron 160 aviones de guerra que lanzaron 80 toneladas de explosivos en 40 minutos y lograron destruir una vasta red de túneles usada por Hamas.
Según medios israelíes, el ejército cree que decenas de militares fallecieron dentro de los túneles. Tanto Hamas como el grupo insurgente Yihad Islámica han confirmado la muerte de 20 de sus miembros, pero Israel dice que la cifra real es mucho más mayor.
En el territorio ocupado de Cisjordania, en las afueras de Ramala, en Nablus y en otros poblados y ciudades, cientos de palestinos protestaron contra la campaña en Gaza y por las acciones israelíes en Jerusalén. Ondeando banderas palestinas, prendieron fuego a barricadas erigidas con llantas y apedrearon a soldados israelíes. Los efectivos mataron a tiros a al menos 10 manifestantes, y otro más fue abatido cuando trató de apuñalar a un soldado en un puesto militar.
En Jerusalén Oriental, videos publicados en internet mostraban a jóvenes nacionalistas judíos disparando sus pistolas mientras se arrojaban piedras con palestinos en el vecindario de Sheikh Jarrah, que se convirtió en un punto álgido de tensiones debido por los intentos de algunos colonos de expulsar a varias familias palestinas.
En la frontera norte de Israel, las tropas abrieron fuego cuando un grupo de manifestantes libaneses y palestinos cortaron la malla divisoria y cruzaron brevemente. Un libanés murió.