BERLÍN
Agencia AP
Alemania rendía homenaje ayer a las casi 80 mil personas que ha perdido por el coronavirus, mientras el país trataba de frenar otro auge de los contagios.
El presidente, Frank-Walter Steinmeier, tenía previsto liderar un acto de recuerdo con otros altos cargos en la sala de conciertos Konzerthaus de Berlín. El acto también estaba dedicado a «aquellos que no pudieron acompañar a sus familiares cuando murieron y para los que los importantes rituales de consuelo y duelo no fueron posibles», según la oficina del presidente.
La cifra de muertos confirmados por COVID-19 en Alemania era de 79,914 el domingo, 67 más que el día anterior. Es la quinta cifra más alta de Europa, por detrás de Gran Bretaña, Italia, Rusia y Francia.
Alemania tuvo una cifra de muertos relativamente baja en la primera fase de la pandemia, pero su tasa de contagios subió mucho en otoño e invierno. En algunos días de enero se alcanzaron más de 1,000 muertes, en un país de 83 millones de personas.
Las infecciones han vuelto a crecer en los últimos dos meses, con la expansión de una variante del coronavirus más contagiosa detectada primero en Gran Bretaña. Alemania ha reportado 3,14 millones de casos desde el inicio de la pandemia.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, intenta aprobar una ley en el parlamento que obligue a instaurar un «freno de emergencia» en zonas donde se reporten más de 100 casos nuevos a la semana por cada 100 mil habitantes. La tasa nacional era de 162 ayer.
La medida forzaría el cierre de comercios, instalaciones culturales y deportivas, limitaría los contactos personales e incluiría toques de queda nocturnos. La idea es poner fin al mosaico de distintas medidas, que ha caracterizado la respuesta a la pandemia en los 16 estados de Alemania.
Merkel afirma que la propuesta es necesaria para impedir que el sistema sanitario se vea sobrepasado, pero gobiernos estatales y otros se han opuesto a partes del plan.
